Cantabria crece menos que España pese a sus buenos datos de empleo, turismo y construcción
La debilidad industrial y de infraestructuras de comunicación y la escasez de exportaciones lastran la economía cántabra. Según los expertos, la industria debe tener más peso por su efecto tractor: demanda materias primas, tira de otros sectores y ofrece buenos sueldos
Fue todo un arsenal de datos positivos: la presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, aprovechó una pregunta de la oposición en el primer pleno del Parlamento del mes, en la que se cuestionaba la política económica del Gobierno, para demostrar sus buenos resultados. Habló de recuperación, del aumento de la confianza empresarial, de la tasa de paro y los niveles de ocupación, del incremento de la inversión extranjera e incluso de la firma de hipotecas y de una temporada turística que roza el récord. Todo, vino a explicar, prueba que Cantabria está «saliendo del pozo» en que estaba hundida.
Pero, frente a las cifras y porcentajes que no admiten discusión, una certeza: la región crece, sí, pero por debajo de la media del país, y ahí están los números más simples y contundentes de un PIB cántabro que el último año experimentó un alza del 2,3%, frente al 3,5% nacional, y una renta per cápita de 29.791 euros por habitante, sensiblemente inferior a la media española, de 32.633. Una realidad suavizada por los datos del último trimestre, en el que el PIB regional creció a la par que el español –un 0,8%–, aunque en la progresión interanual sigue rezagada: 2,6% frente al 3,1% nacional.
La falta de fortaleza industrial, en comparación con otras regiones españolas y el histórico déficit de infraestructuras de Cantabria, junto al poco peso del comercio internacional pueden explicar, según los expertos consultados, por qué Cantabria no es capaz de igualar el paso del crecimiento del resto del país.
«La economía de Cantabria está creciendo a un ritmo no muy fuerte comparativamente con el resto de las regiones: crecemos, pero no lo suficiente», resume el presidente del Colegio de Economistas de Cantabria, Fernando García. «Tenemos que mejorar en muchos indicadores que no estén basados en el peso del sector servicios, sino, más bien, en el industrial».
Según García, para tener más elementos de juicio sería necesario «ver qué es lo que ha pasado en otras regiones, cómo han evolucionado otras variables y comprobar así dónde está ese efecto diferencial, en qué aspectos estamos creciendo más despacio que el resto».
El presidente de los economistas cántabros recuerda que el año pasado la tasas de crecimiento del PIB regional ya estuvo por debajo de la media en 2024, y cree que «este año se va a repetir esta tendencia», aunque apunta que, además del producto interior bruto, hay que observar otras variables para tener una visión de conjunto de la situación de Cantabria.
Recuperar terreno perdido
Y, ¿cómo puede recuperar la región el terreno perdido? «Estamos insistiendo mucho en la necesidad de que hay que invertir más en investigación y desarrollo, ya que eso es un factor que es una fuente de crecimiento importante. En la medida que seamos capaces de innovar más en productos y en comercialización vamos a ser mucho más eficientes, más productivos y eso va a generar más crecimiento. Y ahí sí que estamos insistiendo: estamos mejorando pero todavía nos queda mucho recorrido y ése es un factor que tiene mucha importancia».
Fernando García considera igualmente conveniente «potenciar más el sector industrial, que es un efecto tractor sobre el resto de los sectores; creo que el turismo es algo que ya va bien, de forma que yo insistiría aún más en potenciar la industria y simplificar los procesos de concesiones administrativos para mejorar la implantación de empresas con mayores facilidades. Éstas pueden ser algunas recetas para impulsar la economía regional, si es que se pueden dar recetas».
