El bocarte se adelanta al verdel

Los pescadores cántabros ya estaban acostumbrados a que el verdel –también denominado caballa o sarda– y el bocarte tocaran la puerta del Cantábrico a partir de marzo, siempre en ese orden y uno antes que el otro, eso sí. La rutina de dos de los productos principales para la flota de bajura no faltaba a esta llamada que, año tras año, ponía al corriente de su llegada a los profesionales de los puertos cántabros. Así ha sido hasta 2019. Concretamente hasta que el pasado viernes, día 1, dio comienzo oficialmente la temporada del bocarte, adelantándose a la del verdel y sentando un precedente en las costumbres pesqueras de la región.

La anchoa se adelantó al verdel, y lo hizo con cifras importantes. Lo pudieron comprobar aquellos que pasaron por el puerto de Santoña, ayer en el primer día de descarga de la temporada, cuando cajas repletas de peces, una tras otra hasta unas siete mil, pisaban tierra hasta conformar una partida de 60 toneladas de bocartes. Con un tamaño aproximado de 45 'granos' (unidades por kilo) y un precio medio de 1,7 euros el kilogramo en la subasta de la lonja, el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria y, a su vez, patrón mayor de la de Santoña, Miguel Fernández, valoró estas primeras descargas de bocarte con cierta satisfacción: «Son bastante grandes y el rendimiento ha sido muy bueno».

El hecho de que el primer invitado del año sea éste y no el verdel no deja de ser una sorpresa para el gremio pesquero, habituado a faenar y descargar verdeles por estas fechas y luego, más entrada la primavera, bocartes. Precisamente, los pescadores aseguran que la anchoa «desaparecerá hasta la primavera» en cuanto dé comienzo la costera de la caballa, la semana que viene. «Es una cuestión de supervivencia, los depredadores van a comer», resume.

Pero el preludio que ayer protagonizaron las cajas llenas de bocartes también ofrece otra lectura. En el Mercado de la Esperanza de Santander, Emilio Costa, de Pescados Costa, arrojaba luz sobre la presencia de estos peces en las primeras partidas del año. «Son bocartes que se han quedado por el Cantábrico. Los de temporada, mucho más grandes, están aún por llegar», zanjó el vendedor. Todavía queda esperar, por tanto, a los peces considerados 'de temporada'. O dicho de otra forma: queda al menos un mes para que los grandes bancos de bocartes repitan su secular itinerario:viajar desde la Bretaña francesa hasta el norte de España y recorrer la cornisa de este a oeste mientras salen a su paso las flotas pesqueras antes de que los bancos de bocarte vuelvan a las profundidades del Cantábrico.

El secretario de la Federación de Cofradías de Pescadores, Enrique Paz, se detuvo ante estas partidas inesperadas de anchoa, y explicó: «Suele ser al contrario. Primero la temporada de verdel y, luego, la de bocarte». Con todo, existe un factor fundamental que condiciona el ritmo del gremio. «El bocarte está en nuestras costas e igualmente se podría pescar en enero, pero tanto España como Francia fijamos todos los años tres meses de periodo de veda:diciembre, enero y febrero».

Lo cierto es que el sector guarda una relación con la Unión Europea complicada, más desde que el ingreso de España en el club de los 27 trajera consigo una estricta normativa de cuotas para los barcos que salen a la mar. El primer eslabón de esta cadena comienza en los informes científicos elaborados por el Consejo Internacional para la Exploración del Mar, Ices, que determinan el estado de la biomasa y aconseja ciertas conductas a las instituciones europeas. Es entonces cuando la Comisión Europea se sirve de ese consejo y establece un Total Admisible de Capturas (TAC) a los países, una norma que deriva en las llamadas cuotas por cada territorio.

El último precedente de España tuvo lugar en diciembre del año pasado, cuando Bruselas volvió a incrementar las cuotas para el presente año. Una medida que reduce en un 20% la pesca del verdel, y por la que el presidente de la Cofradía de Pescadores volvió a mostrar su descontento:«Se han cargado la costera. Pasará de durar dos meses a sólo unos días», se lamenta

La pesca de bocarte está limitada a 10.000 kilos para los barcos de más de doce hombres; por 8.000 para los de menos tripulación. En el caso de la caballa, está prohibido pescar más de tres toneladas por hombre a los cerqueros. A esto hay que sumar la sanción por sobrepesca de caballa que España cometió en 2009 y 2010. Desde entonces, el reglamento descuenta ese exceso en forma de una sanción de nueve millones y medio de kilos cada año hasta 2022.