“¿Van a seguir cortando hayas hasta que nos quedemos sin monte?”

No se trata de que les cobren 20 euros por haya, que también, sino de que están tirando las hayas en pie de un parque natural como es el Saja-Besaya, un lugar que está protegido y es patrimonio natural. En torno a cien personas se concentraron este sábado en el kilómetro 20 del Canal de Ocejo, carretera Palombera, para protestar porque están talando hayas en pie para la obtención de leña en este parque, una medida que ha autorizado la Mancomunidad Campoo-Cabuérniga, que además cobra 20 euros por haya a los vecinos con un máximo de cinco hayas por familia, y les prohíbe recoger las talas caídas o rodadas, como se venía haciendo durante muchos años.

La decisión de los alcaldes de los ayuntamientos que componen la Mancomunidad (Ruente, Los Tojos, Cabuérniga y Campoo de Suso) de prohibir que se recojan las hayas caídas y cortar las que están en pie para luego cobrar 20 euros por cada una, ha provocado una onda expansiva de indignación que cada vez comparte más gente, tanto de dentro como de fuera de la Comarca, porque es un atropello, explica Nicolás Toral, presidente de la Asociación la Castañera. Ahora nos cobran 20 euros por haya, cuando toda la vida hemos recogido la leña muerta, y lo hacen solo para sacar dinero. El año pasado también protestamos por lo mismo, explicaba Araceli Azpiazu. Ella se hace la misma pregunta que el resto de vecinos ¿Van a seguir cortando hasta que nos quedemos sin monte?. Una pancarta en contra de la tala de hayas enmarcaba sus palabras.

Es prevaricación, porque resulta muy sospechoso que prohíban recoger la leña caída y se cobre por las hayas para financiar los gastos de la Mancomunidad, con un bien que es patrimonio de la humanidad, sin realizar ningún estudio ambiental, y esto no se regenera tan fácilmente, decía también Javier Aizcorbe, de Villaverde de Pontones. Los vecinos que se concentraron recorrieron parte del parque natural, en donde han colocado cruces blancas sobre las hayas que se han talado. No puedo entender que alguien destruya el ecosistema, afirmaba también Tatus Ochoa. Las hayas tardan un promedio de 65 años en crecer y se van a talar en unas horas, dejando un terreno muerto. No pueden obtener dinero de esta forma. Hay otras maneras de hacerlo como para destruir un hayedo.

En el recorrido por el parque natural, los participantes señalaban la gran cantidad de leña muerta que ahora les han prohibido recoger. Por ahí abajo, está todo marcado, porque las van a talar. Desde Montes marcan las hayas para luego tirarlas. Además, no se destruye solo una, porque cuando cortan una, ésta arrolla las de alrededor, explicaba Alberto.

El periodo en que se pueden cortar las hayas comprende desde septiembre hasta diciembre. Los vecinos se concentraron con el fin de pararlo antes de que se carguen el parque natural. El año pasado consiguieron pararlo en diciembre, cuando se habían cortado muchas hayas. Esta vez estamos aquí con la esperanza de que se pare cuanto antes, contaba ayer Tatus. La presidenta de la Mancomunidad, Belén Ceballos, explicaba la pasada semana a este periódico que los alcaldes habían decidido cobrar por las hayas porque la situación económica de la Mancomunidad es crítica. Los vecinos se quejaban porque la situación del parque natural comienza a serlo también.