«La economía de Cantabria está creciendo a un ritmo no muy fuerte comparativamente con otras regiones: crecemos, pero no lo suficiente»
Fernando García
Presidente Colegio Economistas
«Es fruto del tipo de estructura económica que tiene la Comunidad Autónoma, y eso es complicado de cambiar a corto plazo»
David Cantarero
Catedrático de Economía (UC)
David Cantarero, catedrático de Economía de la Universidad de Cantabria (UC), apunta a múltiples causas para encontrar el porqué de esa posición rezagada de Cantabria. «En primer lugar, es fruto del tipo de estructura productiva que tiene la Comunidad Autónoma, y eso es complicado de cambiar a corto plazo, porque tenemos un fuerte peso en servicios, en un sector muy tradicional en la parte de agricultura, con una industria que no tira como debería y, además, no conseguimos impulsar las exportaciones. La segunda cuestión es más interna: la menor población relativa que tenemos comparativamente con otras comunidades. La consecuencia es que, en estas circunstancias, el consumo interno no sube tanto, como tampoco sube tanto la inversión en la Comunidad Autónoma».
Habla también Cantarero de un problema «no muy original» de precarización de empleo y de afiliación. «Es verdad que baja el paro interanual, pero a veces la creación de empleo es bastante lenta, y sobre todo los incentivos para para que vengan capital y empresas nuevas».
A la falta de estructura productiva más estable, de demanda interna y de estabilización en el empleo, suma la falta de «disponibilidad de infraestructuras adecuadas en transporte y comunicación; eso es un clásico, y también afecta a los costes de producción, de transporte y logística en comparación con otras comunidades». La lista de obstáculos crece con las dificultades para captar más inversión, a pesar de que se reciban fondos europeos: «No tenemos tantos incentivos fiscales como las comunidades forales, País Vasco y Navarra». Tampoco hay, en opinión del catedrático de la UC, «suficiente masa crítica en innovación». «Se está haciendo un esfuerzo, pero no es suficiente, y eso también te ralentiza el crecimiento».
Una remontada difícil
Hay, por último, otro problema achacable a la propia inercia de la situación. «En economía hablamos de efecto base o convergencia: como estás más detrás, estás más atrasado que otras comunidades autónomas, te cuesta subir mucho más y ponerte a la par en la comparativa, en cuanto a crecimiento, junto con otras regiones. Entonces tendrías que crecer mucho más rápido en inversión, en exportaciones, en estructura productiva que otras comunidades autónomas, porque partes de una situación más atrasada».
«La industria tiene mucho poder tractor porque demanda materias primas, demanda de otros sectores y sus salarios son mejores que en los servicios»
Marcos Fernández
Profesor Economía Aplicada (UC)
«Aunque los indicadores macro pueden pintar una región en crecimiento, al mismo tiempo muchas empresas siguen con dificultades reales»
Enrique Conde
Presidente de CEOE-Cepyme
«En economía, tenemos argumentos para decir que la botella está medio llena o medio vacía», advierte Marcos Fernández, profesor de Economía Aplicada en la UC y coordinador del Informe de coyuntura económica de Cantabria, del Colegio de Economistas. «Por resumirlo mucho, los datos económicos de Cantabria son buenos, pero menos buenos que la media española, con lo cual, si queremos ver la botella media llena, podemos decir: efectivamente, los datos económicos de Cantabria son buenos; si la queremos ver medio vacía: son peores que la media española o son peores que los de las comunidades de nuestro entorno».
«Cantabria está creciendo, está creciendo bien, pero menos que la media española; es una tendencia que ya venía de atrás, y que parece que seguimos viendo en 2025», subraya. En su análisis, comienza por la industria, con «un crecimiento menor de lo deseable».
«El empleo industrial de Cantabria es importante, la industria sigue teniendo un gran peso y paga buenos salarios, con lo cual es un sector que tiene muchos efectos directos, obviamente, indirectos y lo que llamamos inducidos: esos salarios, cuando se gastan en comercio, en hostelería, etc., tiran de muchos sectores. La industria es un sector con mucho poder tractor, porque demanda materias primas, porque demanda de otros sectores y porque los salarios son mejores en promedio que en los servicios y de esa forma tiran también de otros sectores».
Señala que tampoco en el sector servicios el empleo crece al ritmo de la media española, con otra desventaja añadida: «el peso relativamente reducido de servicios intensivos de conocimientos, que prestan personas de alta cualificación y que, por tanto, tienen también buenos salarios». En un sector que aglutina más de dos tercios del empleo, como es el de servicios, los de alta cualificación implican más valor añadido y más productividad.
