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Asamblea de Podemos de Cantabria en el auditorium del Centro Botín.

Y al final, Ganemos

El partido se presenta en las autonómicas, con Javier Malo al frente, y en Santander, liderado por Antonio Mantecón

Gonzalo Sellers

Martes, 21 de abril 2015, 20:20

Al filo de la medianoche, cuando solo quedaba media hora para que la Junta Electoral Provincial levantase la bandera de cuadros tras una estresante última jornada de inscripción de partidos, apareció Ganemos y se convirtió en la opción número 16 para entrar en el Parlamento cántabro el próximo 24 de mayo. Después de meses de negociaciones para formar sin éxito un frente común de la izquierda, las siglas que iban a capitalizar el voto municipal de los indignados han acabado olvidándose de coaliciones y encontrando la puerta de entrada a Cantabria a través de los críticos con el partido de Pablo Iglesias.

Su cabeza de lista en las autonómicas es Javier Malo, de 47 años y propietario de una empresa de infraestructuras contra incendios. «Podemos no es lo que se prometió en su momento. Somos muchos desencantados que queremos luchar por hacernos un hueco con aquellas ideas originales», explicó. En Santander, su representante será Antonio Mantecón, quien peleó por la secretaría general de Podemos en Cantabria y por la candidatura, sin conseguirlo.

En busca de «la felicidad del ser humano» y contra las multas

  • No solo el número de votos diferencia los grandes partidos de los minoritarios. Un simple vistazo a los programas electorales basta para ver las diferencias abismales que los separan. En Cantabria, una de las 16 formaciones que se presentan a las elecciones es el Partido Humanista. Su objetivo es «humanizar la Tierra, contribuyendo así a aumentar la libertad y la felicidad de los seres humanos». Su formación, como explican en su web, se remonta a 1969, a un paraje de la cordillera de los Andes, donde su fundador promulgó La Arenga de la Curación del Sufrimiento. En 2011 consiguieron 233 votos en Santander y 46 en Torrelavega.

  • Otra de estas formaciones minoritarias es Alternativa Motor y Deportes, cuyos dirigentes autodefinen como «el primer partido no ideológico de España» y que da especial importancia a la problemática del precio de la gasolina y las multas de tráfico. «Estamos hartos de sufrir un trato denigrante y discriminatorio por parte de una Administración que nos ha dado la espalda», indican. Hace cuatro años logró 915 votos en toda Cantabria, un 0,27% del total.

  • Solidaridad y Autogestión Internacionalista (SAIn) también tienen experiencia electoral. Sus objetivos de acabar con el hambre que padece más del 80% de la humanidad y con la esclavitud que condena a más de 400 millones de niños logró 514 apoyos en las pasadas elecciones.

  • La lista se completa con La Coalición Nacional, un aglomerado de partidos de extrema derecha el Frente Nacional consiguió 1.245 votos en Cantabria en 2011; VOX, una escisión del Partido Popular adscrito a la derecha política, y el Partido Animalista contra el Maltrato Animal (Pacma).

Ganemos nació como un partido instrumental de Podemos, como un desvío para irrumpir en los ayuntamientos sin violar su propia directriz de no presentarse con su marca nacional a las elecciones locales. Pero solo ha pasado un año y ya se ha convertido en el rival directo del partido de Pablo Iglesias en muchas provincias, aglutinando bajo su nombre a todos los descontentos y críticos con las decisiones tomadas en Madrid y replicadas por sus barones en las comunidades autónomas.

Aquí, en Cantabria, Ganemos no solo se presentará localmente en Santander, sino también a nivel regional, lo que la convierte de facto en una escisión de Podemos con ánimo de restarle votos. Pero esa no fue la primera intención de los que gestionan la marca Ganemos a nivel nacional. Como si se tratara de una franquicia, el nombre se ofrece a partidos y movimientos sociales de izquierdas que cumplan con cierta jerarquía de izquierdas. En Cantabria, el plan A fue una coalición entre Podemos, Izquierda Unida y Equo abocada a un callejón sin salida desde el primer minuto por la negativa de los primeros a perder un ápice de identidad, sabedores de la fuerza actual de su marca.

La segunda ventana se abrió con el acuerdo al que llegaron Izquierda Unida y Equo para presentarse en coalición. Pero la ruptura inesperada a pocos días del límite para inscribirse, dejó a Ganemos con pocas opciones. Fue entonces cuando se puso en contacto con el movimiento de exafiliados de Podemos y de miembros de distintas asociaciones que decidieron presentar una candidatura municipal (Santander sí puede) en la capital.

El embudo de inscripciones que sufre el Ministerio del Interior, con alrededor de 1.800 formaciones presentando su documentación, afectaba en ese momento a Santander sí puede, que no acababa de recibir el visto bueno oficial. Por eso, decidió ir sobre seguro y concurrir bajo un nombre ya conocido y con toda la documentación en regla.

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