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MARIANA CORES
Martes, 12 de abril 2011, 22:04
El tribunal ha decidido anular de oficio 22 de las 150 preguntas del examen-oposición de auxiliar administrativo del Servicio Cántabro de Salud (SCS) al considerar que no formaban parte del temario. Pero aún así, tan sólo el 10% de las 1.700 personas que se presentaron a la prueba, han logrado aprobarla (en la oposición de enfermería, celebrada el pasado mes de mayo, el porcentaje de aprobados alcanzó el 70%). El examen-oposición recibió duras críticas de sindicatos y opositores al considerar que «la dureza» de las preguntas, muchas de ellas «farragosas» y «largas», no se correspondía con la categoría. Y los resultado sirven a los sindicatos para insistir en sus críticas: de las 1.700 personas que se presentaron a la prueba el sábado día 2, han pasado los 30 puntos exigidos para aprobar un total de 172, aunque las plazas ofertadas son 94. «¿Qué hubiera pasado, cuántos habrían aprobado el examen-oposición si no hubieran anulado de oficio esas preguntas», se cuestionó ayer la responsable del sindicato ATI (Agrupación de Trabajadores Independientes), Isabel Salas. «De no haber anulado estas preguntas, solo hubieran aprobado 14 personas. Una vergüenza. Es un hecho insólito que antes de que salgan las notas el tribunal haga algo así. Esto dice mucho de este examen», aseveró.
Analizar las preguntas
Desde los propios sindicatos se recordó ayer las palabras de la secretario general de Sanidad, María Cruz Reguera, quien declinó valorar si fue un examen difícil o no.
«Lo primero será esperar a que el tribunal saque las notas», afirmó.
La situación ha llevado a que los principales sindicatos, CC OO, UGTy CSIF analicen detenidamente cada pregunta, convencidos de que se podrá anular alguna más.
José Manuel Castillo (UGT) cree que «el examen no se va a repetir, pero hay mucha gente para la cual dos o tres preguntas son la diferencia entre el aprobado y el suspenso». Por ello «vamos a analizarlas con mucho cuidado para ver si podemos alegarlo».
Asunción Ruiz (CC OO) está convencida de que «algo gordo ha tenido que pasar para que anulen 22 preguntas. Ellos mismos se han dado cuenta de que la dificultad era tan grande y que el número de aprobados tan pequeño que es un escándalo». Desde su punto de vista «no se puede poner un examen tan desproporcionado. Parece pensado para un licenciado superior». Puso el ejemplo de «algún trabajador que aprobó la oposición de administrativo, pero, como hay tan pocas plazas, prefirió probar suerte con la de auxiliar, sin que ésta se pusiera de su lado».
C OO cree que, «al menos, hay otras 12 preguntas que deberían de ser anuladas, y lucharemos por ello». Mientras tanto «asesoraremos a los opositores sobre sus opciones jurídicas», informó Ruiz.
Los representantes de CSIF, CC OO y UGT coincidieron en apuntar que «a medida que han ido sucediéndose los exámenes de la oposición, estos se han ido endureciendo y el porcentaje de aprobados ha ido disminuyendo».
Margarita Ferreras, del CSIF, recordó que «hay mucha diferencia entre las primeras pruebas, correspondientes a médicos y enfermeras, que rondaron el 70% de los aprobados, mientras que las enfermeras auxiliares llegaron al 24%».
La baremación
Para los sindicalistas, con estas acciones «está claro lo que pretende la Administración: bajar la baremación». Así, «también son menos los que entran en la bolsa de sustituciones», añadió José Manuel Castillo. Apuntó que «es nuestra obligación pedir responsabilidades. Se transmite una sensación de poco orden y profesionalidad lamentable». Desde ATI sintieron «profundamente que no se haya dado una oportunidad a los trabajadores de mostrar lo que saben. Algunos, con 12 y 15 años de experiencia, con un aprobado justito hubieran conseguido la plaza, ya que tenían muchos puntos».
Aunque desde Sanidad se defiende que en esta prueba se ha seguido el mismo camino que con el resto de las oposiciones, con la misma sistemática y tiempo para contestar a las preguntas, cuyo número también era el mismo que el de otras pruebas, los sindicatos no están de acuerdo. José Manuel Castillo apuntó que «era realmente difícil que en 150 minutos te diera tiempo a leerte y contestar las 120 preguntas».
Los sindicatos aseguraron que estarán «alerta» para que esta situación no se repita de cara a la próxima oposición de celador, que tendrá lugar el posimo mes de marzo. «No vamos a permitir que se produzca otra escabechina como esta. No hay que regaler los exámenes, pero hay que tener en cuenta a quién van dirigidos», concluyó Isabel Salas.
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