Cantabria, a la espera de dosis
Una vacunación condicionada ·
Los incumplimientos de las farmacéuticas lastran el desarrollo de una campaña que aspira a inmunizar a un 70% de la población para el verano. La aprobación de nuevas vacunas puede ayudar a lograrlo.Si el periodista, cincuentón sin grandes problemas de salud, introduce sus datos en la calculadora del turno de vacunación ideada por el físico santanderino Álvaro Díez y la estudiante polaca de Medicina Dominika Miszewska, el resultado es bastante decepcionante: le dice que recibirá su pinchazo entre el 1 de junio y el 1 de marzo del año que viene.
Y lo peor de todo es que acierta plenamente, porque no hay plazos ni previsiones más allá de los lanzados al aire por el Gobierno central y basados más en deseos que en certezas: para el verano, el 70% de la población debería estar inmunizada... si hubiese vacunas. Parecía que una vez encontrada la fórmula contra la enfermedad en tiempo récord, todo un hito de la ciencia, lo demás sería coser –pinchar, en este caso– y cantar, pero a la vista está que no es así. Las dosis llegan con cuentagotas, en remesas recortadas y con retraso, mientras crece el temor a que los fabricantes caigan en la tentación de olvidar sus compromisos y entreguen su producto al mejor postor, de la misma manera que los chinos cambiaban sobre la marcha el destino de las cajas de mascarillas y trajes de plástico ante una oferta más generosa en los primeros meses de pandemia.
Cantabria inició su campaña de vacunación el 27 de diciembre de una forma simbólica: 35 dosis administradas en el CAD de Cueto para poder decir que había comenzado antes de que terminase el año. La estrategia a seguir era clara: en una primera etapa se vacunaría a los más vulnerables y a los más expuestos; por este orden, a las residencias de ancianos y dependientes, al personal sanitario de primera línea, después al resto y, para concluir, a los grandes dependientes que viven en sus domicilios.
El arranque fue, por decirlo de forma suave, titubeante: Cantabria apareció en periódicos y televisiones como la región que menos dosis había inyectado y, para remediar el sonrojo, Sanidad optó por saltarse el orden que había establecido y vacunar a todos sus sanitarios, colocándose en pocos días a la cabeza de la lista. Precisamente esa falta de orden evitó escándalos como los que sacudieron al País Vasco, donde los gerentes de dos hospitales tuvieron que dimitir por pincharse antes de tiempo: en Cantabria se vacunaron a la vez administrativos y cirujanos, así que, ¿por qué no los jefes?
El problema llegó después, cuando los fabricantes –primero Pfizer, luego los demás–, empezaron a remolonear con los envíos, poniendo en riesgo que se pudiera administrar la segunda dosis en el plazo fijado. La Agencia Europea del Medicamento, por su cuenta, desoyendo las indicaciones de Pfizer, decidió ampliar el margen para la segunda inyección: si en principio debía inocularse entre 21 y 24 días después de la primera, pasó a hacerse entre 21 y 28. Con esos días de más y la proverbial recepción de nuevas remesas se salvó el apuro, y Cantabria aprendió la lección y la conveniencia de reservar dosis por si acaso.
Más vacunas
Hasta la fecha, Pfizer ha sido el principal proveedor de vacunas, con 41.356 dosis, que han sido empleadas en la inmunización de residencias y personal sanitario y, a partir de ahora, en grandes dependientes no institucionalizados y en la población de más de 80 años, con la que se inicia la segunda fase de la campaña esta próxima semana. Moderna ha enviado 2.900 dosis, destinadas, entre otros, a los profesionales de hospitales privados, transporte sanitario, inspección médica y dentistas. Con las 5.100 dosis recibidas de AstraZeneca, y dada la limitación de su uso a menores de 55 años, se prevé vacunar a miembros de los Colegios de Médicos y Enfermería, fisioterapeutas, higienistas dentales, logopedas, farmacéuticos, y, probablemente, a bomberos, policías y profesores.
«El cuello de botella de la vacunación es la escasez de suministros», admitió el vicepresidente cántabro, Pablo Zuloaga, quien aseguró que Cantabria tiene capacidad para administrar todas las dosis que se le proporcionen. Solo la normalización de envíos por parte de los fabricantes y la ampliación de la gama de vacunas con la aprobación del uso de otras marcas puede hacer posible la protección de toda la población y la superación de esta pesadilla.
Comirnaty-Pfizer
94,6% es el porcentaje de eficacia de la vacuna
-90 grados es la temperatura a la que deben mantenerse los viales, con un máximo de seis meses de almacenamiento.
La primera. Comirnaty, la vacuna de Pfizer, ha sido la primera en aprobarse para su administración en España, y con ella se dio inicio a la campaña de inmunización a finales del año pasado.
Funcionamiento. Su ingrediente principal es el mRNA, la molécula que lleva las instrucciones para que el organismo fabrique la proteína-pincho o espícula del coronavirus. Estimula la producción de anticuerpos sin entrar en contacto con la enfermedad.
Conservación. La necesidad de conservar la vacuna entre -90º y -60º condiciona su administración; una vez descongelada (hasta -2º) dura cinco días. Solo puede permanecer seis horas a temperatura ambiente antes de malograrse.
Administración. Se inyectan dos dosis, la segunda de 21 a 28 días después de la primera. El fabricante recomienda un plazo menor, de 21 a 24.
En Cantabria. Pfizer está llevando casi todo el peso del plan de vacunación. Han llegado más de 41.000 dosis.
