Los mejores de la PAU en Cantabria
Los estudiantes han obtenido las diez mejores calificaciones en la fase general de la Prueba de Acceso a la Universidad
Hay veces en las que los nervios pueden jugar malas pasadas. Especialmente, cuando miles de alumnos arriesgan poder entrar en la carrera que quieren estudiar con tan solo un examen. En la convocatoria de este año, la nota media de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) ha descendido en Cantabria –y en el resto de España– al introducir los nuevos modelos de examen, pero para estos diez brillantes jóvenes la caída general en la calificación ha pasado inadvertida. ¿El secreto? Todos ellos coinciden en una clave: «Ir tranquilos, porque llevábamos muchos meses preparándonos para el examen». Aurora Hernández, del Colegio La Salle de Santander, ha obtenido la nota más alta de toda Cantabria. Un 9,976 en la fase general con la nota ponderada de Bachillerato. Y eso que no le hacía falta: quiere estudiar el doble grado de Historia e Historia del Arte y la nota de corte para acceder es un 5. Aún así, su esfuerzo a lo largo del último curso de Bachillerato se ha traducido en una nota que roza la perfección.
La presión para los alumnos es muchas veces directamente proporcional a cuan alta sea la nota de corte del grado que quieren estudiar. Y Medicina es uno de los grados con nota elevada por excelencia. Para quienes tratan de acceder a la carrera en la Universidad de Cantabria (UC), la presión en la PAU «suele ser mayor», cuenta María Fernández, del Colegio Nuestra Señora de La Paz de Torrelavega. Es su caso. Ella sí que «estaba algo nerviosa» en la PAU, especialmente en el primer examen, pero «después ya me pude relajar». Confiaba en su trabajo a lo largo de este curso, pero fue inevitable «tener un poco de agobio antes de entrar, sobre todo, viendo como todo el mundo a mi alrededor estaba nervioso».
El esfuerzo de muchos meses se ve reducido a unas cuantas pruebas: 90 minutos en los que demostrar todo lo que vienen preparando durante el curso. Va más allá de sentarse a estudiar. Estos alumnos han establecido rutinas y una organización pensada al milímetro. María Roldán, alumna del IES Lope de Vega de Cayón, confiesa cuál fue su técnica: «Lo tenía todo organizado en función de la asignatura. Por ejemplo, para Historia comencé en Semana Santa. Pero, para Economía, me puse a tan solo una semana del examen». Asegura que «programaba lo que iba a estudiar cada día y dejaba el sábado libre para aquella parte del temario que no me había dado tiempo a preparar». Y como resultado, una primera fase casi perfecta.
Son meses de estudio muy disciplinado, especialmente, para quienes tienen clara cuál es su primera opción. Y tras ese impasse, para la mayoría el verano de después de la PAU es el momento de disfrutar, viajar y desconectar. Por ejemplo, Mara Gutiérrez, del IES Valle de Piélagos, no pudo posar para la foto de este reportaje de El Diario Montañés porque nada más terminar los exámenes comenzó su descanso. Está en Málaga de vacaciones y, de paso, celebrando su buena nota. «Quiero estudiar el doble grado de Traducción e Interpretación y Derecho en Salamanca y solo hay diez plazas, por lo que me he tenido que esforzar mucho», confiesa. Pero ya está manos a la obra buscando residencia para pasar los próximos cuatro años porque «me ha ido mejor de lo que esperaba».
Las notas
La nota: 9,976 Colegio La Salle
Aurora Herández
«Fui tranquila al examen, en clase nos han preparado bien para poder hacer la prueba»
La nota: 9,895 IES Lope de Vega
María Roldán
«Hay que organizarse, tenía un horario con lo que iba a estudiar cada día»
La nota: 9,865 IES Cantabria
Paula Liaño
«Soy muy exigente conmigo misma y el instituto nos ha preparado bien»
La nota: 9,837 IES Manuel Gutiérrez Aragón
Saúl Gutiérrez
«La clave es invertir menos tiempo, pero que sea más efectivo»
La nota: 9,820 IES Ataúlfo Argenta
Aimar Ezquerra
«Cursé Física a distancia y me preparé el examen por mi cuenta para entrar en Medicina»
La nota: 9,925 Ntra. Sra. de La Paz
María Fernández
«La presión por la nota y la tensión en el ambiente aumentó los nervios para la prueba»
La nota: 9,868 IES Valle de Piélagos
Mara Gutiérrez
«Me he esforzado mucho, pero me ha ido mejor de lo que esperaba»
La nota: 9,845 IES Santa Cruz
Judith Fernández
«Estudiando también es importante el tiempo para hacer deporte y quedar con amigos»
La nota: 9,825 Ntra. Sra. de La Paz
Mauro Ortiz
«Llegué al examen con confianza, ahora toca disfrutar del viaje por Europa»
La nota: 9,820 IES La Albericia
Manuel Puras
«Este verano quiero ir a los cursos de la UIMP e iré improvisando el resto de planes»
Todos ellos han sido sobresalientes. Y la mayoría lo son desde siempre. Paula Liaño, del IES Cantabria (Santander), tiene como referente a su hermano: «Me ha inspirado para ser exigente conmigo misma». Esa exigencia se ha traducido en una gran nota para acceder a la carrera que quiere. Estudiará Ciencias Biomédicas a partir de septiembre, pero hasta entonces, «voy a ir a todos los conciertos de Cantabria y de viaje con mis amigas».
