Dónde cenar o picotear por el Río de la Pila y Santa Lucía

Como en todas las ciudades, en Santander existen una serie de barrios carismáticos, donde con frecuencia se pasean los nativos y por los que preguntan aquellos que vienen de fuera. Barrios cargados generalmente de historia, de anécdotas, de recuerdos. Uno de estos espacios 'mágicos' de la capital cántabra es el Río de la Pila, en pleno centro de la urbe, siempre visitado y guardando la esencia de una calle en la que comer y disfrutar de unas copas, con amigos y familiares, siempre fue uno de sus principales atractivos. Bares, restaurantes, bodegas y pubs se suceden a ambos márgenes de la calle, hasta llegar a ese funicular que lleva al caminante hasta General Dávila, junto al campo de fútbol del antiguo Regimiento. Una calle donde además se respira cultura.

El nombre de esta singular calle no es un capricho. Se debe a un pequeño manantial que discurría al parecer desde el llamado Despeñaperros, en la parte alta de la rua, hasta la antigua muralla que rodeaba a la capital. Las mujeres aprovechaban el caudal, que fluía hasta una fuente, para surtirse de agua para lavar la ropa y atender a las tareas domésticas. En 1769 ya aparece en algunos documentos el nombre de la calle, siendo considerado como barrio en 1837. Historia.

En 1868, los vecinos del Río de la Pila propusieron al ayuntamiento la construcción de una rampa que uniera la calle con el popular Prado de San Roque, salvando un gran desnivel. Unas escalinatas y una serie de rampas evitaron entonces lo abrupto de la ladera.

Cuenta la historia que en allí en 1870 se abrió un casino donde se celebraron grandes fiestas, bailes y obras de teatro. Unos años más tarde, en 1900, se construyó una casa de baños, con gran demanda en su época. Allí se instalaron también los bomberos municipales hasta su traslado a Cajo. Y además la central telefónica, inaugurada por Alfonso XIII.

En el solar de aquella famosa casa de baños se levantó en 1919 el Teatro Pereda, donde hasta el día de su incompresible derrumbe actuaron las mejores compañías del país.

Con la apertura en 1940 de la Bodega de El Riojano, comenzó a escribirse la historia moderna del Río de la Pila. Aquel matrimonio procedente de la tierra del vino dejó paso a su hijo, Víctor Merino, que con su gastronomía llevó el nombre de la calle y el de la ciudad a todos los rincones del país. Una década después es cuando comienzan a proliferar los bares y tabernas en el estrecho camino. Los jóvenes acudían entonces a disfrutar de vinos y pinchos, una tradición que tuvo su momento álgido en los últimos años del pasado siglo, los 70 y los 80, donde los fines de semana parecía imposible moverse por la calle.

Hoy continúa esa tradición de acudir al Río de la Pila a tomar unos vinos, comer o cenar. Siguen existiendo bares y restaurantes de categoría que siguen teniendo como referente al Riojano.

El último gran acontecimiento de la calle, además de la apertura en el antiguo edificio de Telefónica de Espacio Fraile y Blanco, donde ahora hay una gran exposición de Roberto Orallo, fue la instalación en 2008 del funicular que une precisamente el Río de la Pila con el Prado San Roque.

Junto a este carismático barrio se encuentra la calle Santa Lucía, también lugar de ocio, con numerosos establecimientos hosteleros donde poder disfrutar durante todos los días de la semana. La calle tomó el nombre de la ermita de la santa protectora de los enfermos de la vista. A finales del siglo XVIII comenzó a ser denominada con este nombre y se trataba de una extensión de carácter agrícola. Fue en 1820 cuando se realizó la urbanización de la calle. Pero San Lucía no siempre se llamó así. En 1868 la Revolución Septembrina que llevó al destronamiento y exilio de la reina Isabel II la denominó De la Libertad.

En 1915 se aprobó que fuera Doctor Madrazo y durante la Segunda República volvió a ser de La Libertad. Definitivamente, en 1937, se quedó con el actual nombre de Santa Lucía. Allí se levantó la segunda plaza de toros de la ciudad hasta 1889. Una vez derribado el coso, el citado médico, Enrique Diego Madrazo, construyó en ese lugar un sanatorio que estuvo abierto hasta los años ochenta.

Dirección: C/ Santa Lucía nº 5, Santander.

Teléfono: 634 417 390.

Día de cierre: Domingos y lunes.

Propietario: Beto La Calle.

Cocinera: Nuria García.

Especialidades: El Frida es más que un restaurante, por su música, ambiente, y decoración llena de detalles curiosos. Destacan sus hamburguesas de carne de Tudanca y su cocina Tex-Mex: tacos, burritos... Y (aseguran) el mejor chili con carne de la ciudad. Con el nivel de picante que cada uno quiera, desde cero hasta... el infinito. También ensaladas, bocadillos curiosos, costillas de brontosaurio y... coctelería extrema.

