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"Hoy, un recorrido por Praga"

Dia 2: Visita a la ciudad sin bicicletas

José Montes Sánchez

Jueves, 30 de julio 2015, 17:42

Os comentamos como ha transcurrido el día de hoy.

Por de pronto yo he tenido una lucha encarnizada con algo que me estuvo picando desde que me acosté hasta las tres de la mañana que pude vencerle. ¡Un chinche! Que me picó por brazos, cuello, piernas Le descubrí bajo la almohada y me salpicó de sangre la sábana cuando le espachurré; de mi sangre. ¡Maldito!

Por la mañana me quejé en recepción, me informé de cómo se llamaba el repelente bicho en inglés, preparé la frase y, cabreado, me fui a la recepción. El recepcionista, diferente al de ayer, hablaba español mejor que yo, me calmo pidiéndome mil escusas, me cambiaron la sábana y espero que hoy ya duerma sólo en mi cama.

Hoy nos despertamos lloviendo, menos mal que el día era para el turismo por Praga. Bajamos a desayunar y descubrimos que era gratuito Free breakfast, ¡Que guay! Nos lo comimos todo y de casi todo.

No os vamos a cansar describiéndoos las bondades monumentales de Praga, os informaréis mejor por internet, así que lo que os contaremos serán las experiencias particulares del día en relación con nuestra visita a esta ciudad tan bella.

Fuimos al encuentro del free tour, un grupo de chicos que conocimos en Amsterdam el pasado año y que te explican todo y luego les pagas lo que quieras según tu satisfacción personal. Estuvimos pateando la ciudad desde las 9 de la mañana hasta las 13:30 que paramos a comer y luego, a las 14:30 volvimos a recorrer otro sector: barrio judío, catedral y palacio-castillo. Hemos acabado muy cansados porque nuestro paseo se ha parecido al que nos obligan hacer nuestras chiquillas por hipermercados, mercados, mercadillos y por la ruta de los escaparates. Hubiéramos preferido pedalear 100 Km.

Hoy había una concentración de grupos foklóricos de Europa. De España acudieron unos valencianos de Bétera. Fue una explosión de color junto al reloj astronómico en torno a la escultura de Jan Hus. Recorrieron todas las calles con su música y su apariencia, sus banderas y sus lenguas. Precioso.

Hemos aprendido algunos aspectos de la lengua checa, por ejemplo hay una palabra que según estires en la pronunciación la e puedes estar diciendo pluma/bolígrafo o pene. Me refiero al vocablo checo pero (No sé si se escribe así). Parecido ocurre si cuando montas en el tranvía se te ocurre advertir a los tuyos que hay una curva para que se agarren a la barra, porque Kurva es puta en checo, así que si dices ¡Curva! y hay alguna chica, puede que te dé un bolsazo o algo peor. Todo esto y mucho más nos lo ha dicho el guía gallego con cara picardiosa.

Hemos estrenado los pubs checos donde se bebe cerveza, más cerveza y en muy pocas ocasiones otra cosa, incluso viendo las fotos, podéis ver que tenemos buena pinta tras la barra repleta de cañeros.

Una de las visitas ha sido a la iglesia donde está el Niño Jesús de Praga, al que mucha gente le reza. Nosotros hemos cogido una oración en checo que está por detrás de una estampita del Niño, para que recéis por nosotros. Aunque creo que el Señor hará mayor milagro si sois capaces de leerlo en voz alta, con gente alrededor, que el de protegernos.

Nos ha sorprendido como asan al animalillo de turno porque le envuelven en aluminio, tal como veis en la foto. Debe quedar muy apetitoso. Nosotros hoy ya tenemos la comida porque la trajimos de casa: pasta, filetes y tortilla. A partir de mañana tendremos que arreglárnoslas solos.

Los escaparates no tienen desperdicio, Tomás se apalancó en el de Cartier reclamando un reloj de esos que para comprarlos hay que hacer muchas horas extras de las de antes, porque de las de ahora ya puedes pasarte toda la vida haciéndolas porque creo que nadie te las va a pagar. Otros escaparates preciosos son los del cristal de Bohemia. Son unos artistas. Quisiéramos llevar unos regalos a la familia de estos cristales, pero me temo que no llegarían, je, je.

Nos ha sorprendido y por eso los hemos fotografiado dos iconos que indican los baños de ellos y de ellas. Son tremendamente expresivos, seguro que todos hemos estado en esa situación más de una vez.

Hay otras fotografías que hablan por si solas, así que no las comentaremos.

Por último os queremos hablar de la escultura que hay en el castillo, en el museo del juguete, de un hombre desnudo con la pirulilla de un color más claro respecto del cuerpo. Cuenta el guía que cuando la colocaron allí, se escandalizaron las fuerzas vivas que inmediatamente censuraron que aparecieran los genitales, así que se los cortaron. Sin embargo, con el tiempo le fueron repuestos y el resultado fue que pene y testículos son mucho más claros que el resto del cuerpo. Por supuesto que además están así porque los visitantes se los soban con mucha gracia. Tanto ellos como ellas, lo pudimos observar. ¡Qué suerte tienen algunos!

Bueno vamos a ver si cenamos algo que mañana nos toca pedalear.

Mañana más y mejor.

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Tomás y Jose

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