

Un recorrido por los dos nuevos accesos del nudo de Torrelavega
El Diario Montañés recorre los tramos recién inaugurados que conectan Sierrapando con la A-8 y la A-67
Un día clave para la movilidad en Torrelavega. Ayer por la noche se inauguraron los dos nuevos accesos a las autovías A-8 y A-67 desde Sierrapando ... , fruto de los trabajos para resolver el complejo nudo que se forma en Los Ochos. Era algo esperado por todos en una zona inmersa en obras desde hace siete años que, por fin, va quedando a punto. El Diario Montañés ha circulado por los nuevos ramales en dirección Santander-Oviedo y Bilbao.
Los conductores que circulaban hoy por el entorno del conocido nudo de Torrelavega, donde confluyen la A-67 y la A-8, ya notaban una mejora significativa en la fluidez del tráfico. La apertura, anoche a las nueve, de dos nuevas incorporaciones a la Autovía del Cantábrico ha empezado a transformar un punto históricamente conflictivo en materia de movilidad. Esta actuación se enmarca dentro del ambicioso proyecto del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible cifrado en más de 141 millones de euros para deshacer el complejo cruce de autovías que afecta desde hace años a Sierrapando, Barreda y la propia capital del Besaya.
El primer tramo inaugurado permite el acceso hacia Santander y Oviedo desde la glorieta situada en la Avenida de Bilbao -detrás del complejo comercial-; el segundo, en dirección a Bilbao, arranca desde la rotonda de la CA-330, en la zona de Los Ochos -detrás de la gasolinera que está frente a Leroy Merlin-. Ambos ramales, señalizados en amarillo y en repetidas ocasiones durante el trayecto para que nadie se pierda- ya estaban hoy plenamente operativos y los vehículos accedían por ellos con total normalidad. En ambos casos, el tráfico circulaba de forma fluida y sin retenciones, en una jornada laboral en la que habitualmente se forman colas en esta zona.
El seguimiento de ambos trayectos ha permitido comprobar no solo la eficacia de las nuevas incorporaciones, sino también la naturalidad con la que los conductores se han adaptado al cambio. Desde las primeras horas del día, numerosos vehículos accedían a la A-8 y a la A-67 por estos nuevos puntos sin necesidad de intervención de operativos especiales y sin tener que dar más de una vuelta a la rotonda. Como si lo llevasen haciendo toda la vida. El flujo de entrada desde Sierrapando discurría con agilidad, y tanto los trayectos hacia Bilbao como los que se dirigían a Santander y Oviedo mostraban una mejora clara respecto a jornadas anteriores.
Con esta apertura, queda anulada la antigua incorporación desde Los Ochos a la A-67 en todos los sentidos, una medida que reordena el tráfico en una zona donde históricamente se han producido cuellos de botella, especialmente en operaciones salida y retorno.
El proyecto global, que arrancó en 2018, incluye la mejora de los enlaces de Barreda, Sierrapando y Torrelavega, así como la construcción de un ramal de continuidad entre los dos primeros. El presupuesto asciende a más de 141 millones de euros y, según ha confirmado el Ministerio, las obras estarán concluidas este mismo verano. La apertura de estos dos nuevos accesos supone, por tanto, un paso crucial en una transformación largamente esperada por los vecinos y usuarios habituales de estas autovías. Paso a paso el nudo se va desenredando.
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