Un cuento para que los adultos hablen del cáncer con los niños

La historia de la pequeña Amara nació como un vídeo ilustrado. En un minuto se resumía cómo el cáncer apartó a la niña del colegio, del juego y de sus amigos, para convertir el hospital en su casa, entre visitas de bata blanca, caras de preocupación y un duro tratamiento que seguir. Ahora esa experiencia se plasmará en un cuento con la misma finalidad: ayudar a los adultos a hablar del cáncer infantil con los más pequeños. «Sentarse a hablar de cáncer con un pequeño es difícil porque los adultos tenemos el instinto de protegerlos y a veces pensamos que lo hacemos ocultándoles las cosas», explica Esther Silván, presidenta de Amara Cantabria, la asociación de padres de niños con cáncer de Cantabria. Por eso, «es importante contar con un cuento que facilite a los padres, familiares, profesores u otros profesionales abordar este tema y responder a las preguntas de los pequeños, que son los que suelen afrontar la conversación con más naturalidad», señala.

El proyecto será realidad este año gracias a que la empresa Birla Carbon Spain ha decidido, en palabras de la presidenta de Amara, «hacer el mejor regalo de Reyes a la asociación y asumir la totalidad de los gastos asociados a la edición del libro». Jacinto Zarca, director general de Birla Carbón Spain, asegura que el apoyo responde a que «nos sentimos comprometidos con nuestra comunidad de acogida y deseamos formar parte de soluciones que contribuyan a mejorar la calidad de vida de las personas». El de Amara es el tercer proyecto vinculado a la lucha contra el cáncer que ha apoyado la compañía en los últimos años.

En otros ejercicios, Birla Carbon Spain apoyó al Instituto de Biomedicina Biotecnología de Cantabria y, además, fue una de las empresas patrocinadoras del parque infantil de Valdecilla. «Cuando Amara se puso en contacto con nosotros, explica Jacinto Zarca, sentimos que teníamos que ayudar a los padres que se encuentran en una situación tan difícil. Para nosotros es un orgullo formar parte de esta familia que han conseguido crear entre todos y que supone una red de apoyo de un valor incalculable».

El cuento, que verá la luz en la editorial Pepa Montano, será una herramienta didáctica y terapéutica para ayudar a los adultos a hablar con los pequeños de forma indirecta y a través de símbolos y metáforas de una enfermedad que cada año es diagnosticada a una quincena de niños de Cantabria. Estará dirigido, principalmente, a los profesionales, los padres y los profesores de niños que están diagnosticados o en contacto con otros niños que sí lo están. El objetivo es que el cuento sirva para abordar, con un lenguaje adaptado a la edad de cada pequeño, el tema del cáncer y todo lo que supone con los niños enfermos, sus hermanos, amigos o compañeros de clase.

El cuento facilitará este diálogo que no suele ser fácil para los adultos y permitirá normalizar la enfermedad, responder a las preguntas de los niños, ayudar a afrontar el tratamiento, hacerlos partícipes del proceso y evitar las confusiones que surgen cuando los adultos, intentando proteger a los pequeños, les niegan la posibilidad de hablar de algo que les preocupa o les engañan. También será muy útil para narrar cómo es el proceso de la enfermedad (pruebas médicas, cambios en la vida cotidiana del niño, frustraciones, miedos, etc), ayudando así a los pequeños a imaginar mejor qué va a pasar y a tener un mayor arraigo al tratamiento.

Las ilustraciones correrán a cargo de Sara Fuentes, que colabora regularmente con la asociación y que es la creadora del personaje de Amara. Fuentes intentará «que las ilustraciones no se limiten a acompañar a las palabras sino que ayuden a contar aquello que las palabras no pueden llegar a decir». El cuento será escrito por Noelia Palacio, psicooncóloga de la asociación, y por el escritor y poeta Marcos Díez.

La previsión es que el libro, del que se publicarán 1.000 ejemplares, vea la luz en el segundo semestre del año. El cuento, que se podrá adquirir en las librerías, será también facilitado por la asociación a las familias afectadas y se entregará a los colegios en los que haya alumnos diagnosticados para ayudar, así, a los profesores a hablar de la enfermedad con los niños.