Moderna
93,6% es el porcentaje de eficacia de la vacuna.
-20 es la temperatura recomendada para su conservación.
Funcionamiento. Se basa en el mismo principio que la de Pfizer: da instrucciones al sistema inmunológico para que diseñe anticuerpos que puedan neutralizar el virus real si el individuo vacunado llega a infectarse por el coronavirus en algún momento.
Conservación. Como la de Pfizer, esta vacuna requiere bajísimas temperaturas porque las que se fabrican con esta técnica se degradan con mucha facilidad. En el caso del preparado de Moderna, puede almacenarse hasta siete meses entre -15º y -25º. Puede permanecer refrigerada, entre 2º y 8º, hasta treinta días. Una vez fuera de la nevera, debe administrarse en doce horas.
Administración. El fabricante establece una pauta de dos dosis, con un intervalo de 28 días entre inyecciones.
Efectos adversos. Tiene más probabilidad de provocar efectos adversos que la vacuna de Pfizer, pero siempre de carácter leve –fatiga, dolor de cabeza, náuseas, etc.– y de corta duración.
En Cantabria. Se han recibido 2.900 dosis.
AstraZeneca-Oxford
70% es el porcentaje de eficacia de la vacuna.
55 es la edad máxima fijada para los receptores de las dosis.
Funcionamiento. La vacuna es un virus de la gripe común genéticamente modificado que afectaba a chimpancés. Se ha modificado para evitar que cause una infección y provoca una respuesta inmunológica en el receptor. Así funcionan las vacunas clásicas.
Conservación. En comparación con las otras dos, tiene la gran ventaja de poder ser almacenada en un frigorífico convencional, pues se conserva a temperaturas de 2º a 8º. Una vez abierto el vial debe utilizarse en las seis horas siguientes si está a temperatura ambiente, o en 48 si se mantiene refrigerado.
Límite de edad. En España no se vacuna con ella a quienes tienen más de 55 años. Esto se debe a que en los ensayos clínicos no han participado suficientes pacientes por encima de esa edad y su efecto no ha quedado probado.
Administración. Se inoculan dos dosis, separadas por un periodo de tiempo de diez a doce semanas.
En Cantabria. Ha sido la última en llegar. Se han recibido 5.100 dosis.
Janssen-Johnson & Johnson
66% es la eficacia general de la vacuna frente al virus.
85% es su eficacia para evitar casos graves de la enfermedad.
Funcionamiento. Su tecnología es similar a la de AstraZeneca y a la de las vacunas convencionales.
Conservación. Al igual que la de AstraZeneca, no necesita congelación y se mantiene en buenas condiciones durante tres meses conservada en un frigorífico convencional.
Administración. La gran ventaja de la vacuna de Janssen, una división farmacéutica de Johnson & Johnson, es que solo es preciso administrar una dosis.
Aprobación. Se espera que esta sea la próxima vacuna en llegar a España. Se estima que la Agencia Europea del Medicamento podría autorizar su uso el próximo mes de marzo.
Distribución. La aprobación de esta vacuna puede acabar con los problemas de desabastecimiento de las demás, pues buena parte de los viales se producirán en España.
En Cantabria. El Hospital Valdecilla es uno de los centros que participan en los ensayos clínicos de la vacuna, con voluntarios cántabros.
Sputnik V
91,6% es el porcentaje de eficacia de la vacuna.
16 países han aprobado ya su uso.
Funcionamiento. La técnica que utiliza se asemeja a AstraZeneca y Janssen. El gen del adenovirus, que es el causante de la infección, se sustrae y en su lugar se inserta un gen con el código de la proteína de otro virus, que será el que ayude al sistema inmunológico a reaccionar.
Conservación. Como las otras vacunas con las que guarda parecidos, puede ser almacenada en un frigorífico convencional, a temperaturas de entre 2º y 8º.
Administración. La inmunización con Sputnik V requiere dos inyecciones, con 21 días e diferencia. En cada dosis se inyecta un producto diferente.
Seguridad. El secretismo con que se desarrolló la vacuna y el hecho de que no se sometiera al mismo control que el resto generó ciertas dudas sobre su eficacia y la validez de sus ensayos. La reciente publicación en 'The Lancet' de un artículo que confirma los buenos resultados de la vacuna rusa ha despertado el interés de los países europeos.
Fabricación. India, Brasil, China y Corea del Sur producirán la vacuna que se destinará al mercado mundial.
CoronaVac-Sinovac
50,4% es el porcentaje de eficacia general de la vacuna.
100% es su eficacia para evitar casos graves que requieran hospitalización.
Funcionamiento. Funciona mediante el uso de partículas virales muertas para exponer al sistema inmunológico al virus del covid-19 sin riesgo de una enfermedad grave.
Conservación. Como el resto de vacunas 'convencionales' contra el coronavirus, se conserva refrigerada, entre 2º y 8º, una gran ventaja respecto a sus competidoras Pfizer y Moderna, que exigen equipamiento especializado para su transporte y almacenamiento. En esas condiciones, podría mantener sus propiedades por espacio de hasta tres años.
Administración. Requiere dos dosis, inyectadas con una diferencia de catorce a 28 días.
Seguridad. También ha sido 'The Lancet' la encargada de dar el espaldarazo a la vacuna china. Dice de ella que parece segura e induce una respuesta inmunológica en personas sanas, aunque menor en quienes han pasado la enfermedad.
Aprobada. China, Brasil, Chile y Colombia son algunos de los países que ya han aprobado el uso de la vacuna.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión