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Sensores antiolvido en las sillas de bebés

INNOVACIÓN ·

Italia obliga a los fabricantes a instalar sistemas para que no se queden los más pequeños encerrados en el coche

José Antonio González

Madrid

Jueves, 17 de octubre 2019, 07:30

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En Estados Unidos fallecen por calor en el coche un promedio de 38 niños al año: más de 800 niños fallecidos desde 1998. En los últimos años, fallecieron en el Viejo Continente 26 menores por dejarles en el coche al sol.

Francia, Italia y Bélgica son los países con más casos de muertes infantiles por golpes de calor dentro de un automóvil. El olvido, aunque pueda parecer impensable, es la causa principal. Precisamente, el Italia ha intentado poner freno a este problema con la aprobación de una ley que obligue a los fabricantes de sillas de coches construir un dispositivo antiolvido.

La normativa aprobada este mes de octubre no pilla de sorpresa a los fabricantes de vehículos que llevan trabajado un tiempo importante en el desarrollo de este sistema para incorporarlo de serie. Sin embargo, hay sensores externos, como el de Cybex, que es independiente de la silla de bebé. El dispositivo se coloca en el sistema de arneses de la silla del niño y funciona asociado a una aplicación que se instala en los teléfonos móviles de los padres y se conecta a través del Bluetooth.

Los padres reciben una señal sonora y una notificación en su smartphone que les permite reaccionar de inmediato. Otros sistema es el diseñado por Voxx Electronics bajo el nombre Baby on Board. A través de un pequeño sensor instalado bajo el cojín acolchado de la sillita este envía información vía Bluetooth a un llavero que guardan los padres. El sistema envía una alerta cuando los progenitores abandonan el vehículo y el bebé se mantiene en la silla.

Alfombrilla avisador

Creado por Opel, Gabriel, así se llama el sistema, es una alfombrilla dotada de sensores que se coloca en la silla de retención del menor. Al igual que el modelo anterior, cuenta con un aparato con forma de llavero, que hace la función de avisador. Cuando el motor del coche se apaga y el adulto se aleja cinco metros del vehículo, se activa una alarma en el avisador para evitar que el niño quede olvidado. La propia alfombrilla también está dotada de un sensor de temperatura para evitar los golpes de calor. Si la temperatura del vehículo alcanza los 28 grados, se vuelve a activar una nueva alarma con mayor intensidad, para que el adulto regrese inmediatamente al coche.

Según datos del RACE, tomando como referencia una temperatura exterior de entre 27 y 29 grados, la prueba de análisis se ha centrado en el cálculo de la temperatura interior del vehículo con tres situaciones distintas: con el vehículo totalmente cerrado, con el vehículo con una ventanilla abierta 5 cm y con el vehículo con dos ventanillas abiertas 5 cm (para formar corriente de aire).

Las temperaturas se elevan rápidamente superando los 40 °C en apenas 15 minutos. si el cuerpo humano supera los 42 grados se corre un alto riesgo de sufrir un golpe de calor. Y los más vulnerables, los niños.

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