Marcos Diego
El cántabro repasa los resultados de un evento único en España, y uno de los mejores a nivel mundial, que ha sido un éxito de participación
Marcos Diego (Hoznayo 1984), máximo responsable de la organización del Rally Festival Hoznayo, repasa los resultados de un evento único en España, y uno de ... los mejores a nivel mundial, que ha resultado un rotundo éxito de participantes y aficionados. El lunar llegó con el accidente que se produjo el viernes y en el que resultaron heridas nueve personas. Todas están ya en sus domicilios y se recuperan satisfactoriamente.
-¿Cómo le ha dejado el cuerpo esta edición del Rally Festival Hoznayo?
-Todavía no puedo hacer un balance (risas). Durante estas últimas semanas hemos vivido jornadas de diecinueve y veinte horas y creo que la noche que más he podido dormir fue la del domingo, que logré mantener los ojos cerrados cerca de seis horas.
- ¿Cuántas personas trabajan en la organización?
-Durante los días que la prueba está en marcha son más de 400 personas las que colaboran en el ámbito organizativo. Comisarios, cronometradores, protección civil, los servicios sanitarios, colaboradores... Después están los más cercanos, los que tienen cargos de responsabilidad y que en días como el domingo estaban ya a las 9.00 horas, después de acostarse pasadas las tres y media de la madrugada para empezar a recoger todo, carpas, material o limpiando la basura... Ahora empieza un nuevo rally que hay que afrontar con fuerza, ya que durante los días previos y la prueba, la adrenalina la tienes a tope, pero una vez concluido todo hay que seguir cerrando muchas cosas.
-¿Qué resumen hace de la edición de este año?
-Aún no hemos cerrado todo, pero el éxito que hemos conseguido lo habría firmado antes de empezar. Hemos superado todos los datos que teníamos con respecto a pasadas ediciones. Cuando nos pusimos al frente de la organización, en el 2019, al parque de asistencia entraron 2.500 personas, y este año estamos en cifras que superan las 20.000. Otra referencia es la venta de camisetas. En los inicios si vendíamos 1.000 ya era todo un éxito, mientras que este año con 5.000 no nos dio para el primer día. Estoy muy satisfecho. A pesar del aumento de asistentes hemos podido controlarlo bastante bien, especialmente en zonas como Hermosa o Peña Cabarga, donde ya sabíamos que la afluencia de aficionados seria muy grande.
-Todo organizador apunta en un cuaderno cosas a cambiar o mejorar para siguientes ediciones, ¿ha hecho muchas anotaciones?
-No soy mucho de apuntar, pero siempre ves cosas que puedes mejorar y que comentas con los más cercanos. Trabajas para ponerlas en marcha, pero cambias unas y luego surgen otras. En un evento como este son muchos los puntos en los que trabajar.
-¿Cuál es el mejor momento que ha vivido en el rally?
-Hay varios, pero especialmente la rueda de prensa del viernes con Vatanen en el Festival Tavern, un lugar muy especial para mí en el que yo tan solo tenía que disfrutar del momento. Tener a Vatanen o a Servia junto a periodistas de Madrid, que desde niño he leído sus artículos de pruebas del mundial, para mí fue un lujo. Otro de los mejores momentos fue el domingo, cuando Vatanen me obligó a sentarme junto a él y su hija a desayunar. Fue un momento muy gratificante y me volvió a demostrar la excelente persona que es. Ha sido un auténtico placer tenerle entre nosotros.
-¿Habrá Rally Festival en el 2026?
-Seguro que sí. Otros años al terminar la prueba pensaba que había que espaciarla un poco en el tiempo y hacerla cada dos años, pero sinceramente, eso es engañarme a mí mismo. Esto es la gasolina que me mueve, una forma de vida, una satisfacción personal. Cierto es que hay que ponerlo todo en una balanza, ya que tengo que sacrificar muchas horas robadas a mi familia, pero al final puede más la satisfacción cuando ves que todo ha salido bien y que tanto aficionados como participantes, se van contentos.
-Además de Vatanen, tener a Dani Sordo en la prueba también le ha dado gran relevancia.
-Todos los pilotos son las estrellas del evento y, por supuesto, contar con Dani es un lujo. Sin duda ha sido uno de los más aplaudidos y tenerle en el Festival es siempre un gran revulsivo para nosotros. Es una referencia en este deporte a nivel mundial, y solo hay que ver cómo la gente le persigue para hacerse una foto con él y el apoyo y los ánimos que le dan en los tramos. También puede ser uno de los mejores momentos verle disfrutando en Peña Cabarga con su madre de copiloto, sin duda un bonito recuerdo.
-La cara amarga por desgracia se vivió con el accidente del viernes en la especial de Entrambasaguas.
-El momento del accidente fue muy complicado y es algo que siempre puede llegar. Por suerte todos los heridos están ya en casa y desde aquí les mando todo mi ánimo. Estamos en un deporte en el que sabemos que hay riesgo y desde la organización hemos trabajado mucho en todo lo relacionado con la seguridad. El accidente fue un cúmulo de situaciones que nadie desea, pero que siempre están ahí. Era una zona rápida con una ligera curva en izquierdas en que la frenada era complicada al llegar a un cruce de 180 grados, llovió... La gente estaba detrás de cintas rojas, lejos, pero detrás de ellas. Había una moto que habían mandado quitar tres veces y no la quitaban... Quiero destacar el trabajo de los servicios sanitarios, que realizaron una intervención rápida y efectiva. Y no solo en el accidente, también atendieron a varios espectadores en el transcurso del fin de semana. Siempre deseamos que no intervengan, pero cuando lo tienen que hacer demuestran su profesionalidad.
-¿Se tomaran más medidas en próximos años?
-No es un tema de tomar más medidas de seguridad, ya que siempre hemos puesto todos los recursos necesarios, es un tema de concienciación de los espectadores de que hay que situarse en zonas altas y donde no este la cinta roja. Es un tema de sentido común.
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