En las entrañas del depósito de agua más antiguo de Torrelavega
A sus 121 años, el almacén de San Bartolomé sigue surtiendo a la ciudad y a los vecinos polanquinos de Posadillo y Rinconeda
Es el tanque más antiguo de la ciudad, el origen del agua potable en los hogares de Torrelavega y los pueblos planquinos de Posadillo y ... Rinconeda desde 1903. A sus 121 años, el depósito de San Bartolomé -o 'Las Traídas'- viene siendo objeto de reparaciones y actualizaciones con el fin de seguir alargando esa vida útil. Desde hace un mes, encara otra de esas actuaciones clave para seguir optimizando su rendimiento y seguir garantizando un servicio de abastecimiento de calidad. Ese es el propósito que persigue el plan de mejora de la red que tejen desde hace años el Ayuntamiento y Aguas Torrelavega, una hoja de ruta orientada a actualizar todos estos almacenes y que, tras una inversión de cerca de 156.000 euros, se propone dar un lavado de cara a su estandarte más antiguo de aquí a los próximos dos meses.
Ese es el plazo que ha avanzado el alcalde, Javier López Estrada, durante una visita al depósito este lunes por la mañana. Acompañado por el concejal del ramo y también presidente de Aguas Torrelavega, Pedro Pérez Noriega, el regidor ha mantenido un encuentro en las instalaciones de San Bartolomé con una parte del equipo técnico que viene diseñando esta actualización integral del depósito. ¿En qué consiste? Por lo pronto los operarios se están centrnado en la reparación interior de la cubierta y los dos vasos interiores que la componen, de 1.500 metros cúbicos de agua cada uno. La correcta impermeabilización del recinto es una de las grandes metas que persigue esta y las anteriores actuaciones ejecutadas en el depósito.
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A su edad, 'Las Traídas' ha mudado de piel en diferentes ocasiones. Ahí están las numerosas reparaciones del interior y las diversas capas de materiales que forman el revestimiento interior, cada una de características muy distintas. Esa falta de adherencia es la razón por la que, con el tiempo, se han ido desprendiendo poco a poco. «Son obras muy importantes, que no se ven, pero sin las cuales sería imposible garantizar el servicio de abastecimiento de agua a los vecinos», han afirmado Pérez Noriega, antes de asegurar que, con esta actuación, queda completada la renovación de «prácticamente» todos los depósitos del municipio.
Los trabajos que se están realizando son de reparación interior de la cubierta y reparación de los vasos interiores (muros, pilares y solera). Se trata de un depósito enterrado de piedra de sillería formado por dos vasos con una capacidad de 3.000 metros cúbicos de agua que da servicio al barrio Emilio Revuelta, San Ramón y a dos pueblos de Polanco: Rinconeda y Posadillo.
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