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Con este estimulante título, 'El club de los buscadores de soluciones', acaba de publicar el filósofo y pedagogo José Antonio Marina su último libro en la editorial Boldletters, con ilustraciones y viñetas de Raquel Gu. La obra ha gozado ya de varias presentaciones (la más reciente en el aula de cultura Club El Faro de Vigo, donde ha afirmado, por ejemplo, que «cuando hablamos de educar hablamos de ayudar a construir la memoria de ese niño»).
Autor José Antonio Marina
Ilustraciones Raquel Gu
Editorial Boldletters, 2024
Precio 19,95 euros
Creo que es pertinente escribir sobre este libro por, al menos, tres grandes razones que espero susciten el interés del lector, especialmente el dedicado al ámbito educativo. La primera razón, porque este libro forma parte de una serie llamada 'Chic@genial' que ya ha publicado otros seis títulos expresamente dedicados al público adolescente y juvenil, que, sinceramente, no suele ocupar la atención de nuestros reseñadores y críticos, quizá precisamente por la dificultad que entraña adaptarse a sus intereses o captar su atención en un mundo cada vez más disperso. El asunto no es baladí y se habla de ello con frecuencia en algunos foros docentes: qué libros son adecuados para los lectores de esas edades, sin que se les caigan de las manos ni estén llenos de moralina o resulten demasiado facilones. Pues bien: aquí tienen los profesores, padres y tutores siete títulos adecuados que abordan, dicho rápidamente, el desarrollo personal, cognitivo, emocional y social de una manera amena y próxima al lector y a quienes guían su crecimiento y su experiencia lectora. Se trata de obras presentadas, escritas e ilustradas magníficamente, además, lo que, como es lógico, las hace más atractivas.
La segunda razón que me ha animado a escribir este comentario es la reivindicación de su autor, José Antonio Marina. Es obvio que no necesita de ningún glosador (y, obviamente, mucho menos de alguien como yo) para que se subraye su aportación a la filosofía y a la educación en nuestra época contemporánea, pero sí es importante destacar, a mi juicio, la coherencia de este libro con sus últimas publicaciones y con su especial y decidido empeño en el estudio de una inteligencia que nos ayude a ser mejores y nos acerque en lo posible a una verdadera felicidad. No es Marina un pensador que pretenda conquistar los cielos, sino un intelectual a pie de calle, preocupado por los problemas que aquejan al hombre contemporáneo en especial en lo referente al crecimiento personal, cognitivo y afectivo. Dicho con otras palabras, no sólo Marina es un excelente escritor y autor de ensayos para mí fundamentales para el pensamiento contemporáneo (como 'Elogio y refutación del ingenio', 'Teoría de la inteligencia creadora', 'El laberinto sentimental', 'La selva del lenguaje', 'Por qué soy cristiano', 'La revolución de las mujeres' o 'Historia universal de las soluciones') sino que expresamente se ha preocupado por la practicidad de la teoría y su implantación e influencia, en concreto, en el proceso educativo, llevando a cabo proyectos concretos como la 'Universidad de Padres online'; merece la pena visitar su página web y, por supuesto, participar en ellos.
La tercera razón por la que creo que se debe hablar de 'El club de los buscadores de soluciones' es obviamente por su contenido y la importancia de su planteamiento, por completo novedoso (por desgracia) en la mayor parte de nuestras aulas. Marina parte de una base que no por evidente es fácilmente asumida: la necesidad de mirar de frente a los problemas y tratar de resolverlos. La vida no es fácil, no esconde ni obstáculos ni dificultades, aunque haya una tendencia educativa que trate siempre de minimizar y aun de ocultar los problemas. Estos existen y van a aparecer sin duda, pero el ser humano cuenta con una «inteligencia resuelta» que permite buscar soluciones de manera personal o colectiva (porque la felicidad no es sólo personal, sino pública). La complejidad del crecimiento del ser humano no puede solventarse de un plumazo ni arrumbando su propia diversidad y profundidad. En este punto, no hará falta recordar que la historia de la filosofía, esa materia que para algunos lumbreras es tan innecesaria, está repleta de incesantes e imprescindibles elucubraciones sobre el individuo y el mundo: no hay nada nuevo bajo el sol, pero sí es cierto que últimamente parece que se trata de 'superficializarlo' todo, evitar los problemas y los interrogantes de la existencia, no sea que traumaticemos a nuestros infantes.
El libro, estructurado en catorce capítulos y un epílogo, narra en realidad los problemas corrientes a los que se debe enfrentar un grupo de alumnos de primero de Bachillerato, a través de anotaciones en sus diarios respectivos y conversaciones entre ellos, con abundantes y acertadas referencias a la historia del arte y el pensamiento. Los propios chicos, con sus profesores y familiares, van csero fundamentales: la felicidad, los derechos humanos, la migración, la justicia, la sexualidad (con el enamoramiento, la idea de consentimiento o la pornografía), el acoso… Vivir resueltamente y sin miedos, comprender las dificultades, cuidar las emociones, resolver juntos problemas comunes, asumir las propias obligaciones, elegir bien a los amigos… son enseñanzas básicas que en este libro no quedan en abstracto, sino que son consecuencia de la experiencia compartida de los jóvenes y sus educadores. Porque el mayor reto al que nos enfrenta la vida es precisamente la resolución de problemas, la búsqueda de soluciones. Ser inteligente es saber resolver problemas. Y ni la escuela ni sus profesionales, obviamente, podemos ponernos de perfil.
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Josemi Benítez
Jon Garay y Gonzalo de las Heras (gráficos)
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