«'Mozart in the Jungle' habla de la música clásica sin ponerse épica»

Lo cierto es que soy tan adicta a las series que este año que empieza me he impuesto no tragarme tantas y sacar tiempo para leer. Si tuviera que destacar una de las últimas que me ha enganchado, sin citar las que conoce todo el mundo, elegiría 'Mozart in the Jungle', una serie de Amazon Studios que en España emite Movistar Plus. Su protagonista es Gael García Bernal, que encarna a un joven director de orquesta, Rodrigo de Souza, que llega a la Orquesta Filarmónica de Nueva York.

Para empezar, cada episodio de 'Mozart in the Jungle' dura veintitantos minutos, no como en las series españolas, donde la duración es desproporcionada. Yo he trabajado dirigiendo series ('Cuéntame', 'Víctor Ros'...) y una vez rodé un episodio de 'Hospital Central' que se alargaba hasta los ochenta y tantos minutos, sin contar los anuncios. Eso es una locura. Las cadenas quieren que con un capítulo llenes el 'prime time', pero eso solo lo consigues estirando las tramas como el chicle. Se aburren los guionistas y se aburren los espectadores, porque el tiempo narrativo no coincide con el real. Ojalá la ficción española se contagiase de la americana, donde ninguna serie dura más de cincuenta minutos.

Volviendo a 'Mozart in the Jungle', lo que más me gusta es que es una serie sencilla, suave, nada densa como otros títulos que te obligan a verlos concentradísima. Cuenta el enfrentamiento entre este recién llegado, joven y talentoso, con los carcamales que pueblan la Filarmónica. Y el choque cultural de un latino en una ciudad como Nueva York. Adoro la música clásica, y por eso me emociona escuchar las piezas que salpican la narración: Schubert, Brahms... Es como si Gustavo Dudamel tuviera que sustituir a Von Karajan. Otro personaje fundamental es la joven oboísta que debe ganarse el puesto en la orquesta (Lola Kirke) y con la que el protagonista mantiene una atracción sexual no resuelta.

'Mozart in the Jungle' me ha conquistado porque es una serie que habla del mundo de la música clásica sin ponerse épica, algo que detesto. No tiene nada que ver con una 'sitcom', aquí no hay gags, es una comedia suave donde los pequeños dramas cotidianos no se contemplan como algo terrible. Acabo de empezar con la segunda temporada y, ojo, que en los Globos de Oro que se entregan este domingo puede dar la sorpresa.