Torrelavega licita la colocación de máquinas 'vending' en instalaciones municipales
El contrato cubrirá pabellones, complejos deportivos y varios edificios públicos, con el objetivo de ofrecer un servicio básico a usuarios
El Ayuntamiento de Torrelavega ha sacado a concurso la instalación y explotación de máquinas expendedoras –'vending'– en varias dependencias municipales. Se trata, básicamente, de dotar a los pabellones y espacios deportivos –y también a algunos edificios de uso público– de máquinas de café, bebidas y pequeños alimentos para quienes pasan por allí a entrenar, trabajar o estudiar y necesitan algo rápido sin tener que salir a la calle.
La intención es cubrir un buen número de instalaciones. En el listado figuran los pabellones Vicente Trueba, Habana Vieja, Enrique Pérez Pachín y María Pardo; la piscina y las pistas de tenis y pádel de La Lechera; y la bolera Severino Prieto. También se incorporan edificios más «tranquilos» como la Biblioteca Municipal, el Archivo, el Cepit o el Centro Municipal de Formación. En casi todos se prevé colocar tres máquinas: una de bebidas calientes, otra de frías y otra de snacks o productos sólidos. En la Biblioteca, por ejemplo, solo habrá una de café, que es lo que se considera más lógico en ese espacio.
Las máquinas deberán cumplir criterios ambientales, con vasos compostables y menor consumo energético
Los productos serán los habituales en este tipo de servicios: cafés, infusiones y chocolate en el apartado caliente, y aguas, refrescos, bebidas isotónicas o zumos en el frío. En cuanto a los sólidos, bollería envasada, frutos secos, chocolatinas y snacks. Se deja claro que no se podrán vender bebidas alcohólicas, tabaco ni bebidas energéticas. También se fijan topes de precio: el agua de medio litro no podrá superar el euro de coste, el refresco en lata tendrá un máximo de 1,20 y las selecciones de café quedarán también en un euro como límite.
La concesión no se limita solo a colocar las máquinas: la empresa adjudicataria tendrá que ocuparse de todo lo que implica mantenerlas en condiciones. Es decir, reponer producto con frecuencia para que no haya máquinas vacías, mantener la higiene, limpiar y arreglar cualquier avería con rapidez. De hecho, se fija un máximo de 24 horas para resolver incidencias. Además, se pide que sean equipos de bajo consumo energético y que desaparezca el plástico de un solo uso.
Si el Ayuntamiento ve que la demanda es mayor en algún espacio, podrá pedir hasta dos máquinas extra. Una vez se adjudique el contrato la empresa contará con un mes para instalarlas.