«Nuestro oficio es fundamental para que exista una sociedad sana»
Montserrat Domínguez, directora del HuffPost, cree que el periodismo debe hacerse valer con rigor, calidad e independencia frente al bombardeo informativo constante a que estamos sometidos
Dice que desde que hace cinco años se puso al frente de la edición española del HuffPost ha tenido que echar mano a todo lo que aprendió trabajando en prensa, radio y televisión. Internet dejó de ser el futuro del periodismo porque ya es la realidad, y ha creado un nuevo escenario que, como explica Montserrat Domínguez, «obliga a desarrollar nuevos instintos, nuevas maneras de olfatear por dónde van los tiempos y, sobre todo, a tener mucha flexibilidad».
-¿Qué pasa con el periodismo?
-Lo que sabemos es que cada vez se lee más y se consume más información, aunque no de la manera que estábamos acostumbrados. Con la expansión de las redes sociales y de internet, todo el mundo tiene acceso ilimitado a todo tipo de información, lo que no siempre es periodismo, ni siempre es bueno para los periodistas, porque competimos en un ámbito saturado. La clave está en cómo dar valor añadido a lo que hacemos y diferenciarlo de la información no periodística, de poca calidad, comercial o, directamente, falsa.
«Las redes sociales son un escaparate único para tus contenidos, un altavoz prodigioso»
-¿Cómo se gana dinero con la prensa en internet?
-Estamos en un punto de inflexión. Hasta ahora las visitas se traducían en ingresos comerciales; el problema es que todo ese pastel se lo están comiendo los grandes distribuidores, fundamentalmente Facebook y Google. A los medios se nos exigen cada vez más visitas y cada vez nos quedamos con menos parte de la tarta, y eso hace el negocio más complicado.
-¿Ha sido siempre una entusiasta de las redes sociales?
-No he sido de la primerísima ola, pero cualquier periodista sabe que las redes son una fuente inagotable de contenidos, un medio de conocer gente interesante, información en directo... es una herramienta de trabajo imprescindible. Antes las usaba más para recibir que para emitir, pero con el tiempo te das cuenta de que es un escaparate único para tus contenidos, un altavoz prodigioso.
-A veces veo en 'El País' cebos del 'HuffPost' del tipo «Ocho cosas que hay que saber sobre la masturbación». No sé...
-Una de las características del Huff es que puedes encontrar contenidos a diferentes niveles, desde los más divertidos -que son más guiños que otra cosa- hasta reportajes periodísticos o análisis más serios y completos: tú decides dónde entras y haces clic. Una de las cosas que hemos hecho desde el principio ha sido hablar de sexo, con blogs, información y también con pequeñas bromas. Son cosas que a la gente le interesan mucho, porque internet te permite verlo, mientras que antes los periódicos no podían tener ese control sobre lo que se lee. Cuando abrimos hace cinco años, detectamos que cualquier información sobre el germen de lo que luego fue Podemos tenía un consumo brutal, y eso nos contaba algo de lo que los medios tradicionales no eran conscientes, ni los políticos tampoco. Había una demanda de mensajes diferentes que la prensa tradicional no estaba ofreciendo.
-Se dice que uno de los problemas de los periódicos de papel es que ofrecen información 'vieja'. En El Diario, las crónicas del Racing han sido siempre de lo más leído, y eso que cuentan el partido del día anterior...
-El resultado de un partido lo quieres saber al minuto y no vas a esperar al periódico, pero ahí entra el valor añadido de nuestra profesión, que es dar un contexto, ir un poco más allá del titular, recrearse en los detalles, encontrar enfoques diferentes... ese es el gran valor del periodismo, no solo el titular de última hora, que también es importante.
-Ha tocado todos los palos del periodismo. ¿Cuál le ha dado más satisfacciones?
-He tenido la suerte de disfrutar mucho en los medios y géneros que he trabajado. Hay cosas que aprendí en televisión y pensé que nunca tendría ocasión de utilizar y ahora las estoy usando en el Huff para ver qué vídeos o qué contenidos visuales ofrecemos. Te das cuenta de cómo los distintos medios se van mezclando en la red, porque los medios online ofrecen prácticamente de todo. Me siento muy afortunada con los años que pasé en televisión -casi veinte-, con la época estupenda en la SER - con 'A vivir que son dos días'-, y también escribiendo, fundamentalmente en 'La Vanguardia'. Y ahora sigo disfrutando, y sufriendo, en un medio online.
-¿Qué le parece interesante, como periodista, de Cantabria?
-Me interesa mucho saber cómo va a ser capaz de conjugar los retos de la desindustrialización y el cambio en el mercado de trabajo con un lugar en el que la gente está apegada a la tierra, valora el patrimonio y siempre ha puesto en valor un crecimiento no desmedido, que no pase por encima de la gente y el paisaje.
-¿Cree que tengo que ir buscando otro trabajo?
-Confío en que no. Creo que nuestro oficio es fundamental para que exista una sociedad sana. Si somos capaces de mantener ese espíritu un poco rebelde, independiente y serio a la hora de trabajar y de escuchar a la gente, seguiremos siendo necesarios.
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