Un Zamora con mucha clase

Iván Crespo es uno de los protagonistas de la temporada de la Gimnástica. El guardameta encabeza la lista de porteros menos goleados del grupo II de Segunda División B, con 17 goles en 24 encuentros y un promedio de 0,68 goles encajados por partido. Pero Crespo es, además, el activo más importante de un club que confía cada año en hacer caja. Su rendimiento no pasa desapercibido y, cuando se habla de las virtudes de los de José Gómez, todos los rivales hablan de su portero. El mejor arma de los torrelaveguenses, la defensa, empieza bajo los palos.

Crespo, de 26 años, supera en la clasificación por el Zamora a Wilfred, del Mirandés, quien ha recibido 19 tantos en 26 partidos, y a Castilla, del Zamora, con 21 en 26 partidos, ambos con un promedio inferior al del blanquiazul. En este apartado, si se toma como referencia toda la categoría -incluyendo los cuatro grupos que la componen-, tan sólo Alberto, portero del Murcia en el grupo IV, con 14 goles en 26 encuentros, y cuatro guardametas del grupo III (los del Sabadell, Teruel, Badalona y Alicante) mejoran los promedios de Iván.

El cántabro no ha disputado todas las jornadas, ya que se perdió el encuentro que su equipo jugó en Santa Ana ante el Zamora debido a una lesión muscular que sufrió en la jornada anterior frente a la Cultural Leonesa y de la que no se recuperó a tiempo. Su puesto bajo los palos lo ocupó, en aquella ocasión, su compañero Ernesto Machuca, con quien comparte entrenamientos esta temporada.

Desde el Trope

Esta es la segunda temporada del guardameta en las filas de la Gimnástica. Llegó en el verano de 2009 procedente del Tropezón y tras haber jugado varias campañas fuera de Cantabria defendiendo los colores del Murcia B, el Águilas, el Lorca y el Lucena.

Desde entonces, se ha convertido en uno de los pilares más firmes sobre los que se asienta el juego de su equipo y responsable en buena medida de la seguridad defensiva que caracteriza al club torrelaveguense. En la pasada temporada se disputó el puesto con Dani Melero y se hizo con la titularidad a base de buena colocación, firmeza y reflejos, actuaciones que le valieron el reconocimiento del cuerpo técnico y la afición. Este año mantiene la titularidad pese a la llegada en verano del madrileño Machuca, formado en las categorías inferiores del Atlético de Madrid.

Seguido

El buen hacer de Crespo no ha despertado solamente la admiración de los aficionados de su equipo. Fuera también han posado sus ojos sobre él algunos clubes. Por eso, al espigado guardameta le han salido varios pretendientes en los últimos meses. Entre las ofertas en firme que se manejaron destacaron dos, que se produjeron el pasado verano. El Real Oviedo y el Alcorcón preguntaron por el cántabro, pero finalmente, no se llegó a un acuerdo y el guardameta continuó en Torrelavega.

Cuando Iván Crespo firmó por la Gimnástica lo hizo por tres temporadas, por lo que aún le quedan de contrato lo que resta de ésta y la próxima campaña. Se le fijó una cláusula de rescisión de 120.000 euros, un precio elevado por su marcha, aunque, eso sí, siempre negociable ante una propuesta. El club torrelaveguense no nada precisamente en billetes y no pondría reparos excesivos a la marcha de uno de sus grandes jugadores si la oferta fuese realmente jugosa, fruto de la necesidad económica que atenaza a la Gimnástica como a otros muchos equipos. No obstante, por ahora, no está dentro de los planes de la directiva ni del cuerpo técnico del club desprenderse de uno de sus buques insignia y se cuenta con él de cara a la configuración de la plantilla 2011-2012. En Toorelavega quieren a Crespo bajo los palos del Nuevo Malecón.