Cantabria afrontará otro verano «complejo» y sin médicos de familia para cubrir las bajas
Sanidad apunta que la planificación hasta septiembre se realiza «según las vacaciones de la plantilla» y sólo con ocho sustitutos destinados a SUAP
La historia se repite. En lo sanitario, Cantabria se adentra en un verano «complicado». El calificativo lo ponen desde la Consejería de Salud, donde han ... tenido que armar el puzle de las vacaciones de los profesionales, a sabiendas de que la demanda crecerá con el tirón turístico, pero los refuerzos no. Ni mucho ni poco. En los hospitales se muestran más optimistas con la travesía estival –cuentan incluso con no frenar del todo el ritmo quirúrgico programado–, pero el escollo volverá a estar en la Atención Primaria. Los mimbres son los mismos que los del verano pasado, que cabe recordar que acabó con la dimisión de la cúpula de la Gerencia después de tres meses salpicados de incidencias por ausencia de facultativos, especialmente en los Servicios de Urgencias (SUAP). Entonces, incluso parte de sus profesionales vieron denegadas sus vacaciones al no haber reemplazo posible.
Que ese tipo de episodios se van a volver a producir es prácticamente seguro. Que no va a haber personal adicional en las zonas más tensionadas por la llegada de turistas, también (salvo incorporaciones de última hora en las que aún confía el equipo de César Pascual). Tampoco esta vez se puede contar con fichar a los residentes que acaban su formación MIR, porque no será hasta agosto que salgan al mercado laboral. Y cuando terminen, falta por ver cuántos aceptan quedarse a trabajar en Cantabria. No hay que olvidar que los servicios de salud de todas las comunidades también están a la 'caza' de los nuevos médicos, mejorando sus ofertas para completar sus deficitarias plantillas, especialmente en las categorías de Medicina de Familia y Pediatría, donde la situación es cada vez más crítica en toda España.
El Servicio Cántabro de Salud (SCS) entrará en esa pugna con las plazas de médicos sin cupo asignado, dotadas con 61.000 euros año, más extras. Es decir, una nómina de partida de 4.300 euros mensuales, a la que se añadirían otros 720 solo con una tarde de trabajo adicional a la semana. Hasta la fecha, no se conoce propuesta más golosa, aunque el dinero no es el único factor que sopesan las nuevas generaciones de profesionales a la hora de elegir destino laboral. En todo caso, esa captación será de cara al otoño, porque antes la urgencia del SCS es 'salvar' las complicaciones hasta el mes de septiembre.
A todo eso se añade que el concurso de traslados para médicos de Atención Primaria tampoco se pudo resolver a tiempo para que este verano llegaran profesionales desplazados desde otras autonomías. «Las incidencias del programa informático» de gestión de personal demoró tanto el proceso que cuando tocaba asignar los puestos ya estaban las vacaciones del SCS organizadas. Tras la negociación con los sindicatos, la Gerencia optó por dejar la toma de posesión para octubre, temiendo que el desbarajuste fuera aún mayor con el movimiento de personal en pleno verano. Aunque eso implicaba que habiendo médicos de familia dispuestos a venir –constaban trece solicitudes en abril– no podrán hacerlo cuando más necesarios iban a resultar. De ahí que desde el SCS se intensificara la búsqueda activa, rastreando en otras comunidades y ofreciendo condiciones atractivas para atraer profesionales con el fin de aliviar una de las épocas más difícil de gestionar. Hasta el momento, hay tres nuevos fichajes.
Desde la Consejería recuerdan que se ha hecho «una planificación rigurosa» en función de las vacaciones y los permisos de conciliación, «la parte que se puede reorganizar». A partir de ahí, toda baja o imprevisto que surja entre los facultativos, sobre todo en los centros de salud y consultorios, estropeará el calendario, descompensará los equipos y, probablemente, se traducirá en traslados de pacientes –el plan de subvenciones para el transporte en taxi está activo por segundo año consecutivo para quienes no puedan desplazarse por sus medios al centro más cercano– o en retrasos a la hora de acceder a una cita. «No es posible improvisar las incapacidades temporales o las causas sobrevenidas», apuntan desde Sanidad, que únicamente dispone de «ocho profesionales para sustituciones», destinados íntegramente a los SUAP. Y sólo para algunos, porque no da para más.
