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Domingo - I

Bustamante, 'por el amor de una mujer'

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Domingo, 23 de julio 2006, 11:21

Por mucho que lo cantara, a David Bustamante no le ha hecho falta pelear 'por el amor de una mujer' porque el destino puso a Paula Echevarría en su camino. El 'triunfito' y la actriz sellaron ayer su amor eterno en la Basílica de Covadonga, siguiendo la tradición de celebrar el matrimonio en la tierra de la novia. En el interior, más de trescientos invitados no perdieron detalle de la ceremonia, que resultó muy emotiva. Tanto David como Paula no pudieron contener las lágrimas de emoción en el que, dicen, será el día más importante de sus vidas. Fuera, cientos de fans y vecinos de la feliz pareja montaron guardia para ver de cerca a sus ídolos.

El día comenzó temprano, sobre todo para el público que luchó por las primeras filas y para los periodistas -más de setenta acreditados- que debían formalizar su presencia cuatro horas antes del enlace, previsto para las 14 horas. Por aquellas el cielo nublado no parecía un aliado de los novios, aunque Lorenzo no tardó en aparecer y solear la mañana. Fue justo con la llegada de los primeros invitados a la Basílica de Covadonga, los familiares directos de los novios que, como el resto, llegaron en autobuses hasta el templo. Ante el sol de justicia, la organización -con un amplio despliegue de seguridad, azafatas y control de prensa- se encargó de hidratar a los presentes repartiendo botellas de agua a diestro y siniestro. Había otros métodos para aliviar el calor sofocante, como abanicos, paraguas y los pañuelos rojos, símbolo de los entregados seguidores de 'Busta'.

El reloj avanzaba y los famosos no aparecían por el empedrado de acceso a Covadonga. Se hicieron esperar, pero mereció la pena. De pronto, el cuerpo de Policía más famoso de la televisión hizo acto de presencia. 'El Comisario' Tito Valverde, junto a su esposa María Jesús Sirvent, y los actores Jaime Puyol (Casqueiro), Fernando Andina (Lucas) y Lupe (Margarita Lascoiti) no quisieron faltar a la boda de la agente más guapa -la propia Echevarría-. También por parte de la novia apareció la presentadora Patricia Pérez -muy exuberante en un traje de gasa lila- que deseó que esta unión «sea para toda la vida».

Pocos 'triunfitos'

Del mediático universo 'Operación Triunfo' hubo poca presencias. Los compromisos profesionales de David Bisbal, Chenoa, Nina y Carlos Lozano impidieron que acompañaran a David Bustamante, uno de los emblemas de la primera y genuina 'Academia', en su feliz enlace. Sí estuvieron el torrelaveguense Javier del Castillo, 'Poty', que fue muy aclamado por el público, y dos de los compañeros del 'triunfito': Rosa López -o 'de España'- y Javián. La cantante granadina paseó su nueva imagen por Covadonga y una timidez a prueba de chillidos, mientras que Javián sí que hizo más gala de la cercanía con el público. También estuvieron miembros del sello discográfico de 'Busta', Vale Music, como los productores Hermanos Ten.

En un goteo constante siguieron llegando invitados 'ilustres' como el ex jugador de fútbol Kiko Narváez, junto a su espectacular mujer, la cántabra Patricia Ruiz. Ambos aconsejaron al matrimonio «que se respeten mucho para ser felices». Tras ellos, aparecieron los hermanos del cantante -Igor y Manuel- y su padre -Tito-, del brazo de su ya consuegra, todos ellos en un impecable chaqué y ella con un traje de pedrería en color salmón. Rompiendo el protocolo, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, se dio un baño de multitudes antes de la aparición del novio. Su esposa, Aurora Díaz, se mantuvo en un discreto segundo plano, eso sí muy elegante con un traje largo en turrón de brocados y un curioso tocado en la cabeza.

