Borrar

Los jóvenes, en el centro de las miradas

Convertido en uno de los grupos de edad más señalado en las últimas semanas por el repunte de casos que ha desembocado la quinta ola de covid, diez jóvenes cántabros comentan cómo ven la situación

sócrates sánchez | alejandra enríquez

Santander

Lunes, 12 de julio 2021, 07:11

Jaime Merino | In geniero, 22 años (Santander)

«Después de un año y medio parece que no hemos aprendido nada»

Imagen -

Tras entregar su trabajo de Fin de Grado y dar por concluida la carrera, a Jaime le apetecería poder salir a celebrarlo. Pero las circunstancias han cambiado y en estos momentos no le importa esperar un poco más. De hecho, está de acuerdo con la decisión de cerrar el ocio nocturno ya que, «visto lo visto, es la única forma de controlar la situación». No oculta sentirse preocupado por el incremento de contagios entre los jóvenes. «Después de un año y medio parece que no hemos aprendido nada», señala.

Con el buen tiempo y las vacaciones la vida social se incrementa y la evolución de la pandemia auguraba un verano tranquilo, truncado por el estallido de contagios. Pero es precisamente ahora cuando Jaime considera que «entre todos» se debe hacer un último esfuerzo. «Al final por querer salir de fiesta en verano vamos a tardar mucho más en terminar con la pandemia definitivamente». Otra de las posibles soluciones que se han planteado en los últimos días algunas comunidades apunta al adelanto de la vacunación, en Cantabria descartado por Sanidad. Jaime no está de acuerdo con esta idea y prefiere que se prioricen las vacunas a las personas más mayores. «Los efectos del covid pueden ser mucho más graves en personas con más años».

Virginia Álvarez | Estudiante, 24 años (Santander)

«Me preocupa que por querer todo de golpe nos quedemos sin verano»

Imagen -

A pocos días de finalizar sus exámenes de la universidad, Virginia se siente «perjudicada» por el cierre del ocio nocturno ahora que van a comenzar sus vacaciones. «Con el inicio del verano apetece salir hasta más tarde, pero también comprendo que la incidencia ha subido bastante y es entendible que se restrinjan los sitios donde se pueden formar aglomeraciones», apunta. La rápida «reducción» de medidas como la eliminación de las mascarillas por las calles «da una falsa sensación de seguridad que no existe», y puede que «no haya sido la mejor solución. Me preocupa que por querer todo de golpe nos quedemos sin verano».

Con el cierre del ocio nocturno, las opciones de socializar hasta altas horas de la noche se complican, «no he hecho botellón en la calle, que yo sepa es algo que está prohibido. Sin embargo, como mucha gente joven, me he juntado en casa con amigos, pero siempre respetando los límites de aforos que marcaban las autoridades», señala. «Al ser de fuera, y muchos de mis amigos también, solemos ser un círculo reducido, es decir, intentamos relacionarnos los mismos y así poder evitar posibles contagios. Aunque seamos jóvenes y queramos tener vida social, tampoco queremos contagiarnos».

Íñigo Noval | Estudiante, 22 años (Santander)

«Somos un vector para contagiar a los mayores incluso vacunados»

Imagen -

Íñigo Noval estudia Medicina en la Universidad de Cantabria y por ello ya está vacunado. Aún así reconoce estar «muy preocupado» por los brotes de contagios entre la gente joven. De hecho, es consciente de que a pesar de tener la pauta de vacunación completa, se puede contagiar . Y lo que es peor, «contagiar a otros». Asume que los brotes entre jóvenes pueden llegar más allá. «Somos un vector para contagiar a nuestros mayores, que aunque estén vacunados pueden contagiarse», apunta.

Las restricciones derivadas de la pandemia han hecho mella en los jóvenes que han tenido que adaptarse a otro tipo de vida social. Es por eso que a Íñigo el cierre del ocio nocturno no le preocupa. «También se pueden hacer otro tipo de planes para que prevalezca la seguridad». Considera que se puede tener una vida social adaptada a las circunstancias ya que se llevan haciendo durante más de un año y medio. También evalúa las consecuencias de la limitación del ocio. Sí algo ha puesto de manifiesto la pandemia son los problemas de salud mental derivados del confinamiento y el daño psicológico en el que puede derivar la limitación de la libertad de los jóvenes. Por eso, Íñigo prefiere seguir acatando las normas sin dejar de disfrutar del verano.

