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Equipo Gráfico DM
Martes, 29 de abril 2025, 13:55
Los fallos en el suministro eléctrico suceden de forma esporádica. Con más o menos afectados, de mayor o menor duración, pero todos tienen sus efectos. Su impacto en el tráfico, en los negocios y empresas, y en la vida cotidiana de las personas es cada vez más importante.
Operarios reparando la avería provocada por varios transformadores eléctricos que explotaron tras incendiarse en julio de 2010.
El 17 de noviembre de 2010 una avería en la subestación de E.ON provocó un apagón en la comarca del Besaya y la costa occidental de Cantabria. El tráfico también se vio afectado.
Luis Palomeque
Subestacion de E.ON en Puente San Miguel donde se originó el problema el 17 de noviembre de 2010 que dejó sin luz a 100.000 personas.
El apagón de noviembre de 2010 comenzó sobre las 17.40 horas y dejó sin luz a Torrelavega y también a Santillana del Mar, Vispieres, Cartes, Suances, Cabezón y Puente San Miguel, entre otras localidades.
La caída los cables de una torre de alta tensión en Torres dejó sin luz a todo el área de Torrelavega en enero de 2012, lo que provocó gran alarma en la ciudad.
El 30 de diciembre de 2012 las pantallas electrónicas que informan de las plazas libres en los aparcamientos subterráneos sufrieron un apagón en todo Santander.
1.300 usuarios se vieron afectados por la avería que en enero de 2015 dejó sin luz a varias calles del centro de Santander desde las 12.15 horas hasta las 13.30 horas.
El comercio también se vio afectado por el apagón de Santander en enero de 2015.
Calles de Castro Urdiales a oscuras tras un fallo en el suministro eléctrico el 1 de febrero de 2016.
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