El Barça conquista la Undécima por penaltis

Se alzaron con su undécima Copa de Europa los azulgranas tras una final agónica, tremenda, extraordinaria, que se tuvo que decidir en los lanzamientos de penalti después de acabar la prórroga con empate (32-32). En la tanda decisiva desde los siete metros, el equipo catalán se impuso por 5-3.

En una final inolvidable por su inusitada emoción y la máxima igualdad reinante en todo momento, el equipo de Carlos Ortega revalidó el título conseguido la temporada pasada para dar otro paso más en su crecimiento. Fue capaz de vencer nada menos que a un Kielce forjado a golpe de talonario que había superado al poderosísimo Veszprem húngaro (35-27) en la semifinal del sábado. El conjunto de Talant Dujshebaev no levanta el trofeo desde el año 2016.

Lágrimas en el rostro de Carlos Ortega, que con este preciado galardón inicia de forma inmejorable su nueva etapa como entrenador al frente del Barça. Pudo caer el título del lado de cualquiera, ya que tanto los españoles como los polacos hicieron méritos en Colonia para celebrarlo, pero la incertidumbre fue tal que el desenlace se tuvo que decidir en la suerte de los penaltis.

En la suerte final, Fàbregas anotó el quinto y definitivo, aprovechando el acierto que antes tuvo Gonzalo Pérez de Vargas para desviar el tiro de Álex Dujshebaev. No podía ser otro el que fallase en una de esas casualidades del destino que depara el mundo del deporte.

Sobresaliente el Barça de balonmano, garantía de éxito de un club polideportivo quizá como ninguno y que esta misma tarde lamentó la derrota en la Liga ACB de baloncesto al perder frente al Real Madrid el cuarto partido de la serie final, segundo consecutivo en el Wizink Center de la capital. Instantes después de que el equipo de Sarunas Jasikevicius lamentase la derrota, la sección de balonmano consolidó su hegemonía continental.