Caso Almería

El 'caso Almería' es la historia de un escándalo: fue un escándalo en 1981, cuando sucedió, y sigue siéndolo casi 42 años después pese a que el Gobierno de España acaba de reconocer ante los familiares de las víctimas que se cometió con ellas «una execrable vulneración de los derechos humanos». Estas palabras no reflejan la crueldad e incluso la ferocidad del suceso. El conocido como 'caso Almería' arrancó en Santander. Desde esta ciudad viajaron hacia la provincia andaluza tres trabajadores, Luis Montero, Luis Cobo y Juan Mañas. Su destino era una primera comunión, pero nunca llegaron: esos días, ETA había atentado contra un teniente coronel de la Guardia Civil y la Benemérita buscaba a los terroristas por tierra, mar y aire. Encontraron a los dos luises y a Juan, les detuvieron, les torturaron y les mataron. También quisieron hacer desaparecer los cadáveres, pero no fue posible.

Lo siguiente fue la historia de una infamia: un juicio que no juzgó a todos los implicados y, lo que es peor, el nulo reconocimiento de la gravedad de lo sucedido. A la reparación que se ha producido cuatro décadas después ante las familias ha acudido un cántabro: Javier Diego Montero (sobrino de Luis Montero) que se ha vuelto de Almería con un diploma que quiere ser una reparación al sufrimiento causado. Se lo han entregado la directora general de la Guardia Civil María Gámez y el secretario de estado de Memoria Democrática Fernando Martínez. Así lo cuentan Javier y Chemi Pelayo, uno de los periodistas que siguió el 'caso Almería' desde el principio.

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Con foto En libertad un guardia del caso Almería:

A las familias de los muertos siempre les ha indignado el trato que se dio a los guardia civiles condenados: beneficios penitenciarios, cumplimiento de las penas en prisiones militares y dinero de los fondos reservados del Ministerio del Interior para rehacer sus vidas al salir de la cárcel.

Con foto: los tres jóvenes muertos en Almería eran santanderinos

Desde el primer momento, todos los datos que trascienden del suceso son confusos y se alude, de forma constante, a las circunstancias que pudieron llevar a la guardia civil a confundir a los tres hombres con terroristas: el cambio de coche en el que viajaban, la pérdida del DNI de Luis Cobo...

Con foto: El cadáver de Luis Cobo llega hoy a Santander (13 de mayo).

Una de las cuestiones que más dolió a las familias cuando el suceso se fue esclareciendo: que se quemara el coche para hacer desaparecer los restos de los jóvenes y las pruebas del delito. A los testigos del incendio varias personas les dijeron que no hacía falta ayuda, que no pasaba nada.

Foto: Luis Montero y Luis Cobo serán enterrados hoy.

-Cuatro días después de la muerte violenta de los tres amigos, la prensa ya se hacía eco de que habían muerto a manos de la Guardia Civil, «en extrañas circunstancias». Se hablaba también de «oscuros hechos». Pero las familias de Montero y Cobo lo tenían claro: les habían matado.

Foto: Escenas de dolor en el entierro de Luis Cobo y Luis Montero.

-Para cuando enterraron en Muriedas y Ciriego, respectivamente, a los dos Luis, el abogado Darío Fernández, que se hizo cargo de la defensa de las familias, ya sabía que estaba ante un crimen de la Guardia Civil y, en todo momento, supo que su vida también corría peligro por seguir en el caso.

Foto: Rosón explicará la muerte de los jóvenes santanerinos

-El ministro del Interior del momento explicó las muertes en el Congreso y el Senado: las atribuyó a «un trágico error» . Mientras, las irregularidades de lo acontecido eran cada día más evidentes. El abogado del caso pidió un juez especial: sabía que la causa sería voluminosa.

foto: Robado el expediente del caso Almería

A los abogados de los tres guardias civiles procesados (de los once que participaron) les robaron el expediente del caso. Una anécdota frente a todas las circunstancias retorcidas para evitar que la verdad llegara a un juzgado: desaparición de pruebas, ocultamiento de hechos...

Foto: Solicita la reconstrucción itinerante de los hecho (Darío Fernández, el abogado)

El 'caso Almería' llevó por vez primera a tres miembros de la Benemérita -acusados en el ejercicio de sus funciones- ante la jurisdicción ordinaria. El fiscal solicitó 44 años para el teniente coronel y 27 años dos guardias. La sentencia fue de homicidio, pese al clamor de las familias para que se considerasen asesinatos.

Foto: considerados homicidios la muerte de tres santanderinos

-El fiscal pidió tres millones de pesetas (18.000 euros) de los años 80 -porque el juicio tuvo lugar en el año 82- de indemnización solidaria para cada una de las familias de los jóvenes a los que mataron. Preguntar a Javier si aquel dinero se cobró.

Foto: Caso Almería, condenas por homicidio

El teniente coronel Castillo Querol fue condenado, como máximo responsable, a 15 años de cárcel mientras los guardias Manuel Gómez y Manuel Fernández recibieron 12 años de condena, unas sentencias vistas por la acusación particular y las familias como «extraordinariamente benignas».

Foto: El Gobierno pide perdón a las familias del 'caso Almería'

Y, casi 42 años después, primera vez que el Estado español reconoce ante las familias de las víctimas que sufrieron un atropello.