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Tumbadas al sol de febrero en la nueva playa que se ha formado tras los temporales. Así pasaron el día las cinco focas grises que habitan uno de los recintos del minizoo de La Magdalena. El fuerte oleaje ha arrastrado grandes cantidades de arena, que han robado espacio a la piscina de agua salada creada entre rocas naturales donde nadan y juegan estos animales a diario, aunque estos días han variado ligeramente sus hábitos: toman más el sol y nadan algunos largos de menos.
La acumulación de arena es algo que ocurre todos los inviernos. Después, en primavera, el Ayuntamiento realiza las labores de extracción pertinentes con una retroexcavadora. La directora general de Medio Ambiente y Agua, Belén Domínguez Fernández-Viña, explicó a este periódico que «la retirada de arena se realiza cuando finalizan los temporales, que se producen –con mayor o menor virulencia– entre febrero y marzo; o podría adelantarse (la extracción de arena), en el caso de que los técnicos determinasen que es necesario para garantizar la calidad de vida de los animales».
Esta instalación tiene entrada de agua directa desde el mar, lo que se produce dos veces al día, cumpliendo con los estándares europeos. De esta forma, según la hora del día, la piscina natural se llena con más o menos agua. La imagen que acompaña la información está tomada en un momento de bajamar, y hay otros momentos en los que la playa se reduce y solo despuntan dos dunas.
«La entrada de arena al espacio de las focas es algo que pasa cada año con los temporales de febrero, que dejan muchísima arena dentro. En abril se saca toda la arena y se acometen trabajos de limpieza y se vuelve a llenar de agua», explicaron los operarios que daban de comer ayer a los animales. «Hay años en los que la piscina se queda seca completamente, pero de momento tienen agua suficiente para nadar», opinaron.
Cuando empiezan los trabajos, empleados de la UTE Jardines de Santander aprovechan semanas de mareas bajas para acceder al recinto y retirar la arena. El relleno también se produce con el aporte de agua natural y mediante bombas para la piscina.
Cada día se extraen entre 200 y 250 metros cúbicos de arena que no se devuelve a la playa por estar contaminada de basuras de todo tipo, sino que se lleva al punto de transferencia de materiales de Rostrío, donde Jardines de Santander acopia material que utiliza posteriormente. Las arenas del recinto de las focas quedan a la espera de que se laven con la lluvia y pierdan la sal, y se puedan utilizar con mezcla de tierra para rellenos en los parques.
La instalación destinada a las focas en la Península de la Magdalena es la más afectada al estar más próxima al acantilado, donde rompe con fuerza el oleaje. Su vecinos, los leones marinos, disponen de mayor nivel de agua en estos momentos. Además, también se pueden visitar los nuevos leones marinos, ciegos, que este verano llegaron cedidos por el Parque de Naturaleza de Cabárceno, que ocupan un recinto donde antes había aves.
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