Los santanderinos pueden pagar ya con tarjeta sin contacto en 1.200 comercios

Unos 1.200 comercios, quioscos, farmacias, restaurantes y cafeterías de Santander permiten ya pagar pequeñas compras con una tarjeta sin contacto que se puede utilizar también en los traslados en autobús por la ciudad y la región, así como en las lanchas que cruzan la bahía.

El banco Santander, que impulsa este proyecto, enviará a lo largo de esta semana una primera remesa de 20.000 tarjetas a sus clientes y continuará los envíos hasta el 15 de febrero.

De momento hay ya 1.200 terminales de venta adaptados a esta tarjeta sin contacto, y se espera llegar, en un plazo de unos seis meses, a los 3.000 repartidos por toda la región.

El presidente de Cantabria, Ignacio Diego; el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, y el director territorial del banco para Cantabria, Carlos Hazas, han simbolizado hoy el arranque de esta iniciativa acercándose a realizar unas compras en una farmacia del centro de la ciudad.

Según han destacado, con la implantación de este sistema de pago para pequeñas compras, Santander y Cantabria se convierten en "pioneras", porque hasta ahora solo ha habido experiencias en prueba: una de ellas, del propio banco Santander, en su ciudad financiera, y la otra, por parte de otra entidad bancaria, en Cataluña.

Esta tarjeta sin contacto, que va asociada a la cuenta bancaria del usuario, está pensada para pagos de menos de 20 euros que se pueden realizar con solo posar la tarjeta sobre el terminal, sin necesidad de pasar la banca magnética o marcar el código secreto.

Los clientes del banco la recibirán de forma gratuita, mientras que los comercios adheridos al sistema de pago tendrán que asumir un coste de 5 céntimos por operación, inferior a las comisiones que se les cobran por pagos con las tarjetas habituales, que pueden alcanzar entre 0,60 euros y 0,80 euros, tal como ha señalado Hazas.

El director territorial del banco Santander en Cantabria ha destacado que las experiencias realizadas con este tipo de tarjetas en países como Estados Unidos o Polonia han puesto de relieve que los comercios adheridos aumentaron un 30 % sus ventas.

En este sentido, el presidente cántabro, Ignacio Diego, ha destacado que la implantación de esta tarjeta permitirá facilitar la vida a los ciudadanos, y a la par, contribuir a la reactivación del comercio.

Diego ha puesto ya a prueba esta tarjeta comprando unas pastillas para la garganta, mientras que el alcalde santanderino y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Íñigo de la Serna, ha comprado unos chicles.

De la Serna ha subrayado que esta iniciativa permite a Santander distinguirse respecto a otras ciudades, contando con establecimientos tecnológicamente avanzados. Y ha recordado que, al pago con tarjeta sin contacto, se sumará en el futuro el pago a través de móvil.