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Un fotograma de 'Moonlight'.
Un año para el cambio

Un año para el cambio

Se cumplen doces meses del #OscarsSoWhite y el panorama ha dado un vuelco: hasta 6 actores y actrices afroamericanos han sido nominados

Josu Eguren

Jueves, 9 de febrero 2017, 19:57

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Cuando apenas se cumple un año de la polémica bautizada en las redes sociales con el hashtag #OscarsSoWhite -la campaña viral que nació con el propósito de denunciar la ausencia de actores, actrices o directores de color entre los nominados a los premios que concede anualmente la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMPAS)- el panorama ha dado un vuelco paradójico que coincide con la elección de Donald J. Trump como 45º Presidente de los Estados Unidos: hasta 6 actores y actrices afroamericanos han ganado nominaciones a las que también se suma la de Dev Patel ('Lion'), un actor británico hijo de inmigrantes indios. Es difícil saber a qué ha obedecido este giro copernicano, y si los cambios anunciados por la presidenta de la AMPAS, Cheryl Boone, con el propósito de aumentar el peso del colectivo femenino y dotar de mayor presencia a las minorías étnicas, enderezarán una situación que en 2016 parecía insostenible. Por el momento, solo cabe celebrar un puñado de elecciones que, si bien no parecen fruto de una maniobra compensatoria, no hacen olvidar que las desigualdades se gestan mucho más allá: en los despachos, en la criba de guiones, durante los procesos de casting

Menos llamativa publicitariamente pero mucho más reveladora, si lo que se pretende es atisbar un cambio de paradigma, es la triple nominación de Barry Jenkins (mejor director, mejor guion adaptado -con Tarell Alvin McCraney- y mejor película por n) en una edición que ha reconocido el favoritismo del público hacia 'Figuras ocultas' -la historia de tres científicas afroamericanas claves en el desarrollo del Proyecto Mercury, uno de los grandes hitos en la historia de la aeronáutica espacial-. Que una película como 'Moonlight' se haya hecho un hueco en la carrera por el Oscar sin el recurrir a la descripción grandilocuente de gestas emotivas como las de 'Selma' (Ava DuVernay, 2015) o 'El mayordomo' (Lee Daniels, 2013) es una de las mejores noticias que nos ha traído 2016. La historia del pequeño Sharonne, un chico de color, hijo de madre politoxicómana y padre desconocido en proceso de descubrimiento de su identidad sexual y sacudido por un entorno violento y homofóbico, anuncia a un director que hereda el testigo de Charles Burnett para reajustar la mirada humanista del director de 'Killer of Sheep' (1978) a un nuevo modelo de rigor estilístico.

No ha sido la única sorpresa del año. Tanto o más que las cifras de taquilla de 'Figuras ocultas' -el drama amable de Theodore Melfi amenazó el liderazgo parcial de la imbatible 'Rogue One' para cerrar el año con 121 millones de dólares recaudados en los EE UU-, sorprendió el acuerdo entre Searchlight y Nate Parker a cambio de los derechos universales para la exhibición y distribución de su ópera prima. Un montante cercano a los 17,5 millones de dólares (por debajo de los 20 millones que llegó a ofrecer la todopoderosa Netflix) sellaron el compromiso para la adquisición de una película que se ha visto sepultada por el escándalo.

Las acusaciones que persiguen al director de 'El nacimiento de una nación' desde 1999 se refieren al caso de la violación de una chica por la que tanto él como su coguionista, Jean Celestin, fueron exculpados después de un proceso de apelaciones que se resolvió con muchas dudas. Curiosamente, este tipo de acusaciones fundadas no han mermado la reputación de Cassey Affleck ('Manchester frente al mar') que aspira a ser coronado como mejor actor pese a su participación probada en dos casos de acoso sexual contra miembros de equipo de rodaje del falso documental 'I'm Still Here' (2010).

Sin el beneficio (llámenlo connivencia) que se les otorga al menor de los Affleck o a Roman Polanski, el hundimiento de Nate Parker ha arrastrado consigo un poderoso y brutal drama inspirado en la revuelta de un grupo de esclavos contra las vejatorias condiciones a las que eran sometidos en las plantaciones de Virginia 30 años antes del estallido de la guerra de Secesión. El montaje de 'El nacimiento de una nación' no refuta a D.W. Griffith pero se apropia del título de la obra maestra para reivindicar una lucha que se espeja en las desigualdades del presente sin necesidad de forzar analogías.

Si 'Fences' no llega a compensar el desastre que supone el descalabro de Nate Parker, al menos alcanza a situar a Viola Davis en la plataforma de lanzamiento de un Oscar a mejor actriz de reparto que todas las quinielas dan por seguro. El tercer largometraje dirigido por Denzel Washington, que adapta una pieza teatral del Premio Pulitzer August Wilson (nominación póstuma) tras su éxito como actor intérprete principal de la obra epónima en Broadway, elabora un alegato contra los prejuicios raciales y la violencia que han forjado la difícil relación entre el protagonista y su hijo.

No están todos los que son; el director de fotografía Bernard Young ('La llegada'), la montadora Joi McMillon ('Moonlight') y los productores Pharrell Williams ('Figuras ocultas') y ('Manchester frente al mar') completan una generosa representación de la comunidad afroamericana que se dispara en la categoría de Mejor documental con la participación de Ezra Edelman ('O. J.: Made in America'), Roger Ross Williams ('Life, Animated'), Ava DuVernay ('13th'), y Raoul y Hébert Peck ('I Am Not Your Negro').

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