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Lunes, 1 de febrero 2016, 12:48
Los ladrones han aprovechado la tranquilidad de un domingo de madrugada en Santander para acceder al Bar del Puerto, en la calle Hernán Cortés, en Puertochico, y llevarse todo el dinero en efectivo que encontraron. Su propietario, Antonio Núñez, se percató del suceso cuando por la mañana, a pesar de estar cerrado el establecimiento al ser jornada de descanso, acudió para hacer unas reparaciones con un fontanero. En total, me han llevado unos 36.000 euros, entre el dinero que había en la caja fuerte de la recaudación de varios días y un remanente que tenía para imprevistos.
La sorpresa para el propietario de este conocido establecimiento ha sido el modus operandi utilizado. Para acceder al interior, los cacos han utilizado sopletes con bombonas y, una vez dentro, afirma Núñez, han ido a tiro hecho. Sabían por dónde se movían y solo cogieron dinero en efectivo, nada del género de las despensas, ni siquiera una colección de monedas de plata que tenía en la oficina, recalca. Pero este no ha sido el único robo que de la noche. Según ha podido saber este periódico, otros establecimientos y empresas de la ciudad podrían haber sufrido la entrada de los cacos. En estos momentos, se está estudia la posibilidad de que pudiera ser una banda organizada la que hubiera perpetrado todos ellos, aprovechando el escaso movimiento que hay los domingos de madrugada en la capital cántabra.
El Bar del Puerto cerró el domingo por la tarde las puertas al público, como hace cada semana, para disfrutar de un día y medio de asueto. Pero este lunes su propietario tenía pendiente un par de arreglos, por lo que se acercó a primera hora de la mañana para acompañar a los operarios. Fue cuando se dieron cuenta de que el mecanismo de entrada había sido manipulado. Ya dentro comprobaron todos los destrozos que habían sufrido. Se habían llevado las huchas, habían forzado la caja registradora y habían encontrado a la primera la caja fuerte que, con ayuda de los sopletes, habían abierto y desvalijado. También se llevaron dos cajones con todo el dinero cambiado que había en su interior.
En la zona de Hernán Cortés existen cámaras de vigilancia en la rotonda y también en las entidades bancarias que hay adheridas al restaurante, por lo que Antonio Núñez confía en que puedan servir a la Policía para averiguar quién está detrás de los robos.
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