El Superman del Sol Naciente

Los lectores más veteranos recordarán que en los años sesenta llegaron a las pantallas españolas unas películas japonesas con Superman como protagonista. En concreto fueron tres: 'Superman el invencible', 'Superman ataca a los platillos volantes' y 'Superman contra la banda negra'. Eran películas en blanco y negro donde este superhéroe nipón conservaba algunas características del Superman americano, como la procedencia extraterrestre, la superfuerza o la capacidad de volar, pero también era muy diferente y bastante decepcionante si se le comparaba con el héroe de los cómics. Sin duda el Superman más friki que ha conocido el cine.

Desde su aparición en cómic en los años 30, Superman siempre tuvo vocación cinematográfica, aunque se hubo de esperar a que los efectos especiales provocasen que resultase creíble que un hombre pudiese volar para que triunfase en el cine. A finales de los 40, en la incipiente televisión americana ya existía una rudimentaria serie sobre Superman interpretado por George Reeves que también salto a la gran pantalla en un largometraje. Pero el gran Superman cinematográfico fue el que crearon los productores Alexander e Ilya Salkind (padre e hijo) que tuvo su primera entrega en 1978 con dirección de Richard Donner y protagonismo de Christopher Reeve.

A España los cómics de Superman llegaban procedentes de México, editados por la mítica editorial Novaro. Alternaban las aventuras del Clark Kent adulto, periodista despistado eternamente enamorado de una Louise Lane compañera de trabajo, con las de un Clark Kent adolescente, enamorado también platónicamente de una compañera de instituto, en las que utilizaba sus superpoderes y su verdadera personalidad de superhéroe a la medida de un chico de 17 años. Sin embargo a principios de los 60 la censura franquista prohibió la importación de cómics de Superman. Pero el personaje ya era muy popular en España, por lo que a una distribuidora de cine decidió importar unas películas sobre un superhéroe japonés de finales de los 50 y estrenarlas aquí con el nombre de Superman.

El director: Teruo Ishii

Realmente las películas del Superman japonés se llamaban Supaa Jaiantsu (Super Gigante), también un título equívoco, porque entre los superpoderes de personaje no estaba su estatura ni su capacidad de crecer. En otros países fue conocido como Starman o como Spaceman en Francia y Bélgica. Su origen esta en una serie de televisión que constó de 9 entregas de las que salieron tres dípticos para su distribución mundial, que surgió como respuesta al Superman de George Reeves, serie americana que fue un enorme éxito en Japón. Las tres películas estaban dirigidas por Teruo Ishii (1924 2005), un sorprendente director japonés, que casi siempre se movió por la serie B, que empezó en el cine policiaco y fantástico y, tras pasar por películas 'bosokuzu' (pandillas de motoristas), acabó en el cine denominado 'ero-guro' (literalmente 'erotismo grotesco'). Ishii siempre mostro su gusto por escenas de corte muy cabaretero, un fuerte erotismo (incluyendo el homosexual) y un aire entre grotesco y lúdico, con algunas cintas entre salvajes, dementes y surrealistas, con un estilo propio difícil de igualar.

El Superman japonés estaba interpretado por Ken Utsui (1931 2014), un actor de grandes orejas que con el tiempo se avergonzaría de este personaje. Utsui empezó en el teatro pero pronto se convirtió en uno de los rostros imprescindibles de la ciencia ficción japonesa, llegando a rodar, en su mejor época, hasta 10 películas al año. A partir de mediados de 1960, también comenzó a trabajar en la televisión, protagonizando muchos dramas y series de detectives. Su vestimenta de superhéroe llevaba capa y un casco con una pequeña antena.

Las películas

Aunque en España las tres películas del Superman japonés llegaron en los años 60, su producción tuvo lugar en los últimos años 50 y surgen a partir de la serie de la televisión japonesa 'Super Giant'. La primera fue 'Superman el invencible' ('Supaa Jaiamtsu Zoku Kotetsu no kyolin', 1957) y en ella se explicaba ya el origen extraterrestre del personaje con un mensaje contra la proliferación nuclear. La película era la unión de dos episodios de 'Super Giant': Una serie de explosiones nucleares en la Tierra alarman a los extraterrestres que nos observan y que deciden en un cónclave enviar a Superman con la misión de detener la carrera descontrolada de pruebas atómicas y la proliferación del armamento nuclear. En Japón, donde reside bajo la personalidad de un ciudadano normal para pasar desapercibido, descubrirá las siniestras manipulaciones de la embajada de Merapolia (país imaginario que bien podría pasar por la antigua Unión Soviética) a favor de la proliferación nuclear. La película se estrenó en Madrid hace ahora 50 años, el 5 de diciembre de 1966 Madrid en los cines Alcantara, Praga y San Diego, salas habituales de reestreno que ya indicaba el origen de la serie b de aquellas películas.

La segunda película fue 'Superman ataca a los platillos volantes' ('Supaa Jaiamtsu Kaiseijin no majo', 1957), que volvía a fusionar otros dos episodios de 'Super Giant'. Es la más divertida y surrealista de las tres y en ella los extraterrestres se infiltran en la tierra camuflados como la troupe de un circo y será Superman el que se enfrente a ellos. Aquí el director Teruo Ishii daba rienda suelta a sus obsesiones por el circo, el cabaret y los bailes modernos.

La tercera y última fue 'Superman contra la banda negra' ('Supaa Jaiamtsu Jinko eisei to jinrui no hametsu', 1957), que fusiona otros dos episodios de la serie. Aquí una banda multiétnica busca la utilización de satélites artificiales como arma para dominar el planeta. Para ello la banda raptará al científico encargado de su diseño y construcción y Superman será quien impida que los siniestros planes se lleven a cabo.