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NIEVES BOLADO
Martes, 14 de agosto 2012, 02:44
Como casi todos los que hacen una acción que salva la vida a los demás, le resta importancia. Eloy Cano y su perra golden retriever , 'Pepa', fueron quienes consiguieron que tres de sus vecinos pudieran escapar de las llamas de su vivienda y ponerse a salvo. Un cúmulo de casualidades que unió el destino.
-Es usted el héroe de su barrio.
-En absoluto. Más bien lo es mi perra, 'Pepa', que insistió para que la sacara de paseo cuando mi mujer y yo llegamos de tomar una copa.
-Su perra, y supongo que ser un paseante en la madrugada.
-No crea. No solemos trasnochar, pero el sábado salimos ya tarde, sobre las doce y media de la noche, a tomar un café y unas copas con unos amigos. Cuando llegamos a casa, a eso de las cuatro de la madrugada, 'Pepa' se puso como loca para que la sacara a dar un paseo. Hacía buena noche y decidí dar una vuelta por el barrio.
-Y en este caso la suerte jugó a favor de su vecina Mireia y de su familia.
-Nada más salir de casa, a 50 metros, está la de Mireia. Es una vivienda de dos plantas. Vi cómo salían humo y llamas por la parte de arriba. El perro empezó a ladrar y yo a golpear en la puerta para que se despertaran y pudieran salir de la casa. Al mismo tiempo gritaba a los vecinos para que llamaran al 112. Todos se despertaron y rápidamente se pusieron en movimiento y aún no había conseguido despertar a Mireia y a su familia. De hecho, mi esposa, Begoña, fue la que notificó al 112.
-¡Pues vaya angustia!
-Ya lo creo. Por más que golpeaba y gritaba nadie salía de la casa y las llamas ya eran fuertes. Finalmente escucharon los gritos y pudieron abandonar la vivienda cuando ya estaba en llamas.
-Pero ustedes no se quedaron parados...
-En absoluto. Todos los vecinos del barrio El Camino se echaron a la calle y mientras tratábamos de que saliera la familia se hizo una cadena con cubos de agua y mangueras para tratar de sofocar el fuego. No obstante debo decir que desde que llamamos por teléfono a los bomberos de Laredo y llegaron al barrio no pasaron más que 15 minutos.
-Supongo que esa familia le estará muy agradecida.
-Me han dado las gracias pero ya les he dicho que quien en realidad les salvó la vida fue 'Pepa'.
-Siempre que hay una desgracia se extrae una moraleja.
-Pues sí. En este caso ha sido que aunque algunos vecinos podamos estar enfadados por los roces que produce la convivencia diaria, cuando hace falta todos a una echamos una mano para ayudar al de al lado. Esa es la parte positiva que tiene una desgracia.
-¿Se ha interesado por cómo ha quedado la casa?
-Ya se puede imaginar. Han perdido muchos enseres pero han salvado la vida, que es lo más importante.
María Isabel Larrauri, Mireia, su madre de 70 años, y su hija de 15, no olvidarán, con seguridad, esa noche y en especial a la heroína, 'Pepa' y sus ganas de pasear.
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