
Secciones
Servicios
Destacamos
J. A.
Martes, 12 de diciembre 2006, 09:33
No es de extrañar que Miguel Ángel Portugal se echase las manos a la cabeza mientras veía naufragar a su equipo contra el Zaragoza en El Sardinero, al mismo tiempo que el canario Rubén Castro se hacía querer aun más en el Gimnástic con su segundo gol en tres partidos.
Después, en la rueda de prensa posterior al encuentro, el técnico sorprendió con sus reproches a la directiva del club santanderino por haberle dejado 'pelado' de delanteros. En concreto, por dejar marchar a Rubén Castro. Según explicó, le dejó marchar, más o menos en contra de su voluntad, por la promesa de los responsables del Racing de cubrir su ausencia con otros delanteros que nunca llegaron.
Ese súbito interés del preparador por el jugador isleño se contradice con lo que fue su breve trayectoria verdiblanca, que se resume en media hora de juego contra el Getafe.
Aparte de esta fugaz intervención, en la que causó una buena impresión, Portugal no volvió a fijar sus ojos en el futbolista, salvo cuando decidió convocarle para encarar el choque contra el Sevilla, aunque después no saltase al campo.
No puede causar sorpresa que Rubén Castro, en su llegada al Gimnástic de Tarragona, tras ser cedido desde Santander, manifestase que en su primer destino no tuvo oportunidad de mostrar su valía.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.