Sí destaca el crecimiento que está experimentando en la región el empleo en la construcción. «Eso es una buena noticia en cuanto a creación de empleo, pero todo lo que sea que gane peso un sector de bajo valor añadido, de baja productividad, como la construcción, pues sería el ejemplo contrario: va a tirar menos de la economía que otras actividades con más efecto tractor»,
«Lo que vemos también, y me parece que es importante, es que hay poco comercio internacional, que, además, no crece mucho, o más bien tiende a estar bastante estancado. Esto es una vía muy importante de crecimiento de las economías, hablamos de comercio con otros países europeos o de fuera; la gran parte del comercio exterior de España es con países europeos, y Cantabria no acaba de estar bien integrada ahí y no acaba de crecer su comercio».
Un ejercicio de comparación
Hecho el análisis, llega el momento de las soluciones. « Lo de la solución es más complicado –reconoce el profesor de Economía Aplicada de la UC–, es más fácil dar el diagnóstico, como un médico, que decir cómo se cura. Creo que sería una cuestión interesante hacer un análisis a nivel europeo de regiones parecidas a la nuestra en cuanto a dotación de factores y niveles –por ejemplo, en Cantabria tenemos un gran nivel de capital humano–. Una labor interesante sería ver regiones en Europa, o en el mundo, incluso, similares a la nuestra en cuanto a fortalezas y también a debilidades, compararnos un poco con ellas y ver en qué tipo de sectores se están especializando, sobre todo las que sean similares a nosotros y les esté yendo bien, las que estén creciendo más que nosotros. Seguro que se podrían identificar algunas ramas de la industria y seguro que se podrían identificar actividades de servicios intensivos en conocimiento que podrían orientarnos para tratar de potenciarlos, apoyados en el teletrabajo, algo que creo que es interesante para Cantabria».
Enrique Conde: «El Gobierno regional ha marcado una buena estrategia»
El presidente de CEOE-Cepyme Cantabria, Enrique Conde, advierte de que, «aunque los indicadores macro pueden pintar una región en crecimiento, al mismo tiempo la realidad de muchas empresas es que siguen con dificultades reales».
Esa «aparente desconexión» entre ambas realidades puede explicarse, según Conde, por la diferente percepción de la situación –«las grandes cifras, las macro, no recogen los problemas micro»–; por las características de la estructura productiva de Cantabria, con poca exportación y una actividad industrial sometida a vaivenes cíclicos, y, en tercer lugar, por el 'dopaje' de los fondos europeos y el incremento del empleo público y de la dimensión de las empresas públicas.
«En el caso específico de Cantabria el Gobierno regional ha marcado una buena estrategia y ha comenzado a poner en marcha medidas valientes que, siendo positivas para la economía y para el tejido productivo, adolecen de falta de la velocidad que necesitan nuestros mercados y, por lo tanto, aún no existen resultados».
Destaca, entre ellas, la bajada de impuestos y una fiscalidad atractiva para las empresas, la Ley de Simplificación Administrativa, el apoyo al emprendimiento y los emprendedores a través de la colaboración público-privada, las políticas y medidas para la reducción del absentismo laboral –que es «el principal problema para la productividad de Cantabria»–, y los incentivos y refuerzo de la Formación Profesional, formación dual y planes sectoriales.
Presenta, además, Conde, otras propuestas adicionales que, combinadas, «se traducirían en mejoras reales para más empresas: aumentarían su supervivencia, la inversión y empleo de calidad, y harían el crecimiento más inclusivo y sostenible para todos los sectores». Éstas son: liquidez y crédito para pymes, con líneas de aval y coste compartido para inversión productiva y digitalización; actualización de precios en contratos con la Administración y, en paralelo, reducción de plazos de pago, con sanciones y programas de mediación para impulsar cobros; incentivos fiscales por inversiones y exportación, y una política energética regional que, además de potenciar las renovables, proyecte mayor capacidad energética para que la Comunidad pueda crecer en nichos estratégicos de actividad.
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