Dirección: C/ Guevara 28 y Jiménez Díaz 14.

Teléfono: 942 181 838.

Día de cierre: Lunes.

Propietarios: Mario, Lorena y Valeria.

Cocineros: Alejandro Rovinzon y Pato Sepúlvedao.

Encargado de sala: John Vargas.

Especialidades: Comida artesana italiana, más de 30 pizzas hechas al momento, pasta, ensaladas y postres caseros. De las últimas novedades destaca la pizza vegana, boloñesa, veggi, pizzas sin gluten (consulte especialidades). Recomendable la pizza búfala, la ensalada capresse, los raviolis, la tarta ferrero (entre otras) y la espectacular sangría.

Dirección: C/ Santa Lucía 61.

Teléfono: 942 377 602.

Día de cierre: Domingos noche y lunes excepto vísperas de fiesta.

Propietaria: Felisa González Rascón.

Cocinero: José Luis Cotera.

Especialidades: Comida tradicional mexicana elaborada con producto fresco, de calidad y mimo, dónde además de todos los clásicos que no faltan, encontramos otros platos típicos no tan conocidos fuera de México, como el ceviche de lubina, tamales, chiles en nogada, pastel azteca... Especial atención hay que poner a su picoteo en la barra, además de su amplia coctelería mexicana con más de 30 referencias de tequila y mezcal. Dispone de dos tipos de menú degustación, el de 16 euros, y el largo y estrecho por 22 euros. Una cocina auténtica, deliciosa, sabrosa. Acertará.

Dirección: C/ Río de la Pila, 10.

Teléfono: 942 221 074.

Día de cierre: Lunes sen invierno.

Propietario: Alejandro Guerra Cuesta.

Cocinero: Justo Martínez.

Especialidades: Comida casera, picoteo, embutidos variados, empanadas, carnes y pescados fresco del día, menú diario 11 euros y menú fin de semana y festivos, 15.

Observaciones: Terraza y gran carta de vinos. Clásico del Río de la Pila.

Dirección: C/ Río de la pila, 5.

Teléfono: 942 216 750.

Día de cierre: domingo noche.

Propietario: Carlos Crespo Viadero.

Cocinero: Óscar Teja Sanz.

Especialidades: Caracoles guisados a la riojana, callos de ternera, bacalao con tomate, nuestra ensaladilla rusa, anchoas Catalina, Steak Tartar, chuletón de rubia gallega, flan de huevo, helado de quesucos cántabros.

Observaciones: Menus para grupos. Un sol Repsol 2018. Disponemos de empresa de catering Bodega de El Riojano para desayunos, cocktales, comidas y banquetes.

Dirección: C/ Santa Lucía 37.

Teléfono: 942 552 457.

Día de cierre: Abierto todos los días menos Navidad y Año Nuevo.

Propietaria: Cristina Fernández Díaz.

Especialidades: Horario continuo de 10.00 a 22.00, y viernes y sábados de 10.00 a 17.00 y de 20.00 a 23.30 h. Pensado para quien come fuera de casa, Level es el primer restaurante de comida rápida con opciones 100% naturales y saludablemente deliciosas inspirado en las nuevas tendencias en nutrición. Especialidad en ensaladas, sándwiches, wraps, cremas de verduras, legumbres, postres artesanos, preparados de frutas troceadas y zumos exprimidos al momento. Amplia gama de opciones vegetarianas y veganas. Menú a partir de 5,95€. Servicio de catering disponible.

Dirección: Santa Lucía, 26 Bajo.

Teléfono: 942148784.

Día de cierre: Abre todos los días del año excepto 25 de diciembre y 1 de enero. Propietarios y maestros pasteleros: David Bonastre de Celis y Borja Cuesta Abascal.

Especialidades: Pastelería de autor moderna, española, francesa y regional, con obrador propio, tienda y especialistas en servicio de cátering para particulares o eventos. Novedad de invierno: Roscos de Reyes (nata, trufa y crema), Galette des Rois (Rosco francés), Panettones frescos y naturales, troncos de navidad, polvorones, trufas, hojaldres, canapes bajo pedido (nochebuena y nochevieja), empanadas, bombones y todo tipo de chocolates y dulces elegantes ideales para regalar.

Dirección: C/ Río de la Pila 8 y C/ Moctezuma 4.

Teléfono: 942 226 242.

Día de cierre: Las tiendas abren viernes, sábados y vísperas de fiesta, de 21 horas hasta la madrugada, pero se puede disfrutar de los encargos todos los días y a cualquier hora bajo pedido.

Especialidades: Elabora su pan en obrador propio con productos frescos de primera calidad. Continuamente añade nuevas elaboraciones saladas o dulces en el local o para todo tipo de eventos. Para estas fechas recomiendan su roscón de Reyes artesano (sólo por encargo): Tradicional, con crema, nata, nutella o dulce de leche. Una delicia.