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Recreación del futuro centro de datos Altamira, recogida en el PSIR que ya está redactado y que será aprobado por el Consejo de Gobierno en diciembre. DM

El centro de datos Altamira: más potencial que sus competidores a un «menor coste»

Las condiciones del clima de Cantabria permitirán reducir el consumo de luz para su refrigeración sin la utilización de agua | Arasti confía en que el proyecto, «referente a nivel de la UE», atraiga a tecnológicas como Google o Amazon

Daniel Martínez

Santander

Domingo, 15 de junio 2025, 07:32

Los grandes proyectos llevan tiempo. Tardan años en materializarse. Décadas, incluso. La creación de la nueva sede del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (Mupac), el centro logístico de La Pasiega, el futuro Centro Científico de la Salud en los terrenos de la antigua Residencia, la llegada de la Alta Velocidad, las integraciones ferroviarias... Hay muchos ejemplos. Por eso, cuando el pasado 25 de febrero la presidenta Buruaga y los responsables del grupo empresarial Stoneshield Capital anunciaron la creación en unos terrenos ubicados entre Piélagos y Villaescusa del que será uno de los centros de datos más grandes y avanzados de Europa, lo que más sorprendió fueron los plazos. También que será, con 3.600 millones de euros, la mayor inversión privada de la historia de Cantabria y que creará 1.500 puestos de trabajo durante su desarrollo y 1.450 durante su fase operativa, pero quizás aún más el calendario. Porque las obras para levantar el complejo arrancarán a principios de 2026 y la primera de sus tres fases entrará en funcionamiento en 2028.

Más allá de las facilidades –en forma de incentivos económicos y reducción de plazos administrativos con su declaración como Proyecto Estratégico de Interés Regional– que pueda poner el Gobierno de Cantabria y los vínculos personales de los promotores con el territorio –el fondo de inversión de Felipe Morenés, hijo de Ana Botín, la presidenta de Banco Santander, es una pieza fundamental–, el motivo por el cual la compañía ha puesto sus ojos en esos 636.000 metros cuadrados de terreno tiene que ver con las fortalezas que ofrece la comunidad autónoma para este tipo de instalaciones. Desde el clima, hasta su conectividad. De ahí que el Proyecto Altamira tenga «un potencial mayor» que los competidores que están surgiendo en otros puntos de España y menores costes de funcionamiento. Por eso no es descartable que, además de este centro de datos, otras empresas también pongan sus ojos en la región.

Las fortalezas

Eficiencia energética

Por las temperaturas de Cantabria, requiere menos energía para la refrigeración y no necesita agua.

Conexiones eléctricas

La red cántabra es de calidad, pero además se ubica dentro de la subestación de Penagos, que no requiere obras.

Cable Anjana y latencia

 

Está cerca del cable submarino: el tiempo de respuesta del centro será menor que en un punto alejado de España.

Desarrollo eólico

Consume mucha energía, pero se desarrollará en fases en paralelo a los nuevos molinos y a la ampliación de Aguayo.

Mayor madurez

El promotor cuenta ya con la inversión y ha comprado los terrenos, lo que garantiza que la apuesta es firme.

Descongestiona y descentraliza

Hoy, la mayoría de los centros están en tres regiones. Un mayor reparto por el país rebaja las tensiones del sistema.

Las fortalezas

Eficiencia energética

Por las temperaturas de Cantabria, requiere menos energía para la refrigeración y no necesita agua.

Conexiones eléctricas

La red cántabra es de calidad, pero además se ubica dentro de la subestación de Penagos, que no requiere obras.

Cable Anjana y latencia

Está cerca del cable submarino: el tiempo de respuesta del centro será menor que en un punto alejado de España.

Desarrollo eólico

Consume mucha energía, pero se desarrollará en fases en paralelo a los nuevos molinos y a la ampliación de Aguayo.

Mayor madurez

El promotor cuenta ya con la inversión y ha comprado los terrenos, lo que garantiza que la apuesta es firme.

Descongestiona y descentraliza

Hoy, la mayoría de los centros están en tres regiones. Un mayor reparto por el país rebaja las tensiones del sistema.

Las fortalezas

Eficiencia energética

Por las temperaturas de Cantabria, requiere menos energía para la refrigeración y no necesita agua.

Conexiones eléctricas

La red cántabra es de calidad, pero además se ubica dentro de la subestación de Penagos, que no requiere obras.

Cable Anjana y latencia

Está cerca del cable submarino: el tiempo de respuesta del centro será menor que en un punto alejado de España.

Desarrollo eólico

Consume mucha energía, pero se desarrollará en fases en paralelo a los nuevos molinos y a la ampliación de Aguayo.

Mayor madurez

El promotor cuenta ya con la inversión y ha comprado los terrenos, lo que garantiza que la apuesta es firme.

