Las escuelas de Solvay serán un centro formativo de química y construcción
La Fundación Laboral de la Construcción ha llegado a un acuerdo con la empresa para la reapertura del edificio
Después de varios años semiabandonadas, las antiguas escuelas de Solvay volverán a abrir sus puertas a finales de este año o principios del siguiente como centro formativo para la industria química y la construcción. Esa es la previsión que maneja la Fundación Laboral de la Construcción, tras llegar a un acuerdo con la empresa de Barreda para el mantenimiento y buen uso de las instalaciones.
Fuentes de Solvay han indicado a este periódico que para la compañía el acuerdo de cesión del inmueble representa una oportunidad «excelente» de «recuperar y garantizar» el mantenimiento de un edificio «muy valioso», tanto desde el punto de vista arquitectónico como por lo que significa en la memoria colectiva de esta empresa centenaria. Si a eso le añadimos que el uso que se le va a dar es docente, afín al origen y la tradición de las antiguas escuelas, no es extraño que Solvay señale que es un proyecto «muy ilusionante», que espera sirva para formar a muchos alumnos.
José Antonio Valcárcel, gerente de la Fundación Laboral de la Construcción en Cantabria, recuerda que ya tienen dos centros formativos en Maliaño, pero les pareció «buena idea» esta oportunidad de «matar dos pájaros de un tiro»: estar presentes en el corazón de la región y rehabilitar un importante patrimonio arquitectónico relacionado con la docencia.
A través de sus clases, la Fundación quiere atender las necesidades formativas de la industria química, especialmente Solvay, una referencia en Cantabria, y las del sector de la construcción en sus diferentes ámbitos. Según Valcárcel, ahora se encuentran en el proceso de tramitar licencias y autorizaciones para llevar a cabo la reforma del inmueble, que, si todo marcha bien, podría recuperar la actividad sin que termine este año.
El Ayuntamiento de Torrelavega dio luz verde el año pasado a la solicitud de Solvay de reversión del uso de sus antiguas escuelas, ubicadas en Barreda y cedidas por la empresa al Consistorio en 1988. Tras utilizar las instalaciones en los últimos años como archivo y almacén, el Consistorio dio por terminado el acuerdo de cesión. La empresa le había comunicado su deseo de recuperar el uso de las viejas instalaciones, que se encuentran muy deterioradas. De hecho, en 2016 ya había iniciado conversaciones con la Universidad de Cantabria y el Gobierno regional, entre otros, para darle una nueva utilidad al inmueble.
El alcalde, José Manuel Cruz Viadero, dio a conocer la noticia durante un pleno de la Corporación, al ser preguntado por la oposición por la situación en la que se encontraban las antiguas escuelas, situadas en la Avenida de Solvay. El Ayuntamiento venía estudiando la posibilidad de renunciar a la cesión de las instalaciones, dado que precisan de una reparación integral (valorada en más de 300.000 euros) que quedaría a beneficio de la empresa, propietaria del inmueble. Así consta en un informe emitido por el arquitecto municipal, quien recordó que el edificio fue cedido en usufructo por 30 años y apenas era utilizado.
Según el convenio, la cesión del inmueble estaba condicionada a que fuese destinado a actividades recreativas y culturales. Para poder utilizarle, el Ayuntamiento tuvo que realizar diversas obras de reparación y acondicionamiento. Comenzó a usarlas en el año 2000, estableciendo en ellas la sede del Archivo y la Hemeroteca, así como el desarrollo de otras actividades como varios programas de empleo, pero después comenzó el paulatino desalojo.