«Mi hija vio cómo arrollaban a su prima y está traumatizada»

«Tendré que llevar a la chiquilla a un psicólogo porque está traumatizada». Antonio habla de su hija de 10 años que el pasado sábado presenció el accidente que acabó con la vida de su prima Judit, tras ser atropellada en la zona de El Campón (Peñacastillo). Las dos niñas estaban juntas en ese momento y el objetivo de ambas era cruzar la carretera, algo que hacen a diario la gran mayoría de los vecinos. En el otro lado del vial les esperaban sus padres. «Era sobrina carnal mía y siempre estaba con nosotros en casa. El sábado iba con mi chiquilla, estábamos nosotros al otro lado y quería venir donde su padre como es lógico. Mi hija le chilló dos veces para que no pasara (¡No pases! ¡No pases!), pero pasó...Lo vio todo», dice Antonio.

De luto, totalmente consternado y apoyado en la puerta de su casa de El Campón, el tío de la niña fallecida asegura que el conductor del vehículo iba a gran velocidad, algo habitual en esta carretera donde la limitación está establecida a 70 kilómetros por hora. «El hombre venía como a 130 kilómetros por hora y se la llevó por delante. Pero no es el único, siempre pasan a toda velocidad». La versión del conductor es opuesta y, al parecer, ha asegurado que cumplía con la limitación de velocidad.

Sobre la presunta agresión al conductor que atropelló a su sobrina -C.C. presentó el lunes una declaración de lesiones de las que fue víctima poco después del atropello-, Antonio lo negó. «Dicen que le agredieron. En ese momento de angustia, un familiar sí me parece que le empujó, pero no hubo nada más». Antonio también dijo desconocer los detalles judiciales del asunto y apuntó que no habían recibido ninguna comunicación del Juzgado.

El atropello se produjo el sábado, a la altura del número 23 de la calle El Castro, en la zona de El Campón (Peñacastillo), cuando la niña intentaba cruzar al otro lado de la carretera N-611. La pequeña fue enterrada el lunes en el cementerio de Ciriego.