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Los locales de la galería comercial de Valdecilla, en la planta baja de las Tres Torres, llevan año y medio terminados y sin ocupar. :: Roberto Ruiz
La galería de Valdecilla pierde interés para los antiguos comerciantes tras años de espera

La galería de Valdecilla pierde interés para los antiguos comerciantes tras años de espera

Varios inquilinos que aguardaban desde el año 2011 para reabrir sus negocios ya han renunciado, y otros se lo están replanteando

Ana Rosa García

Santander

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Lunes, 3 de septiembre 2018, 07:49

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«A este paso, no sé si veremos algún día llena la galería comercial de Valdecilla. Va a estar complicado». La frase parte de uno de los antiguos inquilinos que definitivamente ha tirado la toalla después de siete años de espera. «Hemos hecho números y no nos interesa», señala Antonio Gómez, uno de los responsables de la popular confitería que lleva su apellido. Y no es la única renuncia. El paso del tiempo y la situación actual de bloqueo ha ido desvaneciendo la ilusión con la que los antiguos inquilinos respondieron 'sí' a su vuelta a Valdecilla cuando la concesionaria empezó a sondear las expectativas del centro. Primero, por el retraso en la construcción de las Tres Torres, que fue lo que desencadenó el derribo de la vieja galería con la idea de levantar una nueva integrada en el futuro complejo hospitalario. Y después, ya con el nuevo Valdecilla habitado de pacientes, por una demora que nadie acaba de justificar ni siquiera a los propios interesados, los comerciantes que fueron obligados a echar la persiana en 2011 para poder demoler la estructura que se levantaba en la explanada norte del hospital, techo del aparcamiento subterráneo.

En su día, la empresa concesionaria (Estacionamientos Controlados Masaveu) selló por escrito el compromiso con aquellos comerciantes, de tal forma que sus negocios tuvieran prioridad a la hora de instalarse en la planta cero de las Tres Torres, donde estaba prevista la superficie. Pero tres años después de terminarse la obra del nuevo hospital, en los espacios reservados para la actividad comercial solo se ha conseguido ocupar el puesto acristalado de la floristería, en el pasillo que enlaza el hall principal con la cafetería. El resto están vacíos, y más de uno sin dueño asegurado.

EN SU CONTEXTO

  • La demolición del centro Las obras de construcción de las Tres Torres motivaron el derribo de la antigua galería comercial, situada en la explanada de la plaza norte, en 2011. A sus inquilinos se les garantizó la continuidad de su actividad en las nuevas instalaciones.

  • La reapertura que no fue En 2015, cuando la concesionaria -Estacionamientos Controlados Masaveu- tanteó a los antiguos comerciantes de cara a la reapertura, todos estaban conformes

  • Acta de concesión El último avance, que se aventuraba como el paso final para que la galería comenzara a funcionar, fue la firma del acta de concesión entre la empresa y la Fundación Valdecilla, pero de aquello ha pasado más de un año y solo la floristería se ha instalado.

«Hace año y medio parecía que la apertura era inminente, pero de repente todo se paró y no hemos vuelto a saber nada», declara Adan Musi, que fue gerente durante catorce años de la antigua galería, donde tenía su quiosco. Él ya está jubilado, pero reconoce que si sigue interesado aún es por el futuro laboral de su hija, que será la que seguirá adelante con el negocio. «Si no fuera por ella, que está en paro, yo también hubiera renunciado ya», confiesa. «Es una pena que aún estemos así. Este tipo de servicios extrahospitalarios son muy necesarios, sobre todo para las familias de pacientes ingresados. Algún problema tiene que haber para que esto no arranque, pero no lo dicen».

31 años de concesión de la galería tiene por delante Masaveu, según el acta firmado en 2017 con la Fundación Valdecilla

La empresa, hermética por su política de comunicación, ha declinado pronunciarse. Su única aportación es que «la galería abierta está». Y cierto es que está señalizada y se puede pasear entre sus locales huecos, pero la actividad está por llegar. Según ha podido saber este periódico, hay negociaciones económicas de fondo que están frenando la ocupación de la superficie, bien por la falta de acuerdo para romper aquel vínculo exclusivo firmado hace siete años con inquilinos que ya no quieren serlo o bien por las nuevas condiciones propuestas para instalarse.

«Hemos renunciado a instalarnos en Valdecilla, hemos hecho números y ahora no nos compensa»

Antonio Gómez | Confiterías Gómez

«La verdad es que después de tanto tiempo, yo ya no sé si abrir», reconoce María Luz González, que en la anterior etapa tuvo una perfumería. «¡Cómo iba a imaginar que esto se iba a demorar tanto! Y lo peor es que no sabemos nada. El centro está terminado y nosotros seguimos a la espera de noticias». Como el resto de los profesionales consultados, tiene sus dudas sobre el acierto de la ubicación del área comercial. «Antes teníamos un centro con un tráfico importante de personas, nada que ver con lo que nos proponen ahora. Salvo los pequeños locales del pasillo, el resto hay que buscarlos, aquello es un laberinto», critica. Y en su caso, la gran incógnita que determinará su decisión es si al final desembarca Carrefour Express, extremo que tampoco Masaveu ha querido aclarar. «Desde luego, si se instala un supermercado, mi negocio no tienen ningún futuro ahí», admite.

«Después de tanto tiempo, ya no sé si abrir, la verdad. No me convence el sitio, no es una galería de paso»

María Luz González | Perfumería

Otro de los veteranos que ha descartado su proyecto empresarial en Valdecilla es Rafael Oceja, que ya ha comunicado a su socio, con el que comparte la cafetería, que se desvincula de los planes que tenían para los dos locales que les corresponden en la galería. «No sé en qué va a acabar esto, pero viendo el panorama decidí desligarme. Requiere mucha inversión y no lo veo nada claro», admite, a sabiendas de que el paso del tiempo ha jugado en contra de los negocios de hostelería del pasado. Precisamente, aprovechando el vacío de servicios del hospital, se han instalado en las cercanías cafeterías que ya han hecho su clientela.

«Ya estoy jubilado, pero si sigo a la espera es por mi hija, que está en el paro. Es una pena seguir así aún

Adan Musi | Quiosco

Último movimiento

El último amago que hizo pensar que la apertura era inminente, después de obtenerse todas las licencias municipales pertinentes, fue el 1 de junio de 2017, cuando entró en vigor el acta de concesión con la Fundación Valdecilla, para los 31 años siguientes. Joaquín Ruiz Sisniega, entonces gerente de la institución, celebraba entonces que por fin se hubiera desbloqueado la situación. Él personalmente se encargaba de presionar a la empresa para que la galería abriera sus puertas, entre otras cosas porque, como dueña de la superficie, parte de los ingresos generados por la actividad comercial repercutirá en las cuentas de la Fundación. Sin embargo, la dimisión repentina en marzo de Ruiz Sisniega, dejó en punto muerto las conversaciones directas con la adjudicataria.

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