Descongestiona y descentraliza

Hoy, la mayoría de los centros están en tres regiones. Un mayor reparto por el país rebaja las tensiones del sistema.

¿Qué tiene que ver el tiempo que hace en Cantabria con el funcionamiento de un centro de datos? Bastante. Porque gran parte de la energía que consume no es productiva, sino que se utiliza para la refrigeración de los equipos. Y la factura de la luz que tendrá que pagar mensualmente un centro de datos en una Cantabria con un clima templado no tiene nada que ver con la que pagan en Aragón –hoy es una de las referencias nacionales en esta industria–, donde es común que en los meses de verano ronden los 40º de temperatura.

«La eficiencia energética se ha convertido en una prioridad absoluta para la industria de los centros de datos», explica el consejero de Industria, Eduardo Arasti, que detalla que Altamira utilizará una ventilación natural aprovechando las condiciones climáticas del exterior para enfriar el aire. Sin bombas de calor ni sistemas de refrigeración que implican un altísimo consumo de agua. De hecho, el consejero cuenta que ahí no hará falta agua y que, además, la instalación contará con 75.000 metros cuadrados de paneles solares.

El resto de la energía la captará del sistema eléctrico. Y aquí Cantabria y el polígono Vipar donde se asentará el centro de datos también presentan ventajas competitivas en varios aspectos. Primero, que la comunidad cuenta con «una buena red de transporte eléctrico con una infraestructura que permite importar y exportar energía». A ello se suma que junto a las parcelas está la subestación eléctrica de Penagos, que tiene los futuros 'enganches' preparados. «No hay que hacer ninguna obra ni implica ningún gasto», algo que no es fácil encontrar en otros lugares de España. Técnicamente, el Proyecto Altamira podría enchufarse hoy.

Burocráticamente, falta el visto bueno del Ministerio para la Transición Ecológica. Como ocurre con multitud de inversiones electrointensivas pendientes en todo el país, tiene que incluirse en la Planificación de la Red de Transporte de Energía 2026-2030. Esta parte, que no depende ni de Cantabria ni de la compañía, es lo único que está pendiente. En este mismo ámbito, Arasti valora que «descentralizar el consumo de los centros de datos fuera del eje Madrid-Aragón-Cataluña –ahí están ahora la mayoría– servirá para descentralizar el sector» y descongestionar el sistema eléctrico nacional, aportándole «estabilidad».

Buena conectividad eléctrica y buena conectividad a otros dos elementos que requieren los centros de datos:la red terrestre de fibra y los cables submarinos. «El Proyecto Altamira se encuentra junto al cable submarino Anjana, el de mayor capacidad del mundo, que conecta Santander con Estados Unidos y que es 100% de inversión privada. Una gran suerte», celebra Arasti. Que un centro de datos esté cerca de estos cables es un factor muy relevante porque, a mayor distancia, mayor es el tiempo de respuesta de las aplicaciones, lo que se conoce como 'latencia'.

La obra, en tres fases

Este Campus Tecnológico Altamira requerirá una potencia de 500 megavatios. Pero eso será ya en 2032, cuando arranque a funcionar la tercera fase. En la primera basta con 100 MW y en la segunda, prevista para 2029, con 300MW. Es decir, a diferencia de otros centros de datos que se están proyectando, su implantación es gradual, por lo que el sistema eléctrico tiene más para responder a ese aumento general de demanda eléctrica. A eso se junta que en los próximos años Cantabria multiplicará por 5 su producción energética gracias a los 700MW de eólica –la mitad del consumo de los cántabros– que ya se están instalando o cuentan con permisos y la ampliación de la central de Aguayo –que también aportará estabilidad–, para que la región sea autosuficiente.

La última ventaja es que el proyecto ya está maduro. Es decir, Arasti defiende que es razonable que el Ministerio permita la conexión al sistema a un centro que ya cuenta con el dinero para la inversión, tiene los terrenos comprados y lo impulsa una empresa que ya cuenta con otra instalación similar –mucho más pequeña– en España, que a uno que no reúna esas condiciones.

Supone el 14% de la capacidad para procesar datos que quiere lograr España antes de 2030

El proyecto Altamira encaja con todas las estrategias nacionales y europeas de impulso a los centros de datos para ganar en seguridad y soberanía digital e impulsar nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial. De hecho, por su tamaño, esta instalación cántabra supondrá el 14%de toda la capacidad de procesamiento que pretende desplegar el Ministerio para la Transición Digital en España de aquí a 2030. «Será un referente a nivel de la Unión Europea», resume el consejero Arasti, que apunta que servirá para atraer nuevas inversiones de multinacionales como Amazon, Meta o Google, permitirá a la UC llevar a cabo nuevas formas de investigación y también dará apoyo a las pymes.

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