El obispo de Santander denuncia "el hartazgo de la corrupción que tanto irrita a los ciudadanos"

El escenario, el Seminario de Corbán y el contexto la homilía con motivo de la festividad de Santa Catalina, patrona del centro. Aquí el obispo de Santander. Vicente Jiménez Zamora ha hablado de la merma de la dignidad humana y de la conciencia ética que se produce cuando Dios queda eclipsado en una sociedad, y aquí también ha denunciado el hartazgo de la corrupción, bastante generalizada, que tanto irrita a los ciudadanos.

En su intervención, Jiménez también ha denunciado los casos de pobreza severa que atestiguan los estudios de Cáritas y de la Fundación Foessa, la realidad trágica de los emigrantes y sin papeles y la situación de muchos ancianos que se sienten olvidados, según recoge una nota de prensa del Obispado.

Y en ese repaso a las llagas abiertas de nuestro entorno social que son a su juicio consecuencia de la carencia de lo necesario para vivir- el obispo también denunció la violencia doméstica que atormenta a numerosas mujeres y niños, y la desesperanza de tantos jóvenes que se afanan en buscar paraísos perdidos.

Para Jiménez para disfrutar de nuestros derechos no es necesario renunciar a Dios porque es Él quien los fundamenta y es su mayor garante.

Su homilía también ha dedicado un espacio importante a las vocaciones. Por ello insistió en la necesidad de promover nuevas vocaciones y exhortó a los sacerdotes de la diócesis a ser promotores de ellas y a no tener miedo ni cimplejo en hacerlo con los jóvenes de un modo claro y directo.

Es por ello que instó a crear una cultura de la vocación al sacerdocio en los entornos cotidianos, así como en las parroquias, entre los niños y monaguillos y entre los adolescentes, jóvenes y mayores; en el ambiente de los catequistas, de los educadores y de los profesores de Religión.