El turismo rural se rebela contra el nuevo registro único de alojamientos turísticos
De la norma, que entra en vigor en julio, están excluidos hoteles o campings, pero no los negocios de este sector, obligados, en principio, a apuntarse
La idea es que los propietarios de viviendas que quieran alquilarlas por periodos de corta duración estén apuntados a un registro único, nacional, y que ... el código que les otorguen en ese paso figure en los anuncios de las plataformas por internet (ya saben, Booking, Airbnb...). Si no hay código, no hay anuncio. Y, si no hay anuncio, difícilmente habrá clientes. Todo, según explicó el Ministerio de Vivienda en su día, para «perseguir el fraude y poner coto a los alojamientos turísticos ilegales». Y debe estar antes del 1 de julio. Hay excepciones, eso sí. La propia norma dice que no deben apuntarse «hoteles y alojamientos similares», «albergues» o «campings», entre otros negocios. Ahí creen que están incluidos los propietarios de alojamientos de turismo rural (hoteles rurales, posadas, casas rurales...). Pero no. Con la cercanía de la fecha límite han empezado a recibir cartas de las plataformas y en Turismo, tras consultar, les han respondido, según relatan, que tienen que registrarse. «La gente está asustada y nos indigna porque va en contra de nuestra profesionalidad y de lo que somos», asegura Jesús Blanco, de la Asociación de Turismo Rural de Cantabria. Ya se han unido a otros colectivos y anuncian medidas.
De entrada, el Foro Nacional de Turismo y Despoblamiento Rural que se celebró recientemente aquí sirvió para unir fuerzas. Seis colectivos: Turismo Rural de Cantabria, de Asturias y de Castilla y León, además de Nekatur (País Vasco), Turismo Verde Huesca y Ascarioja (La Rioja). «Y ya se han sumado las catalanas y algunas más», asegura Blanco. Dicen que acudirán con sus razones a las Comunidades Autónomas, a las plataformas de anuncios de internet y al Ministerio. «En el País Vasco ya anuncian que no se van a registrar».
Ojo, que no están en contra de lo que pretende la nueva regulación. Al revés. «El sentido del decreto es controlar el 'desmadre' y eso está bien». Pero no entienden su situación.
«El propio decreto dice en su artículo dos que están excluidos los hoteles y alojamientos similares. Entendemos que en esos alojamientos similares estaríamos nosotros, pero hay confusión y mucha ambigüedad. La interpretación depende de cada comunidad autónoma y nosotros consultamos aquí a la Dirección General de Turismo. Después de mirarlo durante un tiempo nos dijeron que sí creen que debemos registrarnos». Y, en paralelo, la fecha para que entre en vigor la norma se acerca. Un par de semanas. «Las plataformas de internet nos están mandando cartas pidiéndonos el número de registro. La cosa se está apretando y Booking, por ejemplo, envía las cartas a todos. A posadas, hoteles rurales, casas rurales, al negocio de cabañas o apartahoteles... Te amenazan con quitarte el anuncio y la gente está asustada», relata Blanco.
«El sentido del decreto es controlar el 'desmadre' y eso está bien, pero hay confusión y es ambiguo»
Jesús Blanco
Asociación de Turismo Rural
Es el engorro de completar el procedimiento. «Tienes que acudir al registrador, hacer una serie de trámites, conlleva unos gastos...». Pero, según el presidente de la Asociación de Turismo Rural, la reclamación va más allá. «Es que nos indigna. Va en contra de nuestra profesionalidad. Somos autónomos o empresas que nos dedicamos a este sector, cumplimos unas condiciones determinadas y pagamos lo que corresponde a Hacienda, porque hay una legislación diferenciada para cada tipo de establecimiento, de negocio. Con todo el respeto, y sin menospreciar a nadie, no somos un piso que un señor alquila puntualmente unos días en una calle de Santander, aunque esté dado de alta y haga todo legalmente. Nosotros ofrecemos desayunos, comidas, recepción en muchos casos, información turística, limpieza diaria... Una cosa es alquilar una vivienda puntualmente, entregar unas llaves a unas personas que se van a quedar en el piso, y otra es gestionar una casa rural que ya está registrada como tal en Turismo, como otros establecimientos», resume.
La puesta en marcha de la norma viene acompañada de otros problemas añadidos. Ya hay informaciones que hablan de un aluvión de solicitudes en los Registros de Propiedad y algunos colectivos hablan de disparidad de criterios. Que no en todos los sitios piden lo mismo. Y faltan muchos por apuntarse. ¿Llegarán a tiempo? ¿Desaparecerán sus anuncios en pleno julio? A esto se añade que la Junta de Andalucía, por ejemplo, ha presentado un recurso contencioso administrativo contra el decreto. Entienden que la competencia exclusiva sobre la gestión y el control de los datos de los arrendamientos les corresponde a los ejecutivos autonómicos.
Cursos para crear una bolsa de empleo en el sector
El origen es un acuerdo de colaboración entre Cruz Roja en Cantabria y la Asociación de Turismo Rural. Un convenio que firmaron hace aproximadamente un mes. La idea es ofrecer una formación que ayude a encontrar un empleo, que capacite para trabajar, teniendo en cuenta, además, la enorme necesidad de personal que existe en el sector de la hostelería. «Crear una bolsa de empleo para la temporada de verano», concreta Jesús Blanco. Y en esa bolsa hay ya quince personas que han participado en un curso centrado en las tareas de camareros de pisos, presentación de desayunos o atención al cliente, en general. Se trata de los primeros participantes en estas actividades, que se han desarrollado en Barreda y que combinan en su desarrollo la teoría y la práctica.
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