"Atrapados en ‘Las barracas’ de Belgrado"
La Comunidad Solidaria Cantabria Actúa advierte de las condiciones de vida "deplorables" de los refugiados en la ruta de los Balcanes y pide "ayuda urgente"
María de las Cuevas
Lunes, 22 de mayo 2017, 08:53
"Soy médico, ¿necesitáis algo?". Es la pregunta que repetía la cántabra Pilar Machón, desplazada a Serbia en un viaje de ayuda humanitaria. Pain in ... all body, doctor, (dolor en todo el cuerpo, doctora), era la respuesta más habitual. Esta médico de familia de Colindres acaba de regresar de Las barracas de Belgrado, un campamento de desplazados no oficial donde se encuentran hacinadas cerca de 1.500 personas en "condiciones deplorables, sin saneamiento, lo que les produce terribles infecciones".
La Comunidad Solidaria Cantabria Actúa, de la que es voluntaria, advierte de que es en Serbia, desde que se cerró la ruta de los Balcanes, "donde está ahora el foco de emergencia de ayuda humanitaria". La asociación pide "ayuda urgente" e insiste en que "la noticia no es que nosotros hemos estado allí, sino que ellos se quedan".
La cifra de desplazados atrapados en 17 campos de refugiados en Serbia asciende a 8.000, que esperan dar el salto a Europa a través de Croacia. "En Serbia, la ayuda de los cooperantes se considera ilegal y desde la embajada nos advirtieron de que nos podían detener en cualquier momento", indica Machín.
El viaje de carácter humanitario ha durado 15 días de intensa labor de atención sanitaria en The barraks (Las barracas) para los voluntarios españoles. Así se ha bautizado el campamento informal de refugiados más grande de Europa, después del desmantelamiento de Idomeni y Calais.
Huyen del terror
-
Hay 17 campamentos oficiales en Serbia y uno que no es oficial, conocido como The barraks. Los refugiados escapan de la guerra o de grupos terroristas que asesinan a sus familiares para forzarles a que integren sus filas.
"Los desplazados aquí no quieren ir a uno oficial porque temen ser deportados", explica Machín. Por eso, "permanecen en este lugar abandonado, con tres duchas y dos baños para 1.500 personas. Por la falta de salubridad, se producen infecciones terribles, dolores fuerte de cabeza e insomnio debido al shock postraumático ante el conflicto que han vivido, fuertes diarreas...". Son algunos casos que atendió Pilar. Los refugiados en Las barracas son todo hombres, adolescentes y niños. Cerca de trescientos son menores de edad, y muchos de ellos están solos, sin adultos a su cargo.
Sus nacionalidades son afgana y pakistaní, y por tanto sus posibilidades de conseguir asilo escasas, ya que Europa afirma que Afganistán tiene zonas seguras, y a los procedentes de Pakistán se les considera migrantes económicos. "Por eso decimos que los afganos son los grandes olvidados, considerados de segunda categoría, que no pueden ni siquiera aspirar a solicitar asilo", lamenta Machín.
Menores de edad
-
En Las barracas se hacinan 1.500 personas, el 30% de ellos son menores. Muchos de ellos viajan solos, sin ningún adulto a su cargo. Se unen en grupos de menores que cuidan entre sí. «Nunca pierden la sonrisa», aseguran los voluntarios de Cantabria Actúa. El gobierno serbio ha anunciado que el desalojo de Las barracas se completará antes del inicio del Ramadán, el 27 de mayo. Se ofrecerá a todas las personas su traslado a los otros 17 campamentos oficiales donde hay familias y niños.
Para todos ellos es un lugar de paso en su objetivo idealizado de llegar a Alemania u otros países de la UE, pero la mayoría lleva meses allí tras infructuosos intentos de cruzar la frontera con Hungría o Croacia. Muchos esperan a traficantes de personas que reciben 3.000 euros por ayudarles a cruzar la frontera.
Y la situación empeora."La policía serbia está desmantelando los campos no oficiales y se ha procedido al desalojo de Las barracas, pero los refugiados escaparán de la policía por temor a ser deportados a su país, del que huyen por guerra y terrorismo. Esta gente estará deambulando por el país, sin medios ni recursos", indica la médico.
Deportaciones
-
En Las barracas de Belgrado están desplazados que llegan de Afganistán y Paquistán. Temen ser deportados, por eso no acuden a los campamentos oficiales.
Cantabria Actúa
Cantabria Actúa recuerda que "el trabajo de los voluntarios es dar consuelo a los refugiados, aportar recursos y ser la voz de las personas olvidadas. Queremos que se cumplan los derechos fundamentales", sentencian los responsables del colectivo. Un equipo de voluntarios cántabros presta ayuda humanitaria. En él se incluyen, entre otros, las voluntarias y docentes Macu Azpiazu y Patricia Cabo, que acaban de regresar de efectuar un servicio de manutención en tres campamentos de Grecia; Carlos Zabala, rescatador en las costas de Lesbos (Grecia), o Wendi, voluntaria de acción social.
Fátima Figuero, coordinadora de las acciones en la ruta de los Balcanes y presidenta de la asociación, explica que los desplazados "huyen de la guerra, de la presión de los terroristas para que se alisten en sus filas, de ver cómo han asesinado a sus padres e, incluso, cómo han jugado al fútbol con la cabeza de su abuelo". "Los testimonios y fotografías son demasiado trágicas para asimilar", apunta.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.