Santander, un horno a 36,6 grados

Santander se ha convertido en un horno este martes. Los termómetros han llegado, y superado, los 36 grados a las 16.30 horas. Se preveía calor para hoy pero no tanto. La razón, que ha aparecido el viento sur en el litoral y no estaba previsto. Así lo ha explicado Sergio González Fernández, delegado territorial de la Aemet en Cantabria, quien ha señalado que «lo más preocupante tendrá lugar desde esta tarde y noche hasta las tres de la mañana». Y el temor se cumplió y las tormentas llegaron en el entorno de las ocho de la tarde. El delegado de Aemet ha destacado que la ciudad se ha quedado a un grado de superar la temperatura máxima absoluta en el mes de junio en Santander, que fue en 1968 con 37,6º en al aeropuerto.

Pero antes de la lluvia, según destacó el delegado de Aemet, la capital se había quedado a un grado de superar la temperatura máxima absoluta del mes de junio en Santander, que fue en 1968 con 37,6º, también en el aeropuerto. Otra de las cifras más elevadas de la jornada tuvo lugar en Torrelavega y su entorno. En el pueblo de Sierrapando, a las 14.50 horas, se registraron 35,3º. Algunos vecinos se quedaban pegados al asfalto, otros se resguardaban al fresco en los centros comerciales cercanos a la zona. Mientras que los obreros que trabajan en la construcción del llamado nudo de Torrelavega de la A-67, tenían que parar a recuperar el aliento ante el sofocante bochorno.

El calor fue la tónica general de toda la jornada. En la capital los termómetros subieron poco a poco. Y hasta en la estación de control situada junto a Cabo Mayor, en Santander, se superaron los 34 grados, algo poco habitual. En San Vicente de la Barquera, a las cuatro de la tarde también se superaron los 29 grados, y en la otra punta del litoral, en Castro Urdiales, los 28º.

Toda la comunidad estuvo en alerta –amarilla y naranja– desde las tres de la tarde. En el interior –Liébana, el centro, Valle de Villaverde y la Cantabria del Ebro– el aviso fue naranja por lluvias y tormentas y fuertes rachas de viento. En el litoral, el aviso se redujo a amarillo también por tormentas y lluvias, aunque fueron menos intensas. Eso sí, antes, el calor se dejó sentir por igual en la costa y la montaña. Hasta las 16.00 horas, Ramales de la Victoria marcaba 35,8º; 35,1º en San Felices de Buelna; y 33,9º en Los Tojos.

Ante este panorma, el 112 había pedido extremar la prudencia, tanto en los momentos de elevado calor, como, posteriormente, con la aparición de las fuertes tormentas. En la misma línea, la Dirección General de Salud Pública de Cantabria recomendaba evitar esfuerzos en las horas centrales del día, mantener una buena hidratación y prestar una especial atención a personas con patologías.

Esta alerta continuará activada también en toda la región, excepto el litoral, este miércoles, entre las 9.00 y las 18.00 horas, aunque el aviso baja a nivel amarillo. Para este periodo se espera una precipitación acumulada de 25 litros por metro cuadrado en una hora, que pudiera estar acompañada de granizo y viento fuerte.

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