Faltaban quince minutos para las dos de la tarde cuando el grupo de gaiteros Tabladar, de Avilés, anunciaba la salida fastuosa de Bustamante. El novio, aún convaleciente tras romperse unos tendones del pie en su despedida de soltero, no tuvo que recorrer mucho camino. La casa capitular, justo enfrente de la Basílica, fue su refugio y el punto desde el que se presentó ante la nube de flashes y gritos de sus fans.

Con un discreto bastón y un cubrezapato, el barquereño disimuló lo más que pudo su dolencia. Aún así le costaba un poco moverse pero con la felicidad del momento venció toda molestia. Agarrado a su madre, Ada Hoyos, vestida en un elegante traje en morado -el color de la fiesta-, David recibió el cariño de todo Covadonga.

El cantante lucía un chaqué clásico diseñado por Jesús Vargas, con complementos en plata, negro y blanco. Su cara delataba sus nervios prenupciales. Una vez dentro de la Basílica, ya sólo quedaba la 'reina' por un día, la novia. Más puntual que de costumbre, Paula Echevarría hizo su triunfal llegada a bordo de un Citroén Pato antiguo, en un mar de lágrimas, acompañada de su padre, Luis Manuel. El sonido de las gaitas no dio tregua a su emoción al bajarse del coche. La actriz estaba deslumbrante con el traje de Rosa Clará, realizado en encaje francés, con tirantes finos unidos a través de unas mangas de tul. La falda tenía dos metros de cola y caía recta en tiras de encaje. Un velo de tul de tres metros, adosado a un moño bajo, completaba su estilismo casamentero.

Enjoyada

Echevarría brillaba con joyas de la firma Puig Doria -valoradas en 450.000 euros-, con diamantes de diferentes tamaños en pendientes, colgante y broche.

Con la pareja y sus invitados en el interior de Covadonga, el exterior de la Basílica aguardaba con expectación la salida. Dentro, la música tuvo una especial relevancia de la mano del Coro Santa María de Solvay, de Torrelavega, el grupo de cámara Stretto, la solista Yolanda Secades y el tenor Pedro González. Los torrelaveguenses además de cantar la ceremonia tuvieron la oportunidad de regalar a los recién casados dos temas, una vez finalizada la misa: 'Boga, boga', para el cántabro; y 'Romería asturiana', para la novia.

Fue una de tantas sorpresas que vivieron los novios después de prometerse amor eterno. Eso sí, con un reguero de lágrimas por parte de ambos, sobre todo de Bustamante que, según Revilla, «estuvo muy llorón» en la misa. Dentro de la Basílica las fotos de familia retrasaron la salida, en la que tomaron ventaja todos los invitados de 'copete' que relataron la emoción de la ceremonia.

A las 15.25 horas por fin el matrimonio compartió su felicidad con el público y los medios, de nuevo al son de las gaitas. Una lluvia espontánea de arroz y pétalos de rosa, por gentileza de los fans, sorprendió a la pareja que tuvo que cumplir con la tradición al grito de «¿Que se besen!». Sus besos cómplices precedieron a su paseíllo entre los periodistas, a los que atendieron muy amablemente. Aunque, en contra de lo que se había dicho, sí habrá exclusiva de la misa y el banquete en la revista del saludo, ¿Hola!

Una nube de amor

Paula y David reconocieron estar «en una nube». El cántabro dijo haber quedado «deslumbrado» cuando vio a su 'chica'. Tanto que hasta olvidó sus dolores de pie: «No siento ni me duele nada», respondía a las preguntas de los medios.

Los ya esposos no se cansaban de enseñar sus alianzas, mientras él repetía: «¿Qué novia más guapa tengo! Todo lo que estamos viviendo es muy bonito. ¿Que siga por muchos años!». Sólo quedan 25 años para su reboda, esta vez de plata. Entonces, ¿será en Cantabria? El cantante barquereño contrajo ayer matrimonio con Paula Echevarría en Covadonga. Cientos de fans quisieron ver de cerca a la feliz pareja que lloró de emoción al sellar su amor

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