Paula Martínez | Estudiante, 20 años (Santander)

«El cierre del ocio nocturno va a provocar el aumento de botellones»

Imagen -

A sus 20 años, Paula cree que «los botellones que se están dando en las calles son más cosa de chavales que no han cumplido todavía la mayoría de edad», una actividad que «va en aumento por el cierre del ocio nocturno», explica. «Con la clausura de los locales nocturnos solamente se consigue que los jóvenes nos podamos reunir en casas con amigos, donde las medidas para evitar la transmisión del covid son nulas o prácticamente inexistentes. Mientras que en los locales pueden ser más controladas y respetadas por la gente», considera.

La todavía escasa administración de dosis entre los más jóvenes «provoca» este aumento de positivos, aunque no «están repercutiendo todavía en unas grandes cifras de hospitalizados y fallecidos». «Creo que antes o después vamos a tener que pasarlo todos, y que aprender a convivir con el virus es algo más que necesario. La única solución no puede ser el aumento de las restricciones, el ocio nocturno es uno de los sectores más castigados por la pandemia y no puede cargar con todas las culpas», reitera.

«Aunque los jóvenes somos los que más facilidad podemos tener para socializar, me parece un acierto el orden de vacunación que se está siguiendo, de mayores a jóvenes», opina Paula.

Andrea Cuesta | Óptica, 22 años (Torrelavega)

«No quiero perder el verano, por la irresponsabilidad de otros»

Imagen -

Ya incorporada en el mundo laboral (trabaja en una óptica), Andrea piensa que «las medidas no se respetan como deberían por cuatro irresponsables», que están generando estos nuevos brotes. Y pone como ejemplo el uso de la mascarilla en el interior de los establecimientos. «Hemos vuelto un paso hacia atrás». Aunque cree que «las medidas no sean las adecuadas», afirma que le «preocupan» estos contagios porque significan «más restricciones» ahora en verano, «cuando tenemos más tiempo para hacer planes y pasarlo bien».

Confiesa que hace botellones, pero con su círculo más cercano de amigos, «solemos ser 4 o 5 amigos del grupo». Andrea piensa que «aunque esté mal», algo tienen que hacer para «ver a nuestros amigos» y poder «desconectar». «Aunque sería mejor al aire libre, no siempre se puede debido al mal tiempo que puede hacer». También cree que «deberían vacunar a los jóvenes primero, porque son los que más vida social tienen y los que más podemos movernos entre comunidades autónomas, por estar de vacaciones, por lo que tenemos un mayor riesgo a contagiarnos y de contagiar a las personas de nuestro alrededor». Es por eso que considera que «debería ser totalmente necesario».

Marina Andecochea | Estudiante, 21 años (Santander)

«Está en manos de todos hacer una buena gestión del ocio»

Imagen -

Una de las principales críticas dirigidas a la generación de jóvenes es la «falta de conciencia». «No existe esa responsabilidad entre la gente joven, lo que está provocando un creciente número de contagios cada vez más preocupante», afirma Marina. Aunque no todo es «culpa» de los jóvenes, «no se está abordando bien el tema de la apertura y cierre del ocio nocturno por parte de los bares y pubs. Pienso que durante el tiempo que estos locales permanecen abiertos no se llevan a cabo correctamente las medidas de seguridad». Esto no exime que «nos juntemos en pisos de estudiantes a beber. Pienso que los botellones son peligrosos en el momento que se juntan personas que habitualmente no comparten círculos, si se mantienen estos pueden resultar menos peligrosos», sostiene. Pese a ello, Marina sabe «que hay mayor probabilidad de contagios en espacios sin ventilación que al aire libre».

«No se han creado las suficientes ofertas de ocio para que los jóvenes se alejen de las discotecas y los bares. Parece que es de las pocas formas de ocio que podemos concebir. Está en manos de todos nosotros hacer una buena gestión del ocio para que este se mantenga abierto el máximo tiempo posible y no se vuelva a repetir esta situación», explica.

Marcos Maroñas | Investigador, 28 años (Santander)

«Empujar a los jóvenes a los interiores es contraproducente»

Imagen -

Para Marcos Maroñas, las circunstancias que rodean el covid ahora son diferentes al año y medio transcurrido de pandemia. Con buena parte de la población vacunada, el foco de los contagios está en las personas jóvenes, y por eso considera que se debería cambiar ya la mentalidad. Opina que la juventud por norma general tiene síntomas leves o son asintomáticos. por lo que «ya no tiene sentido mirar el número de contagiados sino el de hospitalizados», asegura. Por eso no se muestra tan preocupado por el impacto de esta quinta ola. Y añade que ahora aún menos por la liberación de los hospitales y la rápida detección del virus. «Lo que de verdad hay que mantener bajo vigilancia es el número de hospitalizaciones». Según Marcos, la clave estaría en dejar de tratar el covid de 2021 como el de 2020 porque las cosas han cambiado mucho. Dice que no hace botellones. De hecho, está en contra de que se realicen y espera que los prohíban definitivamente.

