Los opositores de Infantil barajan impugnar el proceso porque «no garantiza la igualdad»
Educación explica que la repetición subsana un error que, «a ojos de los tribunales, los inspectores y los jurídicos, es grave» | Los aspirantes trasladan «ansiedad y crispación» ante el fallo en el supuesto: «Vigilaremos todo el proceso de plicas»
Si presentarse a una oposición ya supone una situación de estrés para los aspirantes, la repetición de una de las partes agrava el agobio. Con ... dudas, incertidumbre y enfado viven los opositores de Educación Infantil en Cantabria los días previos al sábado, cuando tendrán que volver a hacer la parte práctica de la prueba. Tras conocer la decisión, ayer a las 22.00 horas, los futuros educadores no tardaron en trasladar su malestar: «Hay mucha ansiedad por lo que supone para nuestra salud mental enfrentarnos de nuevo al examen, y crispación por la incertidumbre sobre las garantías de igualdad de oportunidades entre quienes nos jugamos una plaza fija». Pilar Sánchez es una de las 1.302 aspirantes a conseguir uno de los 63 puestos fijos que salen a concurso de empleo público de Cantabria. Y, como una gran parte de sus compañeros, se presentará a la repetición de la prueba en Peñacastillo.
Pero, ¿cómo se ha llegado a tener que volver a hacer el examen? La elaboración del supuesto práctico es competencia de la Comisión de Selección, compuesta por un presidente (un inspector de Educación), una secretaria (miembro de un equipo directivo) y los presidentes de los tribunales de la oposición, es decir, docentes con plaza fija. Pocos ojos revisan el enunciado antes de custodiar la práctica en los sobres para entregarlos el día de la prueba, «para asegurarnos que el proceso es secreto y que la incertidumbre sobre los aspirantes sea mínima», explica el director general de Personal Docente del Gobierno de Cantabria, Alberto Hontañón. También es esta comisión la encargada de decidir qué hacer tras detectar el error. «Fueron los tribunales quienes advirtieron el fallo, lo trasladaron y tanto a ojos de los miembros de estos, como de los inspectores y los servicios jurídicos, el error en el criterio es grave», explicó Hontañón. Así, tras una reunión entre la Consejería y la Comisión, otra informativa con los sindicatos y una final para establecer los pasos de la apertura de plicas –el proceso que garantiza la objetividad y anonimato de la prueba– y de la elaboración del examen, se publicó la orden que establece la repetición en la web de Educación.
Y con la noticia, los opositores que se enfrentaron al proceso de Educación Infantil rebajaron los nervios por los rumores que circulaban desde el sábado, pero aumentaron su enfado. Emma Ortiz, otra de las aspirantes, explicó que «cuando ya crees que te puedes olvidar, que puedes retomar tus planes, desconectar, ver a tu familia y amigos... te encuentras con que tienes que volver a pasar por el proceso». La sensación es generalizada y un grupo de aspirantes ya baraja impugnar el proceso en su totalidad. «Hemos analizado todas las opciones y, aunque yo no he encontrado motivos entre la documentación para impugnar la oposición totalmente, debemos estar atentos a la apertura y cierre de plicas antes y después del examen», apunta Sánchez.
Educación, que se ve envuelta de nuevo en una polémica, es la encargada de velar por las garantías del proceso. Entre ellas, la igualdad de oportunidades. Una cuestión que, a juicio de Ortiz, «no hay con la decisión que se ha tomado, la repetición no es justa para nadie: ni para los obligados, ni para los voluntarios».
La Comisión decide, Educación supervisa y los sindicatos hacen de mediadores. Aunque, como indicó el director general, «lamento que trasladen su crispación en un contexto tan complicado». Y mientras unos se arrojan críticas, los más de mil aspirantes se preparan para enfrentarse de nuevo al proceso. Pero más cansados. Y con menos tiempo para la siguiente fase, la programación. «Por una mala gestión nos vemos en una situación muy complicada: unos teniendo que repetir el examen obligatoriamente y otros con una disyuntiva difícil tras meses preparándonos para finalizar el 21», concluyó Ortiz.
«La prueba no se paralizó porque se fueron antes de detectar el error»
Una de las situaciones que más se han planteado los opositores durante estos días ha sido por qué no paralizaron la prueba práctica cuando los tribunales detectaron el error en el enunciado. Y es que esta hubiera sido una de las soluciones más sencillas. Según el director general de Personal Docente, Alberto Hontañón, «no se paralizó porque la gente abandonó el examen antes de que los tribunales se dieran cuenta del error en el planteamiento». Si las alarmas hubieran saltado antes, explicó el responsable de Educación, «se podrían haber cambiado los criterios durante las dos horas de prueba y comenzarla de nuevo», garantizando, «la igualdad de condiciones» con los 1.302 aspirantes elaborando los dos supuestos a la vez.
Sin embargo, como alguno de los opositores había abandonado ya la prueba cuando notificaron el fallo, no pudieron cambiar los criterios, «en ese caso no se aseguraría el trato igualitario». Desde Educación consideran que la medida es la más garantista para el proceso. Creen, además, que «la situación se ha visto agravada por mantener el secretismo y la fiabilidad del examen», dado que es «altamente sensible». Con un número muy reducido de personas revisando el enunciado, «se dio por cierto el uso de los criterios y nadie se percató del fallo». En este sentido, Hontañón puso en valor que «la Comisión de Selección haya reconocido el error y haya optado por la repetición, para que el respaldo jurídico del proceso esté claro». Han demostrado, a su juicio, que «son los primeros en querer solventar el problema».
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