Rehabilitar el edificio 'desokupado' de La Inmobiliaria costará más de un millón
El Ayuntamiento de Torrelavega quiere transformar el inmueble, hoy deteriorado, en una oferta de doce alquileres sociales para jóvenes y familias monoparentales
El Ayuntamiento de Torrelavega sigue trabajando para dejar atrás el pasado 'okupa' del número 9 de la calle Marqueses de Valdecilla y Pelayo, en La Inmobiliaria, y transformar este céntrico edificio en una oportunidad de vivienda social. Esa transición, eso sí, exigirá una inversión de calado. Apenas medio año después de haber comprado doce de los pisos que lo integran a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), por 280.000 euros, el Consistorio se ha encontrado con un inmueble francamente deteriorado y necesitado de una rehabilitación importante -su estado llega a ser ruinoso en algunas estancias-. El anteproyecto redactado por el Ayuntamiento cifra la reforma de las seis plantas afectadas en 1.068.310 euros, un dinero que aspira a financiar con la ayuda del Gobierno de España y que atañe a fachadas, revestimientos, estructuras y otras instalaciones. Toca invertir, y mucho, en el edificio. Para que este llegue a ser una vivienda de protección oficial algún día, primero tiene que ser habitable. Y hoy en día no lo es.
El «deterioro» y la «peligrosidad» del número 9 de la calle Marqueses de Valdecilla y Pelayo no ha sido ninguna sorpresa para la Administración municipal, que viene tomando medidas desde antes incluso de hacerse con los pisos. Una de las efemérides más reveladoras de ese abandono llegó tras el incendio por una hoguera -sin daños personales- ocurrido en una de las viviendas, el 27 de noviembre de 2021. Clausurado y tapiado desde entonces, el Consistorio ordenó al 'banco malo', entonces propietario del bloque, la ejecución «inmediata» de la rehabilitación. Dicha reforma nunca llegó, a pesar de las deficiencias acreditadas por los técnicos en dicho requerimiento.
No son sólo esos informes, los de la Policía Local o los del cuerpo de Bomberos, que también, los que vienen respaldando la evaluación del edificio como «desfavorable»; la mala salud y los problemas relacionados con la ocupación ilegal en La Inmobiliaria venían generando un sonado malestar entre la oposición y, sobre todo, los vecinos que viven en el entorno. Las peleas, la suciedad, las filtraciones de agua, los destrozos o los ruidos han marcado buena parte de la rutina reciente en esta calle para muchos residentes, incluida la comunidad del colegio José María Pereda, situado a pocos metros, o una Asociación de Vecinos Río Indiana que ya exigió una solución en repetidas ocasiones.
Año y medio después de aquel incendio, y el desalojo de los últimos okupas a un hotel de la ciudad mediante, el escenario administrativo que encara el número 9 de la calle Marqueses de Valdecilla y Pelayo es distinto. Por primera vez, el Ayuntamiento está en posesión del inmueble para rehabilitarlo y darle una salida en forma de alquileres sociales. Los beneficiarios serán los jóvenes y las familias monoparentales, dos de los sectores de la población más castigados por la crisis y que encuentran más dificultades a la hora de encontrar una vivienda a día de hoy.
Pero aún queda tiempo para que esa docena de hogares, dos por planta, salga al mercado. El Consistorio confía en financiar al menos el 40% de la inversión prevista, más de 600.000 euros, a través del Plan Estatal de Acceso a la Vivienda elaborado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y orientado a la rehabilitación, regeneración y renovación del urbanismo en diferentes comunidades. Una vez que el Ejecutivo central mueva ficha y tramite las ayudas -algo a lo que se mantiene atento el Ayuntamiento-, la Dirección General de Vivienda del Gobierno de Cantabria se convertirá en un intermediario clave para el futuro del portal, entre tanto libre de inquilinos.
Desenquistar este problema y abrir un nuevo capítulo en la vida del bloque, cuya licencia de obra se remonta a 1949, es uno de los objetivos que se marca el conjunto del equipo de gobierno (PRC-PSOE) desde que el traspaso a manos municipales se hizo efectivo. Ya entonces, a finales del año pasado, el alcalde, Javier López Estrada, avanzó su intención de poner en marcha este lavado de cara: «Los vecinos de La Inmobiliaria merecen que centremos nuestros esfuerzos en mejorar el barrio y en atender a las personas con menos recursos».
