Las obras de la autovía obligan a cerrar el único autocine de Cantabria
Torrelavega ·
El propietario está a la espera de llegar a un acuerdo económico con Fomento para ubicar el negocio en otro lugar de la comarcaLos amantes del séptimo arte han iniciado la semana con una mala noticia en Torrelavega. El próximo domingo cerrará, tras cinco años de ... trayectoria, el único autocine de Cantabria, situado en Los Ochos (Sierrapando). El negocio cesa en su actividad al estar afectado por las expropiaciones de terrenos para las obras del nudo de las autovías. Su propietario está a la espera de llegar a un acuerdo económico con el Ministerio de Fomento para trasladar el negocio a otro lugar de la comarca. La capital del Besaya y su entorno vuelven a quedarse, de momento, sin cine comercial y sin la posibilidad de acceder a los últimos estrenos. Las últimas salas de cine de la ciudad, Arlequín, cerraron en 2003. Actualmente, solo se proyectan películas en el salón de actos de la Casa de Cultura.
Según el propietario de Autocine Cantabria, Javier Espejo, le da «bastante pena» tener que cerrar después de que hayan pasado por la pantalla de Los Ochos más de 300 títulos, convirtiéndose en un «referente cultural» en el corazón de Cantabria. Espejo agradece el apoyo de los trabajadores, patrocinadores, instituciones, colaboradores, distribuidores y, sobre todo, de sus clientes. «Todos ellos han hecho posible sacar adelante este maravilloso proyecto, que esperamos pueda tener continuidad en un futuro próximo en una nueva ubicación», afirma.
El empresario indica que los trabajos de construcción del nudo de las autovías pasan por «mitad» de la finca. «Tenemos que cerrar el domingo porque ya tenemos aquí las obras», señala. Recuerda que han abierto casi todos los días desde la inauguración, en julio de 2014, y afirma que el negocio tenía una trayectoria ascendente. «Estamos muy contentos -explica-, tenemos una clientela fija y este verano ha sido el mejor. Al principio costó porque era un formato diferente, pero la gente le ha ido cogiendo cariño y está funcionando bien».
La fórmula siempre ha sido la misma: «Hemos mantenido precios, cinco euros por persona, porque nuestro objetivo siempre ha sido que la gente de Torrelavega y su comarca no tuviese que desplazarse a Santander para ir al cine y pudiera ver los estrenos a un precio asequible». Y el público ha sido variopinto, como la programación: «Hemos procurado variar la cartelera, que fuese para todos los públicos, así que ha venido gente de todas las edades. A veces se ha llenado de jóvenes y otras, como ahora con 'Quien a hierro mata', de gente de cincuenta». La idea de reubicarse en la comarca también es clara. «Estamos a la espera de llegar a un acuerdo con Fomento para ver cómo nos indemniza. Nuestra idea es montar el negocio en otro lugar de la comarca, puesto que es la más poblada de Cantabria sin cine comercial», concluye el propietario.
Los autocines son espacios al aire libre acondicionados para el estacionamiento de vehículos, en los que los clientes disfrutan del cine desde la comodidad y la intimidad del interior de sus coches, al estilo de los autocines americanos de mediados del siglo XX. El sonido de las películas se escucha a través del equipo de radio del automóvil. Autocine Cantabria abrió sus puertas tras una inversión de 100.000 euros y se convirtió en el único cine privado de Torrelavega y su entorno. Tiene capacidad para 100 vehículos y programa cine comercial y de estreno con calidad digital y sobre una pantalla de 16 metros.
El recinto dispone de cafetería para comprar refrescos, cerveza, palomitas... y en caso de lluvia se colocan viseras en los vehículos. Es obligatorio apagar las luces para entrar y circular por el autocine. Los vehículos más altos deben aparcar en la última fija. Cada coche tiene que ocupar solo una plaza de aparcamiento y la velocidad está limitada a 20 kilómetros por hora. El autocine abre todos los días en verano y el resto del año cierra los lunes, excepto en invierno que también lo hace los martes.
El autocine es uno de los negocios afectados por la obra más importante de los últimos años en Torrelavega, la construcción del ramal de continuidad de la Autovía de la Meseta (A-67) entre Sierrapando y Barreda, que pondrá fin a las retenciones de tráfico que se producen al no estar concluido el cruce con la otra autovía, la del Cantábrico (A-8). Los trabajos comenzaron hace un año, tienen un presupuesto de 109 millones y un plazo de ejecución de 40 meses.
La capital del Besaya es cruce de caminos en el corazón de la región desde hace siglos y eso ha facilitado su crecimiento, pero también tiene alguna consecuencia negativa, como la referida de las retenciones. Torrelavega fue durante muchos años noticia nacional por las colas que se formaban en el cruce de Cuatro Caminos, cuando las carreteras pasaban por el centro de la ciudad. Ahora, cuando el problema parecía resuelto con la llegada de las autovías, los atascos han vuelto a ser noticia porque el nuevo cruce de caminos, el del siglo XXI, está sin terminar. Las dos autovías que ahora se cruzan en Torrelavega comparten trazado en algo más de un kilómetro, lo que da origen a las retenciones.
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