En la diversidad está el éxito

Quienes se animan a pasar por la Feria del Producto de Cantabria lo hacen con una idea compartida: asomarse a los sabores y las manufacturas hechas en la región. Si bien la meta es común, los perfiles de los visitantes -y también de los productores- son muy diferentes. Por los pasillos de la feria, ubicada en el Palacio de Exposiciones de Santander, pasean estos días cocineros y hosteleros en busca de propuestas y sabores nuevos; pasean familias con listas más o menos cerradas; pasean comidistas, gastrónomos, aficionados a la cerveza artesana y turistas, como Josué León y Lucas García, de Gijón, que están pasando unos días en una casa rural de Cantabria y han aprovechado para comprar aquí el regalo para el amigo invisible. «Me ha parecido muy buena idea hacer un 'pack' de productos cántabros», comenta Lucas. «Los quesos tienen muy buena pinta. Vamos a mirarlos todos», añade.

Hay muchas marcas y sellos de queso artesano en la feria -como la variedad Urdón, de Quesería Javier Campos-, también de conservas, orujos, embutidos, legumbres, turrones (una novedad de esta edición), panes, ginebras, dulces de Cantabria, cervezas hechas en la comunidad... Hasta 116 productores, noventa expositores y cerca de mil propuestas confluyen en el Palacio de Exposiciones hasta hoy, a las 21.00 horas. La organización espera superar las cifras de asistencia de otros años, que están en torno a los 20.000 visitantes.

Rubén Varona, de Colmenares de Vendejo, ofrece a los visitantes la posibilidad de probar la miel de panal, con sus trocitos de cera aderezando el sabor y la textura. Con 20 años de experiencia a sus espaldas, comercializa miel de Liébana, con denominación de origen, que producen en sus 600 colmenas. La feria les parece un acierto: «Venimos desde hace muchos años. Es un éxito de ventas», indica.

Colmenares de Vendejo repite en esta feria y Tu Cocina Tradicional se estrena este año en este foro gastronómico. Juan Carlos González Gutiérrez, al frente de esta marca, recibe en el expositor con su mandil a punto. «La idea es darnos a conocer, que la gente pruebe nuestros productos; que se conozca nuestra marca en Cantabria», explica. Entre sus propuestas estrella está el preparado de tortilla. A los visitantes les sorprende, prueban el pincho de degustación, y asienten. Juan Carlos es consciente de que la tortilla es un plato que forma parte del imaginario gastronómico nacional, y que un preparado, a primera vista, sorprende. Su propuesta, explica, es totalmente natural: es un preparado de patata pochada y frita con aceite de oliva, sin sulfitos ni conservantes; un producto al que se le confiere caducidad gracias a un proceso térmico. El comprador solo tiene que calentar, añadir el huevo y cuajar a su gusto. «Queremos cambiar el concepto de la tortilla», revela este cocinero, que procede del mundo de la restauración. Su expositor ofrece también un surtido de púdines y postres lácteos. «La Feria es un escaparate para el conocimiento», incide.

Algunas familias que se han animado a visitar la Feria del Producto se muestran dispuestas a probar nuevos sabores, nuevas formas de manufactura. José Luis Rivero y Ana Junco la han visitado con sus hijos, Alba y José Luis, y con idea de experimentar. «Venimos todos los años. Nos gusta mucho. Todos los productos cántabros están representados», indica José Luis. «Siempre hay alguna novedad, siempre hay algo nuevo que probar», añade Junco. En la edición pasada fue el helado de queso azul, y en este esperan aún encontrar la sorpresa.

También repite en la Feria la familia López-Cayón. Son Miguel Ángel, Araceli, Jorge e Irene, de Reinosa, con idea de probar y comprar sobaos, quesos, orujo. «Nos gusta mucho la Feria, vinimos hace dos años y repetimos», indican antes de seguir ruta. Por el pasillo paralelo, Félix Osoro, del sector hostelero, repasa sus adquisiciones: quesos, pan, arándanos, embutido, chocolate, «de todo un poco», indica, y revela que, quizá, alguno de los productos acabe incorporado a sus menús.