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Ilustración: Marc González
Me quiero comprar una casa, ¿qué debo saber?

Me quiero comprar una casa, ¿qué debo saber?

Educación Financiera ·

Ahora que el sector inmobiliario recupera la salud y los bancos vuelven a dar hipotecas llega el momento de saber cómo está el patio de la compraventa

FxM: Finanzas para Mortales y Tamara Cantero

Santander

Lunes, 2 de octubre 2017, 07:45

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Hace unos días nos plantearon una pregunta que igual os habéis hecho vosotros: ¿Cómo está ahora el sector inmobiliario después de que explotara la famosa burbuja? ¿Los bancos vuelven a dar hipotecas? ¿Se puede conseguir crédito suficiente para pagar una casa sin tener ahorros, como ocurría antes de la crisis? Pues hemos investigado un poco y a continuación os contamos cómo está la situación en el sector vivienda.

Como podréis imaginar, aún es demasiado pronto para aventurarse sobre cómo acabará 2017 en lo relacionado al mercado inmobiliario, es decir, a las transacciones de compra y venta de bienes inmuebles, pero podemos adelantaros que los principales indicadores apuntan a que el mercado se está estabilizando. El año pasado se alcanzó, por primera vez desde 2010, la cifra de más de 400.000 compras de viviendas, según los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Hasta junio de este año, el número total de viviendas que se habían vendido ascendía a 235.672, lo que suponía 27.390 viviendas más que el mismo periodo del año anterior. La recuperación parece evidente, pero hay un dato que destacar: hay un incremento de precios del 6% anual, que está por encima de la inflación prevista en España.

¿Qué es la inflación?

Es la subida generalizada de los precios de bienes y servicios durante un determinado periodo de tiempo. Normalmente, los bancos centrales intentan que la inflación sea de entre un 2 y un 3% anual.

Este hecho, la inflación, provoca que las personas pierdan poder adquisitivo, puesto que al subir los precios, la cantidad de dinero que se tiene que destinar a la compra de productos y servicios es mayor, y por tanto el ahorro disminuye y las necesidades de financiación aumentan. La inflación se determina a partir de índices de precios armonizados.

Cuando nos referimos a la población en general utilizamos el índice de precios de consumo (IPC), que es una medida estadística de la evolución de los precios de los bienes y servicios que consume la población residente en viviendas familiares. El conjunto de bienes y servicios que conforman la cesta de la compra se obtiene básicamente del consumo de las familias, y la importancia de cada uno de ellos en el cálculo del IPC está determinada por dicho consumo.

La disminución de precios se denomina deflación y también tiene efectos no deseables, por eso los bancos centrales deben velar por la estabilidad de precios, manteniendo la inflación en un nivel bajo fijando el tipo de interés o precio del dinero.

Sin embargo, los expertos explican que ese desajuste entre el crecimiento del precio de la vivienda y la inflación se debe a un proceso de normalización después de que los precios cayeran en torno al 30% tras la crisis. Os dejamos un cuadro donde se ve claramente la recuperación del sector en los dos últimos años.

Ahora que ya sabemos que el sector va mejorando poco a poco puede que os apetezca plantearos comprar una vivienda. En ese caso, lo normal para nosotros, 'los mortales', es contratar una hipoteca. Sólo para que lo tengáis en cuenta, en 2016 se firmaron 280.000, con un importe medio de 163.253 euros. Aquí es donde muchos se preguntan: ¿Qué es mejor en este momento, comprar o alquilar una vivienda? Aquí preferimos no entrar porque es una decisión muy personal que depende de los factores personales de cada uno. Pero hace poco nos escribieron con una duda: ¿Qué debo tener en cuenta para pedir una hipoteca a una entidad financiera? Ahí sí que podemos hablaros de las cosas que debéis tener en cuenta:

La oferta

Busque, compare y si encuentra algo mejor...

Lo más importante a la hora de contratar una hipoteca es barajar las distintas opciones y condiciones que los bancos ofrecen. Es un proceso lento y de mucho análisis. Normalmente, para que se conceda una hipoteca se debe tener un trabajo fijo que proporcione una solvencia de pago. No obstante, ésta no será condición suficiente por sí sola, ya que es común que un tercero lo tenga que avalar con otro patrimonio en caso de impago. Se recomienda que la hipoteca no supere el 30% de los ingresos netos anuales.

Dada la recuperación que se está viviendo, algunos bancos están volviendo a conceder hipotecas que cubren el 100% de valor de la vivienda, aunque lo normal por norma del Banco de España es del 80% del valor de la misma.

Se recomienda que la hipoteca no supere el 30% de los ingresos netos anuales

También hay que tener en cuenta que todas las compraventas conllevan gastos de gestión que rondan aproximadamente el 10-12% del precio de la compraventa.

El tipo de interés que me interesa

El jeroglífico de las siglas

Una hipoteca va siempre asociada a un tipo de interés anual que determinará cuánto tenemos que pagar cada mes. Actualmente es más barato contratar una hipoteca variable porque los intereses están muy bajos. El problema de este tipo de hipotecas es que si la situación retorna a los tipos de hace unos años podría aumentar la cuota que pagamos cada mes. Algo que no ocurre con las hipotecas de interés fijo, donde la mensualidad es siempre la misma. La tercera opción es acudir a una hipoteca de interés mixto donde en los primeros años se aplica un interés fijo para después aplicar el variable con referencia al Euribor.

¿Qué es el Euribor?

Un índice de referencia publicado diariamente que indica el tipo de interés promedio al que las entidades financieras se prestan dinero en el mercado interbancario del euro. Se calcula usando los datos de los 44 principales bancos que operan en Europa, y su valor a diferentes plazos (mensual, a 2, 3 y 6 meses) es muy utilizado como referencia para las operaciones bancarias.

TAE y TIN: Es importante que siempre que se vaya a contratar un producto se haga especial hincapié en la TAE (Tasa Anual Equivalente), ya que incluye el tipo de interés y todos los gastos y comisiones asociadas. Sin embargo, el TIN sólo informa sobre el tipo de interés y, a efectos reales, es menor que lo que acabarás pagando por no tener en cuenta los gastos y comisiones.

Hasta aquí la información de esta entrada, pero si necesitáis cualquier aclaración, no dudéis en escribir vuestros comentarios. También os recordamos la posibilidad de proponer algún tema de interés.

Si quieres consultar los artículos anteriores de Finanzas para Mortales pincha aquí.

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