Con los huertos llenos «a reventar» y sin recoger
Autoconsumo. ·
Los hortelanos no profesionales reclaman flexibilidad durante el estado de alarma para que al menos puedan retirar y no se eche a perder lo que ya está plantadoPatatas, cebollas, guisantes, alubias, acelgas, lechugas, berenjenas... Las familias de muchos hortelanos aficionados tenían solucionada esta parte de la compra gracias a esos pequeños huertos de autoconsumo a los que ahora por el estado de alarma no pueden acudir, en algunos casos ni tan siquiera a regar. Estos horticultores no profesionales no entienden que se les impida acceder a sus parcelas, a donde acuden solos, pero sí pueden ir al supermercado, donde dicen que «las posibilidades de contacto humano se multiplican».
Con los huertos, según dicen «llenos a reventar», piden que al menos se flexibilice la norma y puedan ir a recoger lo que ya tienen plantado y no se tenga que perder. El Real Decreto establece que el desplazamiento para el cuidado o la recolección de huertos particulares o de autoconsumo no tiene la consideración de actividad esencial, por lo que con carácter general no se encuentra autorizado.
«La huerta nos supone un alivio económico muy importante al mes y al año»
Sin embargo, si se permite de manera excepcional, en aquellos casos en los que, en atención a la situación socioeconómica del interesado, el consumo del producto de dichos huertos resulte imprescindible para atender a la subsistencia. Es el caso de Óscar Gutiérrez, vecino de Torrelavega, beneficiario de una parcela perteneciente la red de huertos urbanos sostenibles del municipio y que sin apenas recursos económicos «la huerta nos supone un alivio económico muy importante al mes y al año». «Yo planto de todo, alubia, cebolla, patata, tomate, lechuga, calabacín, acelga, berenjena... y lo que no comemos lo voy congelando. Comemos todo el año de la huerta y no entendemos porque se puede ir a hacer la compra a un hipermercado y aquí que venimos solos no podemos recoger, por lo menos, lo plantado. Creemos que es un error y nos preocupa porque en algún sitio se ha multado», afirma. A la espera de que la Delegación de Gobierno se pronuncie sobre una posible flexibilización de las medidas, los dueños de huertos dedicados al autoconsumo no entienden porque «en cada municipio se actúa de una manera distinta». «Yo tengo plantadas judías y si no riegas y vienen unos días de calor eso ya no vale para nada, se echa todo a perder, estamos en época de recoger pero también de planta de tomate y lechuga», agrega,
Parcelas cerradas
En Santander, los huertos urbanos gestionados por el Ayuntamiento permanecen cerrados al tratarse de una instalación municipal, igual que en Torrelavega, y en otras localidades de la región, sin embargo en otros si se permite ir a regar o a recoger. En Camargo, Joaquín Gutiérrez, que tiene una huerta cerca de su domicilio junto a la ermita del Carmen en Revilla, explica que un bando municipal permite atender «solo» los huertos destinados al autoconsumo. La mujer de Joaquín apunta que «además de que todo lo que planta lo comemos en casa, si le quitan el huerto le da el parraque por ese 'prao' es su vida, se pasa allí horas».
Tal es la preocupación entre estos agricultores no profesionales que en Torrelavega han creado una plataforma de afectados y se han dirigido a la Delegación del Gobierno para ver si como se ha hecho en otras comunidades autónomas la normativa se puede flexibilizar. Porque, como señala Luis del Río, con un huerto en Coteríos (junto al campus universitario) «ahora es la temporada, tenemos que plantar y también recolectar, yo tengo ahí cebolletas y guisantes que no quiero que se echen a perder». «Es una pena y frustrante estar en casa encerrado viendo la televisión y el huerto ahí sin atender», lamenta.
«Si no nos dejan recoger lo plantado se va a echar todo a perder»
Otro vecino de Torrelavega, con huerta en Mies de Vega, Míchel González, dice que el problema es que «todo lo que tenemos plantado, si no podemos recoger se va a echar a perder porque ahora mismo está todo dejado de la mano de Dios». «Por lo menos que nos dejen recoger lo que tenemos ahí, patatas y cebollas, y que en muchos casos es parte de la comida que llevamos cada día a casa, que esto es economía de subsistencia, en invierno comemos las alubias, las patatas, las judías, y ahora en verano, lechugas y tomates, pero este año no se qué va pasar», señala resignado. Para este horticultor «da mucha pena ver cómo 45 huertos se echan a perder y como en otras comunidades se está permitiendo ir a los huertos».
Desde que el pasado mes de marzo se decretara el estado de alarma no se puede acceder a estas redes de huertos «llenos» sin que nadie pueda recogerlos. Acelgas, judías o coles rebosan en las parcelas de los hortelanos sin que puedan ser aprovechadas. Y la plantación, que tendría que comenzar ahora, también está en el aire. Y es que, tal y como recuerdan fuentes de Delegación del Gobierno, a día de hoy los desplazamientos para acudir a los huertos de autoconsumo no están recogidos en el Real Decreto.
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