Aún así, no termina de entender el cierre del ocio nocturno y considera que es una medida que se puede volver en contra. «Si lo que se persigue es reducir los contagios, empujar a los jóvenes a los interiores va a ser contraproducente, ya que el virus es más contagioso en espacios cerrados».

Alejo Arroyo | Historiador, 24 años (Santander)

«Después de un año de pandemia, me he acostumbrado a salir menos»

Imagen -

Hay gente joven que se ha visto «expuesta» ante el virus por el trabajo que desempeña y, «no por estar de fiesta». «No sé a quién habría que vacunar antes, si a los jóvenes o a los mayores, los dos tienen el mismo derecho. Lo único seguro es que los que se encuentran de cara al público, como camareros y dependientes, deberían de vacunarlos primero. Muchos han pillado el virus por pasar el día rodeados de numerosa gente a su alrededor», subraya.

«A mí no me molesta el cierre del ocio nocturno. Después de un año de pandemia, me he acostumbrado a salir menos. Lo único que me preocupa es el efecto económico que puede generar para el sector», explica Alejo.

«No hago un botellón desde antes de que empezase el covid, lo máximo que he hecho es tomar algo en casa con amigos cuando lo han permitido las autoridades. El hecho de contagiarme es algo que no me preocupa, pienso que hay que ser consecuente, si acudes a una fiesta con un montón de gente, corres el riesgo de coger el virus. No me preocupa la ola de positivos entre los jóvenes», comenta. «En la vida creo que hay cosas más importantes que un botellón, no pienso que sea una pérdida excesivamente grande», argumenta.

Patricia García | Estudiante, 20 años (Santander)

«Todos estamos contribuyendo a que esta situación no termine

Imagen -

Patricia García se muestra «muy preocupada» por la situación. «Creo que todos estamos contribuyendo a que esta situación nunca termine. Somos unos irresponsables». Añade que esta situación puede significar «un posible colapso hospitalario», que generen restricciones más duras. «Esto supondría un atraso para alcanzar la normalidad que conocíamos», afirma.

En cuanto al cierre del ocio nocturno no parece importarle a Patricia, pues explica que no cumplen «nunca» las medidas de seguridad. «La relajación de las medidas ha generado un caos», por lo que ve un error haber eliminado el uso de la mascarilla en el exterior. Cuenta que «prefiere» estar en una terraza de un bar, al aire libre, con sus amigos, y «siempre con la mascarilla puesta». «Este año por la situación en la que vivimos, he salido algunas veces, siempre con mi grupo de amigos, las mismas personas», declara.

Respecto al orden de la vacunación, comenta que «es un error dejarnos los últimos, porque estamos con más gente». Propone que se «debería» haber vacunada la vez, tanto a los más jóvenes, como a las más mayores, aunque vayan a un ritmo «más lento». Cree que ante la situación que vivimos estos días «tendrían que vacunarnos», asiente.

Clara Fernández | Estudiante, 19 años (Sta. María de Cayón)

«Me encantaría salir de fiesta, pero vivimos una situación excepcional»

Imagen -

Ante toda esta situación, «veo bien y lógico que cierren el ocio nocturno. Me encantaría salir de fiesta, pero vivimos una situación excepcional y está claro que en todos esos locales no se siguen las normativas vigentes», explica Clara. «Cuando bebes, te desinhibes y no vas a estar con la mascarilla puesta». «Es cierto que ha habido cosas en la gestión que no tienen sentido ninguno, yo que vivo en un pueblo no podía ir por la calle sin mascarilla, mientras han permitido que se realizasen botellones en la vía pública en otros municipios de la región». Es un momento para «tener calma», los jóvenes son ahora los principales «portadores» del virus, y aunque a muchos de ellos no les afecte, puede que «vuelven a aparecer brotes en personas mayores», subraya con preocupación.

En cuanto a la vacunación, «la gente con mayor riesgo de tener complicaciones tiene que ir siempre por delante de los jóvenes. Se está viendo que no nos afecta tanto el covid como a las personas de edad avanzada. Muchos lo están pasando sin presentar síntomas». Pero lo peor de todo es cuando «los países nos pongan en su lista negra», aclara. «España es un país que tiene en el turismo, una de sus principales fuentes de riqueza y no puede permitirse cerrar».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Los jóvenes, en el centro de las miradas

Los jóvenes, en el centro de las miradas