Equilibrio
El ocio «y desconectar» son partes imprescindibles. Pero no solo ahora que ya ha pasado la prueba. Judith Fernández, alumna del IES Santa Cruz, en Villabáñez (Castañeda), explica que «antes del examen, también». «Es importante tener tiempo de descanso, deporte y quedar con amigos mientras estudias»; así dice que «las horas que dedicas a preparar el examen cunden más». También le ha resultado imprescindible contar con el apoyo de su familia y profesores: «Mi profesora de Química nos ha preparado tan bien que muchos tenemos un 10». Cree que los exámenes no han sido complicados. O, por lo menos, «no mucho más que lo que hemos dado en clase». Su técnica de estudio ha sido la misma que la de Saúl Gutiérrez, del IES Manuel Gutiérrez Aragón de Viérnoles (Torrelavega): «He preferido tomármelo de una forma más relajada». «Menos tiempo, pero más efectivo», y a pesar de la «incertidumbre por no conocer el modelo al inicio de curso», el resultado avaló su fórmula. Su plan es hacer Física y Matemáticas, pero hasta que llegue el inicio de curso, «me lo voy a tomar con calma».
Y es que, tras meses de intenso estudio, les ha llegado la tranquilidad. Mauro Ortiz, también alumno de La Paz, se ha presentado con «seguridad y confianza». Ahora, con su buena nota, solo le queda disfrutar de su viaje de Interrail por Europa y esperar a que llegue el inicio de curso. Estudiará Historia en la UC.
Aunque todos coincidan en que pasado el examen es el momento de disfrutar, cada uno ha vivido un proceso de preparación distinto. Y cuando ese trabajo depende de dos centros educativos diferentes, la presión aumenta. Aimar Ezquerra, del IES Ataúlfo Argenta de Castro Urdiales, tenía claro que quería cursar Física en Bachillerato. Pero en su instituto, la clase coincidía con Biología –otra de las asignaturas a las que se ha presentado–. Así que para evitar renunciar a una de las dos, «lo di a distancia en otro instituto, por mi cuenta, sin un profesor a diario en persona para mí». A pesar de la dificultad añadida, la situación no le impidió preparar la PAU y, como estaba previsto, estudiará Medicina.
Tiene mérito, especialmente, teniendo en cuenta que los alumnos de Ciencias coinciden en que el examen de esta materia fue el más difícil. Manuel Puras, del IES La Albericia de Santander, va a estudiar la carrera de Física en la UC y confiesa que «era la prueba más complicada, con un ejercicio de resistencias que hacía años que no salía». Asegura que «se ha notado la subida de nivel con respecto a otros años», pero también cree que «con una buena preparación y con ejercicios acordes a la prueba, ha sido más sencillo». A toro pasado, con el verano por delante, mientras muchos de sus compañeros van a descansar, él quiere seguir formándose: «Me he apuntado a la beca para los cursos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y el resto de planes los iré decidiendo sobre la marcha».
Así comienzan estos diez alumnos que han rozado la excelencia su educación más allá del Bachillerato. Una decena de formas diferentes de ver la PAU, pero con algo en común: «Teníamos más miedo de lo que ha sido al final». Ahora se enfrentan a una nueva etapa. Llegan a la universidad entusiasmados, dispuestos a conocer gente nueva, «tener más autonomía» y seguir aprendiendo. Eso sí, confiesan entre risas, esperan que llegue septiembre con «muchas ganas y un poco de nervios».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.