La casa en venta más cara de Cantabria está en Ampuero

La vivienda, ubicada en la calle del Progreso número 2, tiene tres plantas levantadas en 1.305 metros cuadrados con cinco dormitorios, tres baños, dos salones, comedor, terraza y balcón. En las estancias llama la atención los techos con pinturas artesanales. Todo muy señorial.

Según el anuncio de la inmobiliaria pisos.com, fuera, la parcela urbana es de 12.000 metros cuadrados, casi 5.000 más que el terreno de juego de los Campos de Sport de El Sardinero. «Tiene magnolios, palmeras, araucarias y un sinfín de plantas florales y árboles frutales», destaca el portal inmobiliario. «Hace años el precio de venta era de seis millones. Hubo un empresario muy interesado en ello, vino a Ampuero varias veces a verlo porque quería hacer un hotel de lujo, pero finalmente no llegaron a un acuerdo», señala una vecina de la zona que tampoco quiere desvelar su nombre.

Sin tener en cuenta el precio objetivo de mercado, la casa más cara en venta en Cantabria continuaría siendo 'La Encina', el chalet victoriano de la avenida Pérez Galdós, en Santander, que ha pasado ya por varias inmobiliarias y lleva buscando comprador hace más de un lustro. En 2017 pedían por el inmueble 4,7 millones de euros. Tres años después, el precio se ha reducido en casi un millón (3,8), pero sigue sin venderse.

En el mundo hay 18.000.000 de personas que tienen un poder adquisitivo superior al millón de euros. En España, 261.000. ¿En qué invierten los millonarios? En relojes, automóviles, vino, viajes y sobre todo, en el sector inmobiliario, que sigue siendo la alternativa de peso en el mercado de la inversión. En Cantabria existen 140 inmuebles con un precio superior al millón de euros. Aquí tienen algunas de esas viviendas:

El ático 'Hors Catègorie' situado en la avenida Manuel García Lago de Santander -en el segundo puesto del ranking de las casas en venta más caras de Cantabria- posee vidrios magnetrónicos de última generación Cool-Lite Xtreme 60/28, que para los que nunca han tenido la necesidad de conocerlos ni el alcance de instalar algo así en su casa, sirven para incrementar la eficiencia energética, manteniendo el calor en invierno y el fresco en verano. Su coste es muy elevado, probablemente incluido en el precio de venta del ático: 3.200.000 euros.

Estos 170 metros cuadrados, a los que hay que sumar los 125 de las tres terrazas, presumen de vistas, privacidad y seguridad. «Tiene excelentes condiciones de seguridad, por pertenecer a un edificio con doble control de acceso y sistema de videovigilancia y por ocupar al completo la última planta del edificio más alto en primera línea de las playas de El Sardinero», dice el anuncio de Mikeli, capaz de poner los dientes largos a cualquiera.

Se trata de una octava planta con cuatro habitaciones y tres baños. En ese mismo edificio se vendió en el año 2017 por dos millones de euros el bajo que era propiedad de Carmen Martínez-Bordiú. Pero claro, no tenía estas vistas.

Llama la atención una frase que aparece en la descripción del anuncio inmobiliario de Pas Nuevo Piso: «Para personas que les gusten los espacios amplios». Resulta gracioso teniendo en cuenta que la casa, ubicada en Heras (Medio Cudeyo), tiene 777 metros cuadrados de superficie construida, además de una parcela urbana -y por eso el precio que piden por el conjunto es tan elevado, tres millones de euros- de 50.000 metros cuadrados urbanizables, siete veces más que las dimensiones del Santiago Bernabeu.

Cuántos han girado el cuello circulando por la A-67 y han visto a lo lejos, a la altura de Puente Arce, la espectacular mansión blanca sobre la que tantas historias se cuentan, a cada cual más truculenta.

Se vende desde hace más de cinco años -ahora el precio está fijado en tres millones de euros- y podría convertirse perfectamente en un hotel, ya que tiene una superficie de 20.000 metros cuadrados que albergan nada más y nada menos que diez dormitorios dobles, 20 cuartos de baño, piscina climatizada y jacuzzi, minigolf, biblioteca, cine, sala de conferencias y bodega, entre otros espacios, todos inmensos, incluso los vestidores.

Las características de la mansión señorial de 1.800 metros cuadrados, que ocupa el quinto lugar del ranking, son excepcionales. Ni Falcon Crest cuenta con tanto lujo. Está ubicada en Somo (Ribamontán), junto a la ría de Cubas, y tiene en propiedad 30 hectáreas.

La mansión se levantó en 1941 con una construcción «noble, de piedra y madera en su interior», según la descripción del anuncio de la inmobiliaria Engel & Vöelkers.

Dentro de la finca se ubican cuatro edificaciones como la casa principal con piscina e invernadero; la casa de caballerizas, construida en 1936; la casa de los guardeses de 1980; y la casa perales, un edificio de dos viviendas adosadas de planta baja y piso cada una. Da la sensación de que es una pequeña aldea para una gran familia, con una red de caminos que llevan hasta las edificaciones, el embarcadero -desde el cual históricamente sus propietarios viajan en barco a Santander o navegaban por la bahía, con una comunicación marítima exclusiva- o los cañaverales que rodean la finca Astillona, que es así como se la conoce.