El verano apenas duró tres semanas
El informe definitivo del Centro Meteorológico refleja que el calor no entró hasta el 24 de julio, el 5 de agosto se produjo un cambio radical con cielos muy nubosos y septiembre fue frío y lluvioso
T. S.
Domingo, 4 de noviembre 2007, 12:21
Tres semanas. Ése fue el tiempo que se disfrutó como auténticamente veraniego en Cantabria durante el trimestre estival. Como confirma el Centro Meteorológico Territorial, este año el verano
fue muy corto: no entró hasta el día de Santiago (24 de julio) y se fue la víspera de la Asunción (15 de agosto). Según los registros meteorológicos, en esas tres semanas apenas llovió y los cielos estuvieron muy poco nubosos o despejados, registrándose, en Santander 210 horas de sol.
Pero este último dato contrasta con otros que, a la postre, han caracterizado el fresco y desapacible verano que hemos disfrutado. Por ejemplo, durante los primeros 24 días de julio la media diaria de insolación sólo fue de 4 horas, y la temperatura media fue tres grados inferior a la del pasado año. Más: durante la segunda quincena de agosto se superaron en algunas comarcas los 200 litros por metro cuadrado, y en septiembre el viento predominante fue del norte.
JULIO
Muy seco y desapacible
Que el mes de julio fue seco en el litoral y muy seco en el interior lo demuestra que en el observatorio de Tama tan solo se recogieron 0,5 litros por metro cuadrado en todo el mes y que en el de Parayas se midieron 33,2 litros, lo que se considera como seco.
En Santander se registró una temperatura media de 19,3 grados (normal) se midieron 161,8 horas de sol (poco soleado), 5 días despejados, 14 nubosos y 12 cubiertos que es lo normal en un mes de julio en el litoral de Cantabria. Sin embargo, tras estos valores medios normales se esconde un mes con dos periodos bien diferenciados: hasta el día de Santiago imperó el tiempo desapacible, y a partir de esa fecha predominó el tiempo seco y soleado.
Según el Centro Meteorológico la razón es que durante la mayor parte del mes de julio el anticiclón de las Azores se mantuvo retirado en el Atlántico, lo que permitía el flujo sobre Cantabria de vientos húmedos del oeste cargados de humedad, lo que trajo consigo nubosidad abundante, precipitaciones frecuentes y temperaturas frescas.
De tal modo que hasta el 24 de julio en Santander (Parayas) la temperatura media fue de 18,9 grados, tres por debajo de la media registrada el año pasado, en tanto que se habían contabilizado tan solo 97 horas de sol.
Pero la penetración de una cuña anticiclónica en Europa, coincidiendo con el 25 de julio, permite que por fin soplen sobre Cantabria vientos secos, vientos de componente este que despejan el cielo y permiten que predomine desde entonces el tiempo seco y soleado sobre la región. Tal fue el cambio a partir de ese día que en Santander, y en tan sólo esos siete días hasta fin de mes, se registraron 65 horas de sol, a una media de nueve por día, duplicando los valores medios de las tres semanas anteriores, al tiempo que la temperatura media se elevaba hasta los a 20,9 grados, dos más que los días previos..
AGOSTO
Frío y muy lluvioso
La cuña anticiclónica mantuvo su influencia sobre Cantabria durante la primera quincena de agosto, en la que predominó el tiempo estable, con días secos y soleados.
Pero a partir del día 15, el tiempo cambió de forma radical. Según la información del Centro Meteorológico hasta final de mes predominó el tiempo fresco, con cielos muy nubosos y precipitaciones frecuentes e intensas. Tanto que la precipitación mensual superó, en muchas localidades los 200 litros por metro cuadrado, destacando los 274 registrados en el observatorio de Alto Miera o los 235 recogidos en Mirones
SEPTIEMBRE
Soleado, pero frío
El Centro Meteorológico califica el mes de septiembre como «muy frío y muy soleado» con precipitaciones desiguales debido a que las más importantes fueron de origen tormentoso.
Dado que los vientos soplaron de componente norte, ello impidió que aún estando los cielos despejados las temperaturas máximas fueran elevadas; además, esos cielos despejados dieron lugar a temperaturas mínimas muy bajas durante la noche.
Las máximas, en el litoral, estuvieron entre los 20-22 grados y las temperaturas mínimas, en los valles del interior, descendieron a finales de mes hasta los 2-4 grados, helando incluso, en las comarcas más meridionales.
Y si durante durante la primera quincena de septiembre apenas llovió en Cantabria, en la segunda lo hizo con frecuencia, según lo contabiliza el Centro Territorial, produciéndose tormentas generalizadas los días 17 y 21, que estuvieron acompañadas de intensas precipitaciones e incluso de granizo. La precipitación mensual estuvo, en general, entre 50 y 100 litros por metro cuadrado, tan solo superados en el litoral oriental y en el Alto Miera.
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