El camping se adapta a sus fieles
En agosto se registra su mayor ocupación, aunque las estancias mayoritarias con cada vez más cortas
CAYETANO GUERRA LAVID
SANTANDER.
Sábado, 17 de agosto 2019
El turismo de camping siempre ha estado presente y tiene fieles defensores. Muchas familias y grupos de amigos recorren el país y el contintente ... en coche, furgoneta o autocaravana desde hace generaciones. De hecho, esta forma de viajar nunca ha pasado de moda, aunque también atrae a personas que exprimen sus ventajas adaptándolas a los nuevos tiempos. «Nos ha supuesto todo un cambio de mentalidad porque ya no predominan los campistas que se instalan durante semanas, sino que apenas se quedan tres o cuatro noches», explica Pablo Alonso, presidente de la Asociación de Campings de Cantabria. Una de las causas de este cambio es el uso de móviles y de dispositivos GPS, que permite a los campistas moverse por diversos puntos de interés cercanos en vez de quedarse en el recinto.
De entre los diferentes tipos de turista, están los que tienen una plaza reservada todo el año. Es el caso de Leticia y Santiago, un matrimonio de Bilbao que descansa en la terraza del restaurante del Camping Santillana del Mar antes de ir a comer. «La plaza es de mi hija. Es un bungaló que tiene porque suele venir aquí con nuestra nieta y siempre lo pasan muy bien. Disfrutan de todas las instalaciones. Hay piscina, Santillana del Mar está aquí al lado y tenemos un supermercado dentro y todo». Apuestan por no perder la costumbre de alojarse en Santillana porque nunca faltan los buenos momentos y los planes que hacer: «Acabamos de venir de Torrelavega y por la mañana dimos un paseo por el pueblo. Es precioso».
Desde Pamplona han venido con su familia Alejandro y Cristina, dos hermanos con ganas de viajar y divertirse, aunque cada uno lo hace por su cuenta. Ella suele viajar con su novio, mientras que él lo hace con su grupo de amigos. Suelen acampar porque les gusta «la sensación de estar en conexión con el medio ambiente» y la flexibilidad que les permite este tipo de alojamientos, así como sus facilidades: «Apreciamos mucho que tenga cocina. De hecho, mi padre está aún allí, terminando de preparar la comida», explica Cristina. Esta es la primera vez que viajan todos juntos en familia, pero se sienten cómodos como en viajes anteriores: «Al final un camping es igual en todos los sitios y, como sabemos que nos gusta, disfrutamos allá donde vamos», asegura Alejandro, instantes antes de entrar a la piscina.
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Otro tipo de experiencia viven María José y Antonio, que han llegado a una etapa de la vida en la que sus hijos, de 14 y 12 años, han decidido que son mayores para seguir viajando con sus padres. Pero ellos han decidido seguir «buscando aventuras, como hacíamos cuando éramos más jóvenes» y se han venido sin los 'pequeños'. Ahora recorren el norte de la península en su coche, sólo con la tienda de campaña en el maletero y muchas ganas de seguir descubriendo lugares desconocidos para ellos. Salieron de Jaén y tras su paso por Cantabria su próximo destino será Asturias. «Hemos venido a explotar al máximo las posibilidades. No vamos a la playa, aunque podríamos. Lo que hacemos es levantarnos, desayunar y patear todos los rincones que hay por aquí. Volvemos para comer algo y seguimos descubriendo lugares increíbles. La verdad es que Cantabria es preciosa», explican.
«El campista ha cambiado»
Rafael Oceja, director del Camping Santillana del Mar, siente que cada vez escasee más este tipo de turismo y que ahora la gente sea «mucho más pasajera, pasando de media dos o tres noches antes de irse». En este sentido, lamenta que ya no haya tantos extranjeros como en años anteriores, en los que «holandeses, italianos, alemanes y, sobre todo, ingleses nos hacían colgar los carteles de completo cada julio y no se levantaban hasta pasado agosto». Fija su atención en Francia: «Han convertido sus campings en parques acuáticos y de tirolinas y es algo contra lo que no podemos competir. La gente paga un poco más, pero por estancias mucho más prolongadas».
Esta opinión también la comparte Pablo Alonso, que explica que, aunque claramente se haya producido un cambio, «los campistas fieles siguen siendo la mayoría y ellos siempre preferirán continuar con la tradición del camping», una fórmula que «se ha demostrado que funciona».
Preguntados sobre las autocaravanas que aparcan fuera de los campings, opinan que «debería haber un control» porque existe «un vacío en ese aspecto» y vuelven a insistir en la idea anterior: «Aunque muchos buscan el mejor precio a toda costa, los que son campistas de verdad siempre salen ganando en seguridad y experiencia apostando por los campings de siempre».
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