El Zamora, un líder por accidente
El próximo rival del Racing, que tiene la salvación como objetivo, encabeza la tabla con pleno de victorias El equipo castellano-leonés, que la pasada temporada se salvó en la promoción de descender a Tercera, ha tenido que solventar numerosos problemas económicos para poder competir este año
JOSÉ MARÍA GUTIÉRREZ
Sábado, 14 de septiembre 2013, 02:45
Tres partidos, tres victorias, siete goles a favor, sólo uno en contra, líder del Grupo I y el mejor equipo de los 80 que dan forma a la Segunda División B. Los números avalan el arranque de temporada del Zamora C.F., el próximo rival del Racing este domingo en El Sardinero en la cuarta jornada liguera (12.00 horas). Un duelo de contrastes entre un equipo que sólo conoce la victoria, como el castellano, y otro, el Racing, que firma todos sus partidos ligueros por empates.
El Zamora sustenta su privilegiada posición en el orden y la disciplina grupal y en el sobresaliente rendimiento individual de algunos de sus puntales, como el delantero Álvaro Montero, 'pichichi' de la categoría con sus cuatro goles, y el portero Imanol Elías, procedente del Osasuna, que sólo ha encajado un tanto en las tres primeras citas. El resto del bloque, compuesto fundamentalmente por jugadores locales, continúa de precedentes campañas. Desde el club castellano consideran «anecdótico» este liderato, conseguido tras imponerse al Caudal de Mieres (2-1) y la Cultural Leonesa (3-0) en su estadio de la Ruta de la Plata y al Guijuelo (0-2) en un campo donde el Racing sólo pudo empatar a tres la pasada jornada. Dentro del vestuario rojiblanco no quieren echar las campanas al vuelo y reiteran que su primer objetivo es la permanencia, con mayúsculas. Aunque nadie les va a quitar la ilusión de cotas mayores.
El inicio del equipo de Roberto Aguirre es muy distinto del que se vivió el año pasado cuando para tener 9 puntos tuvo que esperar hasta la undécima jornada de Liga, el 4 de noviembre, cuando firmaron las novenas tablas consecutivas, en ese caso ante el Oviedo, puesto que empezó con dos derrotas a las que siguieron un festival de empates que hizo difícil el despegue del equipo. El Zamora se mantuvo todo el año en la parte media-baja de la tabla y concluyó en una decimosexta posición que le obligó a disputar la promoción para mantener la categoría, solventada con éxito tras superar al Constancia.
En cada gol, en cada partido, hay un recuerdo para Agustín Villar, Agus, el ya nombrado capitán eterno del Zamora, que falleció el pasado 26 de julio víctima de un cáncer a los 31 años. Incluso los aficionados piden que el campo de la Ruta de la Plata cambie su nombre por el de «un jugador y un hombre ejemplar».
Dificultades
El buen despegue deportivo no hace olvidar los apuros económicos que ha tenido el Zamora para poder ser de la partida. Tras la imposibilidad de poder contar con más ayudas públicas, el pasado mes de junio tuvo que recurrir a varios prestamistas -entre los que se encuentra el nuevo presidente Segismundo Ferrero y dos empresas- para poder pagar el aval de 125.000 euros necesario para salir a competir en Segunda División B. A lo que se unió la retirada de las denuncias a la AFE de varios jugadores por impagos. Por ello, la prioridad del club en la actualidad es pagar mes a mes a los jugadores, trabajadores, cuerpo técnico y proveedores, al mismo tiempo que se trata de enjugar la deuda contraída. «Ahora mismo hay liquidez hasta noviembre», apunta Ferrero sobre las penurias que viven en esta categoría de bronce la mayoría de los equipos.
Este buen arranque de campaña está animando a los seguidores rojiblancos a desplazarse hasta Santander: la directiva ha puesto a disposición de los aficionados dos autobuses además de los que viajarán en sus vehículos particulares. Así, alrededor de 200 seguidores zamoranos darán color el domingo a las gradas de El Sardinero.
El actual Zamora C.F. nació en 1968 después del vacío dejado por el Atlético Zamora (1944-1964), que tuvo que desaparecer por problemas económicos. No pudo conservar el mismo nombre por las deudas entonces vigentes pero sí sus señas identificativas: el color rojiblanco de la camiseta y el pantalón oscuro, y un carácter duro y recio ante las adversidades que le han convertido en un clásico del fútbol modesto.
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