Las guardias de Urgencias
De hecho, entre los profesionales de Urgencias intenten 'arreglarse' entre ellos –lo hacen a través de un chat de SUAP, aunque necesitarán la aprobación de Recursos Humanos– para poder disfrutar algunas fechas de las vacaciones que no se les ha concedido por falta de personal. «En casi todos los SUAP se va a hacer algún tipo de esfuerzo de trabajar más horas en un periodo para poder disfrutar después en uno propio», indican desde la asociación aSUAP, que temen que será casi inevitable que haya alguna guardia sin médico o con la dotación a la mitad. «Si no llega a ser peor que el año pasado será por el esfuerzo que hacemos los propios médicos del SUAP y algún compañero de equipo de mañana», subraya el colectivo, que echa en falta la aplicación de las medidas del acuerdo de fin de huelga.
Igual que el año pasado, la Gerencia trasladó a finales de mayo a los ayuntamientos las fechas en las que los consultorios rurales se quedarán sin facultativo, aunque muchos de ellos permanecerán abiertos con personal de enfermería. De los 117 periféricos repartidos por la región, que dependen de centros de salud cabecera, más de 70 carecerán de consulta médica alguna semana. En trece localidades serán los compañeros los que se cubran las vacaciones entre ellos y al menos una decena estarán inactivos por bajas prolongadas o por vacantes. Recién salido de esa lista está Puente Viesgo, que después de dos meses con su titular de baja, tendrá un sustituto a partir del 1 de julio. Menos suerte tienen, por ahora, en Cartes, donde la planificación se fue al traste sin empezar la época estival por la incapacidad temporal del médico.
Tras ajustar las estructuras a la demanda estival y a las vacaciones de la plantilla, la novedad en los planes de los hospitales de Cantabria es «operar más que otros años», entre otras cosas para evitar un pico en las listas de espera como el del verano pasado. Así lo intentarán en Valdecilla, donde ya han empezado el cierre progresivo de camas (57 en junio, que serán 65 en julio y hasta 122 en agosto y septiembre), aunque se dejarán disponibles las 28 camas del hospital de semana, en previsión de una mayor actividad quirúrgica, tanto ordinaria como extraordinaria.
También en Sierrallana cuentan con mantener cierto volumen de cirugías extra, mientras en Laredo esa posibilidad no cabe (tampoco el cierre de camas), dada la presión que soporta el hospital en verano, cuando dobla la demanda de urgencias al multiplicarse la población de su área de salud. A diferencia del año pasado, arranca la temporada con la plantilla de Urgencias cubierta, y con las guardias de Anestesia y Traumatología garantizadas gracias al desplazamiento de profesionales desde Valdecilla.
El sindicato Satse recuerda que «la bolsa de contratación del personal de enfermería también está a cero»
El Servicio Cántabro de Salud no solo no tendrá un listado de médicos de familia ni pediatras de los que tirar en caso de imprevistos este verano, sino que «la bolsa de contratación de personal de enfermería también está a cero», recuerda la secretaria general del sindicato Satse, Ana Samperio. Incluso las listas complementarias, a las que acceden los profesionales recién acabados o que se han trasladado desde otras comunidades, están agotadas. No caben más contratos. El propio consejero de Salud, César Pascual, reconoció hace solo unos días que «el déficit de profesionales, muy patente en médicos, se extenderá, a partir del año, a las enfermeras». «Un problema muy serio que vamos a tener que ir afrontando con reorganización de los servicios, porque no queda otra».
Samperio lamenta que «la Gerencia ha perdido la buena costumbre de informar a los sindicatos de las medidas que va a tomar para reforzar las zonas más turísticas». Desconoce, por ejemplo, cuántos de los consultorios rurales que se van a quedar semanas sin médico este verano sí dispondrán de atención enfermera. En todo caso, aclara que «evidentemente se dedicarán a realizar funciones de enfermería, aunque con esta situación se les somete a mayor tensión, porque cuando el paciente se encuentre con que no está su médico son ellas las que darán la cara». Desde Satse, que en los últimos meses ha retomado las negociaciones con la Consejería para intentar adherirse al pacto por la sanidad, reivindican que «si de forma regular los equipos de Atención Primaria están formados por personal médico y de enfermería, en verano debe garantizarse igualmente o incluso más. Pero parece que a la Administración lo único que le importa es que haya médicos».
El plan de verano para los consultorios trasladado a los ayuntamientos no especifica la situación de los pediatras (también en cuadro) ni de las enfermeras. Además, «es preocupante la falta de matronas», remarca Samperio.
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